To Watch: BoJack Horseman

Es sábado, 23 de agosto, enciendo la televisión en la mañana y por supuesto sintonizo Netflix. En mi camino a ver otro episodio de la segunda temporada de Twin Peaks, veo que por encima de los shows recomendados se encuentra un banner bastante llamativo: Un caballo con cuerpo de humano, vestido como una persona común. Como sé que tengo problemas con el Binge Watching, lo ignoré, a pesar de tener dos grandes nombres en su intro: Will Arnett y Aaron Paul ¿Cómo ignorar a Will Arnett con una cabeza de caballo?

Era BoJack Horseman, la nueva serie de Netflix que salió al aire el viernes 22 de agosto, compuesta por 12 episodios de 25 minutos cada uno. Protagonizada por Arnett, Paul, Amy Sedaris y Alison Brie.

Después de leer varios tweets de amigos y de ser enfrentada como por 4 personas durante el día para que viera la serie lo antes posible, caí, y dediqué lo que quedaba de mi fin de semana a ver la serie completa.

¿De qué se trata BoJack Horseman?

BoJack es un caballo que alguna vez en su juventud fue una celebridad, al protagonizar la serie «Horsin’ Around», un sitcom de 1990 donde BoJack adoptaba a un grupo de niños a quienes sus papás abandonaron, por lo tanto los chicos viven con su nuevo papá-caballo. 14 años después, esta celebridad ha sido olvidada por muchos e ignorada por los demás, ya que nunca volvió a aparecer en la televisión y además su vida no es lo más ejemplar.

BoJack es un alcohólico empedernido, mujeriego, ególatra y ensimismado, con aires de grandeza no correspondidos. En el primer episodio se presenta perfectamente al personaje, que vive en una mansión en Los Ángeles con un joven desorientado llamado Todd (Aaron Paul) (que alguna vez llegó a su casa y jamás se fue) y que sale con una chica mitad mujer – mitad gata rosada, que es a su vez su agente, la empedernida negociante Princesa Carolyn (Amy Sedaris).

Un día BoJack decide volver a la vida pública y escribir un libro autobiográfico, pero debido a su obvia falta de compromiso con lo que sea, recurre a la «ghost writer» Diane Nguyen (Alison Brie), novia de su rival de la televisión Mr. Peanutbutter, un Golden Retriever súper amigable y enérgico, como todo buen perro.

La primera temporada se trata principalmente de la manera en que  BoJack lidia con el fracaso y al mismo tiempo, la serie se burla de los clichés de famosos, no solo con BoJack como principal figura representativa, sino también con la aparición de personajes como: Sarah Lynn, que alguna vez fue su hija postiza de «Horsin’ Around» y que hoy es una especie de Miley Cyrus, Sextina Aquafina, Andrew Garfield e inclusive la aparición de Naomi Watts.

“Look, for a lot of people, life is just one long hard kick in the urethra.”

Los personajes:

Fácilmente pueden reconocer en los personajes de esta serie, recuerdos de otras.

Por ejemplo, BoJack es definitivamente un Charlie Harper con cabeza de caballo, con una mezcla de aires de estrella o «engañado» como Kenny Powers de Eastbound and Down o el mismo Kanye West, o ¿por qué no? un Gob de Arrested Development. Y esa última parte es de lo que más engancha con el personaje, su humor tan característico al estilo de Will Arnett.

“What I’m responsible for my own happiness!? I shouldn’t be responsible for my own breakfast!!”

Por otro lado, Diane es fácilmente una Daria: inadaptada, nerd, introvertida, avergonzada de su familia pero a la vez, «one of the guys», lo cual causa una lucha eterna entre BoJack y el adorable y no muy listo Mr. Peanuttbutter. ¿La jacket verde y las gafas serán mera coincidencia, además?

Todd es un joven vagabundo que aparentemente (y según su agente Princess Carolyn) también es una estrella (¿de la música?), pero a la vez ejerce como un amigo incondicional del protagonista, la voz de la razón algunas veces, ya que en otras más bien se encarga de volver el mundo boca abajo, y es constantemente ignorado o victimizado por BoJack, que no le presta mucha atención y tampoco cree mucho en su talento.

Mr. Peanutbutter es el típico chico lindo y buena gente que ha tenido una vida muy sencilla y a quien le hace falta más malicia en su vida, una especie de Ned Flanders pero en lugar de la Iglesia, posiblemente acude al gimnasio, y en lugar de sweaters, usa camisetas de cuello en V y probablemente de marca Hollister. La ingenuidad de Mr. Peanutbutter le hace imposible detectar posibles infidelidades, mentiras y por sobretodo, el cinismo de BoJack en una relación muy a lo Homero Simpson – Flanders, donde Horseman jamás da el brazo a torcer.

Princess Carolyn, por otro lado, es enérgica y sumamente trabajadora, siempre con el teléfono en mano, tratando de hacer negocios de lo que sea, muy parecida a la madre de Daria, por ejemplo.

El humor

No es una serie para morir de risa, no, no lo es. Sin embargo, las personas que saben apreciar el humor simple pero inteligente (no forzado), la sátira y el cinismo, posiblemente se deleitarán con la serie. Me recuerda a veces a Arrested Development, además de la aparición de Will Arnett, pienso que comparten la particularidad y caracterización de los personajes, las situaciones absurdas y estúpidas. Por ese lado, también me recuerda series animadas como Sealab 2021 o El Fantasma del Espacio de Costa a Costa, por lo «random» y estúpido de la mayoría de situaciones. ¿A qué me refiero con situaciones estúpidas? ¿Qué tal pelearse en todo un episodio con un ex-veterano/foca porque BoJack le quitó (o no) unos muffins en el supermercado y exige que BoJack dé una disculpa pública en televisión? Sí, a eso me refiero (Uno de los mejores episodios, por cierto).

Me encanta el hecho de que se burlen tan «indirectamente» de tantas cosas, por ejemplo, la manera en que abiertamente se burlan de la famosa editorial anglosajona «Penguin», por medio de un editor que cabe la casualidad de que es nada más y nada menos un pingüino que prácticamente está arruinado al no haber publicado buenos libros y siendo lo más avaro posible con sus clientes.

O las bromas referidas a la caracterización de la mayoría de personajes retratados por animales, desde simples chistes sobre lo inherente de ser animal en un mundo de humanos; hasta la caracterización de figuras famosas por medio de animales, como Quentin Tarantulino.

El estilo

¿Alguna vez han jugado Bitstrips, el app móvil que crea historias con amigos como si fueran cómics? Yo no. Pero he visto a muchos amigos en Facebook que lo comparten. Bueno, esa es básicamente la línea gráfica de BoJack Horseman. Dibujos de líneas sencillas, sin sombras, sin texturas, sin 3D; lo cual me trae buenos recuerdos de principios de Los Simpsons o los dibujos animados de Adult Swim, donde la libertad y simpleza gráfica aportaban un «We don’t give a fuck» bastante fresco, no necesitaban impresionar gráficamente para contar una historia. Ahora bien, si usted es de las personas que buscan una estética súper agradable o elaborada, esta serie posiblemente no será para usted.

¿Verla o no verla?

No lo va a hacer morirse de risa, como comenté previamente, pero definitivamente este no es ese tipo de serie animada. No es convencional. No tiene un estilo hermoso. Es una serie con humor cínico, pero que tampoco se mueve a extremos. Que se burla de los famosos, pero de una manera muy superficial y sútil. Por otro lado: Es Will Arnett. Para mí eso es el 75% de la serie y fue suficiente para verla completa.

Aparentemente la serie tuvo un gran éxito con este lanzamiento, y debido a esto, Netflix anunció recientemente que van a producir una segunda temporada, que tratará sobre cómo BoJack ahora lidia con su nueva fama, al ser parte de un nuevo proyecto que forma parte de sus sueños de infancia. Queda ver si la segunda temporada captará tantísimos televidentes como la primera, y si logra mantenerse por encima de otras excelentes series de su género como Bob’s Burgers, Adventure Time y Archer.