Si consideramos pasar un tiempo con miembros de la realeza para saber cómo viven sus vidas y cómo se relacionan realmente entre ellos, The Favourite no sería el primer ejemplo que se nos ocurriría. De hecho, es ese elemento de desconcierto, para cualquiera que llegue a verla, que eleva la calidad de este curioso filme. Sin pasar totalmente hacia lo absurdo, los momentos que componen esta historia sí permiten que la visión de aquellas personas en una posición de poder sea más entretenida de lo esperado. Eso sí, no de la manera que se esperaría.
Por suerte, gracias a la visión de su director, The Favourite nunca cae en excesos ni se siente repetitiva dentro del género en el que está enmarcada. Yorgos Lanthimos, cineasta de origen griego, y que solo buenos filmes se encuentran en su filmografía (Dogtooth, The Lobster y The Killing of a Sacred Deer), asume una posición de fisgón para mostrarnos la verdadera cara de la reina y la dinámica con su amiga, Lady Sarah, y la llegada de una nueva ayudante, Abigail. Como un curioso viaje al siglo 18, The Favourite pretende ser una mirada disonante del cine de época, a la vez que resulta un comentario punzante sobre la naturaleza humana y los puntos bajos a los cuales se puede llegar en vida.
Este no solo es filme de historia como texto, sino una demostración de que los ángulos de una cámara* pueden decir y transmitir tanto como lo que encuadran. Con diferentes maneras de enmarcar o iluminar una habitación, Lanthimos se permite exagerar cada movimiento de cámara y el tamaño de los personajes cuando aparecen en pantalla. Así, entre guiños y buena edición —para no aburrir nunca con su ritmo—, las ideas fluyen entre los engaños, la codicia, la manipulación, los celos y, sobre todo, el deseo por tener poder. Englobado en el devenir de tres mujeres que consiguen deslumbrar en pantalla.
*(Me recuerda, un poco, a The Kick, dirigida en su totalidad por Steven Soderbergh. Serie situada en los 1900, que desafía el contenido y las implicaciones de su historia con la manera en que está presentada formalmente).
¡Y qué mujeres! Mencionadas, premiadas y alabadas, no queda más darles, aquí, su merecido reconocimiento. Olivia Colman, entre sábanas, berrinches, anhelos y profunda tristeza, termina como una gigante. Rachel Weisz, calculadora y precisa, es la más segura de las tres. Emma Stone, con cierto aire maligno y llevada a los excesos que demuestra con demasiada facilidad. Y una mención de honor al rufián, Nicholas Hoult, quien, con una buena dirección, demuestra que sabe actuar muy bien. Todas sufren cierta transformación física que ayuda a concluir el viaje emocional, casi oscuro que el guion les permite estirar con sus increíbles actuaciones.
Claro está que el guion original de Deborah Davis y Tony McNamara asume los detalles registrados de la historia real (de la reina Anne), pero que deciden hacer más importante el protagonismo de aquellas que manejaban todo tras bambalinas. Tres mujeres que, sin darnos cuenta, protagonizan la vida del montón de hombres que son parte del Senado, y quienes pertenecen a un mundo que no las respeta, un mundo de bufones; así es como ellas crean crean el propio, más peligroso, más feroz. Una mirada nada furtiva, nada cuidadosa, de las acciones posibles y jugarretas para conseguir la mínima sensación de poder (o, un poco más allá de eso, de mera tranquilidad).
Lanthimos entiende esto y le da su propia visión satírica, irónica y cruda de aquellas decisiones egoístas que se tomaban. Dejar al descubierto los secretos que tenían que caber en los cuartos inmensos, poco habitados, solo recorridos. De ahí es que se entiende la sutil modernidad de la película. No es una manera de idealizar la época o perdonarle sus despilfarros por los acentos elegantes. Más bien, abre la puerta a preguntas sin respuesta que todavía hoy nos pueden incomodar.
Con todo, The Favourite es prueba contundente de que el tratamiento de lo que se nos muestra es lo que cuenta; más allá de contar una historia original, con aspectos llamativos en su premisa y desarrollo. Nunca está de más darle peso a filmes que demuestren la fuerza que tienen las mujeres ante cualquier situación. Incluso cuando esa fuerza se ve desafiada por la exposición de los excesos humanos y las actitudes más bajas de la vida entre ellas mismas. Gloriosa paradoja. Este es cine denso y curioso, pero sugestivo y hasta universal. Un filme poco desafiante, claro en sus planteamientos y listo para sorprender con su cuidado estético. No se lo vayan a perder.
Calificación: 9