A Star is Born: Nace una estrella

Sergio Beeche Antezana
Sergio Beeche Antezana

 

 

 

Es curioso que una historia que ha sido contada más de tres veces en cine regrese y espere brindar un poco de nueva relevancia al asunto. Con su alargada trayectoria de producción, A Star is Born parece que estrena en el momento oportuno y con las personas adecuadas. No es más que el involucramiento de dos voces contemporáneas de dos medios distintos que convergen para intentar demostrar cierto matiz para esta conocida premisa.

Se trata de Bradley Cooper, quien, luego de alcanzar cierto estatus de respeto y —al mismo tiempo— popularidad como actor, decide dirigirse como protagonista en su primer trabajo detrás de la cámara. Se trae consigo a Lady Gaga, artista musical del momento que hace su debut en pantalla grande con una historia demasiado parecida a la suya. Porque es con la actuación de Gaga que el meta comentario de A Star is Born se hace más evidente. Los rasgos de su personaje, Ally, son muy similares al recorrido que ella pudo haber experimentado (siendo ahora tan reconocida y popular).

A Star Is Born
A Star Is Born

Pero A Star is Born, al ser un drama de ficción con estilo musical, desarrolla su historia desde la raíz: cuando el hombre encuentra a la chica con enorme talento rechazada por la industria y decide darle la oportunidad de su vida. Ahí, como parte de una viaje de auto reconocimiento y salto a los escenarios, la película nos introduce poco a poco a su mundo y a las sorpresas e ilusiones que llevan Ally y Jackson como protagonistas. Desde el guion, es buen diseño de personajes; y, visualmente, es virtud de Cooper, quien le da un estilo particular y bien llevado entre primeros planos y planos secuencia que le dan dinamismo al relato.

A Star Is Born
A Star Is Born

Así, cuando una escena pasa a otra, la tensión de los personajes se muestra como un ir y venir, entre sueño y realidad, y como si la cámara siempre se preguntara qué pasa realmente. Es luego de que el giro narrativo sucede que A Star is Born se descalabra un poco. Cuando la carrera de Ally florece y el alcoholismo de Jackson empeora, la película se alarga a ratos y repite elementos narrativos que le hacen perder el ritmo. Luego, por más que suceda dentro de su propio universo, ciertas secuencias pecan de caricaturescas para hacer aún más evidente y recalcar el punto de subtexto que el filme quiere que percibamos (hasta la edición se vuelve perezosa y hasta deficiente).

A Star Is Born
A Star Is Born

Lo curioso es que, pensándola mejor, A Star is Born, en esa truculenta segunda mitad, puede ser el claro ejemplo de las crudas consecuencias que se dan al encontrar la fama y el éxito. Los demonios que aparecen cuando los excesos no son suficientes y las exigencias de un estudio controlador pueden tener repercusiones más allá de un auto sabotaje o ante un daño personal. Está claro en el título: como espectadores, somos testigos del nacimiento de una estrella, el camino recorrido para llegar a ese estrellato conlleva más sacrificios de los esperados. Al estar protagonizada por una artista que tuvo un camino similar, la historia parece tener cierto efecto más obvio en cómo es representada y expuesta (no tanto en por cómo es actuada).

A Star Is Born
A Star Is Born

Pero si tan solo su narración hubiera sido un poco más cuidadosa en reconocer que no siempre sabe a quién colocar como protagonista, el remake de A Star is Born habría tenido un poco más de entusiasmo a la hora de concluir su historia. Con todo, son conceptos que conservan una curiosa relevancia ante las estrellas que todavía son producidas y manipuladas el día de hoy a costa de su propia humanidad. Si se pudiera reconocer eso dentro de la misma industria, lo que aquí queda representado valdría un poco más.

Calificación: 6

 

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