Tercer viaje a estas tierras mexicanas y esta vez me sentía más que preparado.

Un plan de viaje que estuvo tan cambiante y que lo terminé armando en cuestión de un mes (cuando en las dos ocasiones anteriores planeaba el viaje en cuatro o cinco meses).

Gente que se unía al plan, gente que desertaba antes.

Al final con los que estuvimos fue suficiente para sobrevivir esta experiencia de la cual creí que estaba preparado pero no tenía ni idea de todo lo que iba a ver, escuchar, comer y tomar.

Sábado

Kuervos del Sur

En mi búsqueda un poco desesperada por música latinoamericana actual que suene diferente, me encontré con Kuervos del Sur. A pesar de que sigo pensando que el nombre me suena como a banda mexicana de rancheras, el sonido de esta banda chilena es bastante original.

Un rock con tintes de folk al tener flautas sudamericanas, todo junto recuerda los mejores momentos de Caifanes con una voz que también recuerda un poco a Bunbury.

Esta fue la primera banda que vi en el festival y vaya que fue un buen inicio para esos dos días.

424

Algo que he tenido curiosidad de ver desde la primera vez que fui a México era el impacto real que puede tener una banda costarricense en tierras mexicanas.

Ver a 424 en la misma tarima donde iba a estar Little Dragon más tarde ese mismo día era el mejor ejemplo.

Cuando llegué unos 10 minutos antes de que comenzaran, ya había una audiencia considerablemente grande. Se veían unas cuantas banderas de Costa Rica y algunas gorras y camisas de Imperial pero se podía notar que la mayoría de dicha audiencia no era tica.

Cuando la banda salió a la tarima, ahí fue que se me confirmó el poder que tiene esta banda en México.

Un público que gritaba, bailaba y cantaba como si la banda que estaban viendo fuera de ellos.

Cabe destacar que 424 es una de mis bandas favoritas de Costa Rica y verlo con personas que los disfruta tanto como si los estuviera viendo aquí, es muy gratificante.

Chicano Batman

Cuando Nicole, mi compañera de festival en esta ocasión, me preguntó a qué sonaba Chicano Batman no supe exactamente qué responder, así que le dije que solo esperara a verlos y se le iban a responder las preguntas.

Chicano Batman es una unión de muchos géneros y sonidos muy diferentes que no deberían funcionar, pero lo hacen y ¡vaya que muy bien!

Algo que si lo han notado de mis textos de festivales anteriores es que todos en cierto punto reconozco un momento en el que hablo del atardecer y en esta ocasión, Chicano Batman fue ese momento. ¿Qué les puedo decir? Tengo debilidad por los atardeceres y aún más cuando se unen con la música.

Escuchar Flecha al Sol mientras el sol estaba a nuestras espaldas fue uno de esos momentos memorables de todo ese viaje.

Él Mató a Un Policía Motorizado

Él Mató a Un Policía Motorizado ha venido en dos ocasiones al país. La primera vez para el Festival Epicentro en el 2015, cuando yo todavía era menor de edad y la segunda vez, como uno de los artistas principales para el FIA del año pasado, y no era el mejor momento para ir a un concierto.

Así que estando en el festival, sabía que no podía perder otra oportunidad de verlos en vivo. Llegamos muy al frente y al centro para tener la mejor visibilidad posible.

El hecho de que tocaron todas las canciones que esperaba fue una experiencia increíble. Algo que simplemente no vi venir fue el escalofrío que tuve cuando empezó a sonar la melodía de La Noche Eterna. Eso no me sucede muy a menudo, y cuando pasa suele ser algo especial.

**Interludio: ¡No comida con carne!**

Luego de ver todo el show de Él Mató, ya el hambre golpeaba así que decidimos ir en búsqueda de comida. Las filas para la comida eran exageradas entonces buscamos lo que tuviera menos fila. Tamales mexicanos. Corrijo, tamales dulces mexicanos. Queso y zarzamora. Tengo que admitir que no sabía mal,  tiene una textura como de tamal asado, sin embargo, no quedamos satisfechos y ocupamos algo más para terminar de sobrevivir la noche pero no esperábamos encontrarnos algo así.

Para los que no saben el contexto de la situación les explico, Morrissey en múltiples festivales ha exigido que una hora antes, durante y un poco después de su presentación no se venda ningún alimento con carne o él cancelaría su presentación.

Habían rumores que también iba a suceder en el Vive Latino pero OCESA, la productora del festival desmintió.

Al final se dio y tuvimos que aguantarnos las ganas de comer carne por unas cuantas horas por lo cual yo le hice una protesta y no lo fui a ver (sorry, Jenny).

Camilo Séptimo

Primer punto: Este es uno de los mejores nombres para una banda que haya visto en los últimos años.

Segundo punto: Esta iba a ser la primera vez que me iba a sorprender con la calidez y euforia de la audiencia mexicana para con sus bandas locales.

Camilo Séptimo tocó en la tarima donde una hora después iba a estar Noel Gallagher. En otras palabras, dicha tarima estaba destinada para bandas de renombre y, por lo mismo, estos muchachos cumplieron y demostraron por qué tenían que estar ahí.

Tercer punto: Fue una agradable sorpresa ver a Luigi Jiménez, bajista de la banda nacional Patterns, en esa tarima luciéndose como siempre lo hace.

Noel Gallagher High Flying Birds

A pesar de que estuve durante todo el show de Camilo Séptimo en esa tarima, quise darme una vuelta antes de ir a esperar a Noel Gallagher. Eso sí, me aseguré de llegar unos 15 minutos antes para conseguir un buen lugar, el mejor que tuve en cualquiera de las presentaciones que vi durante ese festival.

Y cuando empezaron a salir uno por uno los músicos, nada más importó.

Haciendo un repaso de los tres discos de estudio con su proyecto solista, encantó a la multitud ahí presente presenciando un rockstar que a sus 55 años sigue en la lucha, mientras que del otro lado del continente, su hermano decepcionaba a otros.

Al terminar de tocar Dream On, de su primer disco como Noel Gallagher’s High Flying Birds. se detuvo para decirnos algo directamente a la audiencia:

I’ve heard somewhere you are Oasis fans. Really? After all these fucking years? Ok, this is for you

Y solo así, boom!, Little by Little empezó a sonar en esos parlantes enormes. Adrenalina y escalofríos corrían por todo mi cuerpo. Eso estaba pasando. Eso no era un sueño. De Oasis tocó The Importance of Being Idle, Wonderwall y Don’t Look Back in Anger. Pero, el golpe real llegó cuando sucedió algo que no me imaginaba iba a pasar.

Durante todo el concierto hubo una chica que estuvo gritando “Te amo, Noel” relativamente cerca mío. Uno se llega a acostumbrar a eso, pero fue el momento cuando tocaron Half The World Away, sí, un B-Side de Oasis. Una de las canciones más underrated de la banda y una de las más desgarradoras. Bastó que sonara esa canción para reconocer quién era la chica que estaba gritando. Cuando la vi estaba en llanto de felicidad. De esos que no se pueden fingir. Ahí supe que su amor por Noel sí era real.

Y cuando pensaba que el concierto no podía ser mejor, me sorprenden con All You Need is Love de Los Beatles. Un concierto más para el recuerdo.

Little Dragon

*video por Alma Eunice Bobadilla Ortega

Little Dragon es todo lo que una banda de Electro Pop debería ser y debemos encargarnos de sacarla de ese estado de underrated.

Así de simple puedo describir lo que presencié durante esa hora que estuvieron en escena.

El hecho de que puedan tener un show sólido, potente y energético sin tener que recurrir a guiños de sus colaboraciones con Gorillaz o tocar su canción más conocida de su más reciente disco, muestra la independencia y lo seguros que están de su música por sí sola. Y por eso les aplaudo su decisión.

Molotov

Si me preguntan cuales son las tres bandas en español que más he escuchado en mi vida les puedo decir sin duda: Café Tacvba, Soda Stereo y Molotov.

Yo sé, demasiado predecible pero tengo que ser sincero con eso. En el 2012, Molotov lanzó un disco en vivo grabado en Rusia y tuve que esperar unos ocho años a escucharlos en vivo.

Cuando llegué a la tarima principal ya estaba a reventar tanto las graderías como el área de gramilla. En la tarima, había una gran tela negra que tapaba toda visibilidad hacia lo que ocurría en escena.

Cuando de repente, de golpe, sin que nadie lo esperara, cayó la tela y Amateur empezó a sonar a todo volumen.

Uno puede decir todo lo que quiera de dejar morir el pasado, pero viendo el show que estaba dando ese cuarteto y la respuesta del público me hace pensar que tal vez un poco de nostalgia de vez en cuando no hace malo.

Frijolero, Gimme Tha Power, Marciano, Más Vale Cholo, Rap, Soda y Bohemia. En fin, un viaje de vuelta al yo de octavo año del cole cuando escuchaba el ¿Dónde Jugarán Las Niñas? y me sentía rebelde, excepto cuando tenía que bajarle el volumen porque mi mamá me lo pedía.

Domingo

Heavysaurios

El momento más random de todo mi viaje a México es por mucho haber presenciado el show de los Heavysaurios.

No sabía qué esperar, pero el nombre me dio curiosidad.

Lo último que me imaginé es que Heavysaurios es una banda argentina de Heavy y Power Metal para niños. Ahh y los integrantes de la banda son cinco dinosaurios.

La sorpresa más grande de toda esta situación es que son muy buenos músicos.

El hecho de que se proclamen a si mismos como una banda de Metal para niños no es razón para menospreciarlos.

Y bien, el impacto y la emoción que tenía la cantidad de niños que había en la audiencia, la cual cabe decir que era bastante grande, fue real. Me puedo sentir relacionado con ellos. Si a los seis o siete años hubiera visto el show de 31 Minutos en vivo, hubiera estado en el mismo estado emocional sin ninguna duda.

Pero, lo otro que me pareció interesante fue el impacto en los adultos genuinamente fans de la banda. Cerca mío se hizo un mosh en medio de un par de las canciones de su repertorio.

La Gusana Ciega

Dos semanas antes, al inicio del mes de Marzo, en nuestro país se celebró el festival Grito Latino, que trajo bandas de diferentes géneros pero manteniendo esa identidad latinoamericana.

Una de las presentaciones que más me dolió no poder ver fue La Gusana Ciega, banda mexicana que recuerdo haber conocido, como muchas otras, por la importancia que tuvo la música en mi casa y por lo mismo tener canales como MTV o Telehit en el televisor.

A pesar de querer ver todo el show que tenían preparado, sabía que mi misión era otra, por lo cual no quise acercarme tanto a la tarima para facilitar mi eventual salida.

Aún así, valió la pena cada una de las canciones que escuché. Abrir el concierto con Tiempos para Amar, Entra en el Agua y cantar con el alma Tornasol.

Residente

Desde que vi que el segundo día del festival se veía aún más lleno que el sábado, supe que tenía que hacer algunos sacrificios para disfrutar la banda por la que valió todo el viaje.

Esos sacrificios significaban llegar a la tarima principal del festival desde antes de la presentación de Residente y no moverme de ahí hasta el final del concierto de Gorillaz, quedándome sin ver otros shows por los que sentía curiosidad (lo siento Fito Paez y Pussy Riot, será en la próxima).

Cuando llegué a la tarima principal antes de la presentación de Residente, ya había mucha gente esperando. Sabía que no era el único que tenía este plan. Quedé en una posición en la que me sentía cómodo, al menos lo más cómodo que podía estar en un festival con miles de personas, tenía buena visibilidad y supuse que iba a poder escuchar bien.

Veinte minutos pasaron y empezó a salir la banda que acompaña a este rapero puertorriqueño. Luego salió el mismísimo René Pérez Joglar y ahí empezó mi sorpresa del festival. Si bien, con los últimos dos discos de Calle 13 más el disco como solista que lanzó el año pasado, Residente se había estado ganando mi respeto como músico, sin embargo, no esperaba ese nivel de show que brindaba en vivo. No solo me refiero a él, también a su banda, los integrantes de nacionalidades diferentes aportan un talento increíble y por esto hace que valga la pena verlos en vivo.

La energía que transmitieron en canciones como El Aguante, Calma Pueblo o El Baile de los Pobres fue sin precedentes. El sentimiento que cautivó a toda la audiencia con Latinoamérica y Desencuentro fue sin igual. Llegó un punto en el que estaba tan absorbido por el show que me encontré cantando Atrévete-te-te junto a la multitud. Casi no me reconozco.

Queens of the Stone Age

Luego de sobrevivir unos empujones inhumanos al terminar el show de Residente, quedé un poco más al centro de como estaba (no era mi plan pero los grupos enormes de gente empujando para todo lado me llevaron hasta ahí).

Con unas torres de luces LED como única escenografía, Queens of The Stone Age empezó su presentación con If I Had a Tail y My God is The Sun, ambos de su disco del 2013 …Like Clockwork. Luego de eso nos movieron con canciones tanto de su nuevo álbum, Villains y de sus primeras producciones que los llevaron donde están ahora.

Josh Homme es un verdadero rockstar. Tal vez uno de los más grandes de nuestra generación. Su voz no ha cambiado ni un poco en ya más de diez años y el sonido de la banda como un todo cuando se escucha en vivo sigue teniendo esa suciedad y crudeza que a pesar de crecer tanto y ser un referente del Rock en la actualidad, continúa manteniéndose como en sus inicios. Escuchar Little Sister o Go With The Flow en vivo son pruebas de eso.

Gorillaz

Todo lo que he vivido me trajo a este momento. La recta final. La razón de mi viaje express.

Gorillaz representa mi niñez, mi preadolescencia, mi adolescencia y esta etapa que estoy viviendo ahora que no sé cómo considerar.

Curiosamente con cada disco que ha sacado esta banda, me ha encontrado en momentos diferentes de mi vida, casi como una relación a lo Before Sunrise.

La adrenalina, a pesar de ser el segundo día de festival y el cuerpo entero pasando factura, seguía a mil y aún más cuando detuvieron la música y apagaron las luces. Nunca en mi vida había sentido una emoción igual.

De un momento empezó a sonar una melodía que conocía muy bien y una voz que llevaba 17 años escuchando.

Hello! Is anyone there?

M1A1. ¡Abrieron con M1A1! Salieron con máscaras personalizadas de luchador mexicano y tocaron M1A1 con todas las fuerzas del mundo. Cada guitarra, esa batería, la voz de Damon. Todo se sentía como un sueño.

Luego nos recordaron poco a poco canciones de sus primeros discos. Desde Last Living Souls, Rhinestone Eyes, Tomorrow Comes Today y Every Planet We Reach is Dead. Saturnz Barz fue la primera canción que tocaron de Humanz, su más reciente producción, y la tocaron de sexta.

A pesar de ser parte de la gira de promoción del nuevo álbum, este concierto y su setlist fue más que todo una celebración de la carrera de la banda.

Pasar de On Melancholy Hill a El Mañana solo para  destrozarnos el alma de la mejor manera posible. Mentiría si les digo que no lloré un poco durante ese combo.

Entre los invitados estuvieron De La Soul para cantar Superfast Jellyfish y la emblemática Feel Good Inc., Peven Everett cantó Strobelite y cubrió el espacio de Bobby Womack en Stylo, Pauline Black con su versión de Charger.

Cuando volvieron por el Encore, quedé boquiabierto. Ahí fue cuando tocaron lo que nunca, ni en los mejores sueños había sucedido. Hong Kong empieza a sonar.

Las lágrimas empiezan a correr en los rostros de la multitud, aquí me incluyo en esta afirmación.

Para el cierre, Clint Eastwood. Esa canción que me ha acompañado por casi toda mi vida. Por fin escuchada en vivo. Ya me estaba quedando sin voz, mi cuerpo agonizaba un poco pero ese momento lo tenía que disfrutar como si fuera el último día de mi vida. Y en parte, así lo fue.

Un ciclo más que se cierra, una banda más que tachar en ese bucket list musical enorme y el Daniel de 5 años lo agradece.

Menciones honoríficas:

–Kali Uchis, pude escuchar dos canciones, no puedo dar mi opinión de todo el concierto que dio pero me hizo bailar un poco por esas dos últimas canciones. Props por eso.

-Si no han probado la cerveza michelada con clamato, no han vivido.

-Como todos estamos yendo a México últimamente, no les puedo recomendar de mayor forma que vayan a La Pizza del Perro Negro.

-Gracias a las camisas oficiales en descuento porque ahora tengo la camisa negra de Zero de Smashing Pumpkins que usa Scott Pilgrim en la película.