-Hola, soy Elena y soy feminista.
– Elena, pero está malo eso del feminismo
– ¿Por qué?
– Porque odiar a los hombres está mal
(Hace un par de meses, en un Seminario)
Empecemos con definiciones básicas, por favor.
Feminismo no es odiar a los hombres. Es común de encontrar, sin discriminación de clases socioeconómicas o niveles educativos, muchas personas (hombres y mujeres) que confunden el «hembrismo» (antónimo de machismo) con feminismo; cuando ambos términos son completamente opuestos.
«Pero si quieres igualdad, ¿por qué hablar de feminismo?»
Porque darle nombre a las situaciones, las visibiliza y nos permite hablar de ellas y su situación. Ojalá llegue el día en que no tengamos que usar la palabra feminismo, porque ya habremos alcanzado la igualdad. No podemos hablar de igualdad, sin antes alcanzar la equidad, y esto -como todo en la vida- empieza por el lenguaje.
Una vez aclarados estos términos, ya podemos ahondar en la película Battle of The Sexes.
Ahora bien, qué tal la Batalla de los Sexos o Battle of the Sexes?
La Batalla de los Sexos se estrenó en noviembre del 2017, tiene una duración de 2 horas (sin embargo ¡se pasa más mucho más rápido!) y fue dirigida por Jonathan Dayton y Valerie Faris (directores de Little Miss Sunshine, película que pasa el test de Bechdel). Además, es interpretada por un dúo dinámico: Emma Stone, como Billy Jean King, y Steve Carrell como Bobby Riggs. Pero, lo más importante de esta película es que está basada completamente en hechos de la vida real (aunque en momentos nos cueste creerlo), lo cual nos hace entrar en perspectiva y en momentos nos hierve la sangre al ver los estereotipos, violencia de género y machismo máximo, en el mundo de los deportes (en este caso, del tennis) en Estados Unidos en los años 70. Especialmente bajo el contexto actual de un gobierno de Trump en Estados Unidos y el movimiento de #MeToo en Hollywood. Una película esencial para este momento de la historia.
Al ver el cartel, pensé que sería una película light…
Pero no lo es. Siento que este pequeño gran detalle me interpuso por mucho tiempo de verla. Parecía una «feel good movie» de Hollywood, un «The Good Guys» que se quedaba en lo superficial y no raspaba al núcleo asqueroso del problema. Este pequeño gran detalle NO muestra lo que la película realmente es, todo un manifiesto feminista, una invitación y recordación para cada mujer y hombre que la vea, a luchar por la igualdad y no permitir ni en chiste (como decía Freud, «no hay nada más serio que un chiste»), la prolongación del ciclo de la violencia de género.
Al (finalmente) ver la película Batalla de los Sexos, me ardió la sangre…
¿Y cómo no? Para quienes no saben de qué trata la película Batalla de los Sexos, les hago un pequeño resumen:
En los años 70, tras un torneo de tennis que gratificaba con un premio 8 veces mayor a los jugadores hombres que a las jugadoras profesionales mujeres, Billy Jean King (feminista acérrima de 29 años) y su manager se deciden a hacer su propio torneo y salirse de la Federación. Bajo ese mismo contexto, Bobby Riggs, de 55 años, ex-campeón de tennis, decide crear su propio revuelo mediático y hacer un campeonato contra las jugadoras profesionales femeninas, para demostrar cuál era el sexo ganador. Todo bajo propaganda absurdamente machista y denigrante. A pesar de oponerse en un inicio a sus jugarretas, Billy Jean decide jugar contra Riggs y dar la cara por la mujeres en 1973, en un partido que aglutinó machismo, paridad, homosexualidad y sororidad.
Durante ese tiempo, además, Billy Jean, descubre más sobre su sexualidad y sus preferencias.
Un elenco espectacular y unos personajes que viven en un mundo de confusión
«El film respira a través de sus personajes, y la realización se pliega dócilmente a ellos regalándoles escenas portentosas como ese corte de pelo íntimo y sensual, esas llamadas de teléfono a mitad de la noche, o ese momento en los vestuarios en los que Billie desahoga toda su presión «(Alberto Corona, Sensacine).
En la Batalla de los Sexos, cada personaje es un mundo, y por lo tanto cada uno tiene perspectivas convulsas sobre su forma de ver las cosas. Conforme corre el tiempo en la película, el gran reto para los actores y actrices es reflejar el conflicto interno que se desarrolla, sus opiniones frente a un mundo que no está hecho a su medida, lo que van conociendo de ellos mismos durante la historia, y los sacrificios que deben hacer para vivir la tensión de este drama de la vida real. Emma interpreta maravillosamente a Billy Jean, dejando a un personaje histórico en alto, el personaje que más partidas jugó contra ella misma, la sociedad, su juego y su propio matrimonio. Por otro lado, por más payaso y cerdo machista autodenominado que fuese Bobby, era difícil no captar el aire de tristeza, inseguridad y insatisfacción.
Batalla de los Sexos no es una película de deportes
Y en esto discrepo con otro críticos de cine. Si bien, el deporte es el medio conductor de la película, Batalla de los Sexos es una película que trata de empoderamiento, de aceptación, de orgullo, feminismo, sororidad, paridad y género en sí. Se trata de romper obstáculos y probar un punto: los hombres y mujeres somos diferentes en términos biológicos (sexo), pero en términos de género (construcción social) somos(o deberíamos ser tratadas como) iguales, y no podemos descansar ni tirar la toalla hasta que esto se convierta en una realidad. No podemos sentarnos y esperar un cambio de origen sistemático, el cambio empieza por cada unx de nosotrxs.
