31 Minutos: Nuestros mejores guías en la infancia fueron títeres chilenos

Daniel Matarrita
Daniel Matarrita

 

 

 

En el ya lejano 2004, fue estrenado en Nickelodeon, un programa originario de la televisión chilena en la que tenía la simple premisa de un noticiero donde todos los presentadores eran títeres. Patos, conejos, micrófonos, balones de fútbol, guantes de boxeo. Todo podía ser un personaje en esta serie.

Cada episodio tenía una que otra noticia del día, secciones fijas y alguna historia que estuviera sucediendo con los personajes en el set. Todo esto en episodios que duraban media hora para mantener la atención del público infantil, público meta original de esta serie.

Ahora bien, tengo toda la seguridad de decir que 31 Minutos es el mejor Caballo de Troya que existió en la televisión latinoamericana y más aún tomando en cuenta que como dije anteriormente, era un programa dirigido hacia niños. Gracias a 31 Minutos, aprendimos acerca del periodismo, cuidar el ambiente (y no con mensajes vacíos durante el programa, sino con ejemplos reales que sucedían en ese momento en Chile) y hasta apreciar diferentes géneros musicales.

31 minutos
31 minutos

Y es un programa que se volvió un fenómeno en toda la región siendo parte de festivales como Lollapalooza Chile en múltiples ocasiones e incluso tener su propia presentación en la edición del 2013 de Viña del Mar, en la cual con sus canciones y sus personajes no sólo reconocidos sino también adorados por el público chileno, dieron un show de una hora y media, esto siendo histórico debido a ser el primer espectáculo de títeres presentado en Viña del Mar.

La sección musical sin duda era la que mostraba el verdadero talento de los creadores. Con cada episodio había un Ranking Top de las mejores canciones del momento. En esta habían canciones de todo tipo de géneros. Todos manteniendo esa identidad latinoamericana y más importante, esa identidad chilena que siempre se ha notado en su música. Aún así, como digo, no se mantenían con el Rock en español y habían otros géneros como el synth pop, el punk pop e influencias a melodías similares a Devo, Talking Heads y por qué no, incluso hasta Falco. Influencias que claramente uno empieza a notar años después cuando uno vuelve a ver hacia atrás. Y no es broma, vean por ejemplo el video de Yo Opino de Joe Pino & The Maniacodepresivos.

El video, la música, la letra, esa forma de cantar que se podría considerar casi hablado.

¿En serio van a negar que tiene un cierto parecido a David Byrne en los 70’s?

Y la música fue y sigue siendo uno de sus mayores fuertes y de las razones por las que ha sido reconocido a lo largo de los años. Tanto así que en el 2006 se realizó un álbum tributo a la música de esta serie en la cual artistas como Natalia Lafourcade, Ximena Sariñana, Los Bunkers e incluso dos de los integrantes de Café Tacvba se unieron para hacer sus propias versiones de estas canciones.

En otro punto de los episodios, había una sección llamada La Nota Verde en la cual Juan Carlos Bodoque, un conejo rojo, viaja a través del país chileno en busca de reportajes de carácter ambiental.

El twist aquí se centra en que los casos y los lugares eran reales y a pesar de ser tomado con el mismo humor del resto de la serie, pero hablando de temas verídicos. Presas hidroeléctricas, contaminación acústica, perros abandonados, incluso conocimos del desierto de Atacama unos cuantos años antes de la famosa situación con los mineros atrapados en una mina en el 2010.

Esto le daba un valor agregado al mensaje final de la nota ya que nos mostraba, a pesar de ser con títeres, ejemplos reales de lo que estaba sucediendo en Chile y de cierta forma, en muchos países más.

También cabe mencionar el contexto que tiene la serie con referencias a figuras públicas del momento (tanto chilenas como internacionales también) e incluso referencias a momentos del periodismo en Chile como su época en la era de Augusto Pinochet.

Es importante hablar también del impacto de esta serie, debido a su emisión en Nickelodeon, no solo fue en Chile para ese entonces y de esa forma a muchos niños nos cambió algo en nuestro parecer. Y un claro ejemplo de esto es con las giras que han sucedido en los últimos años en los que llenan teatros en muchos países con lo que para muchos es simplemente un show de títeres.

Esta serie, sin importar tanto las edades que tenemos ahora, nos mostró una alternativa, una ventana a otro mundo donde a un niño le cortaron mal el pelo, una media puede ser un súperhéroe y el mundo puede acabar pero inmediatamente puede empezar uno exactamente igual.

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