Como muchos saben, desde hace algún tiempo noviembre se ha convertido en el mes oficial del bigote, conocido como «moviembre», todo con la intención de crear conciencia sobre temas de salud de masculina, como cáncer de próstata, depresión masculina, cáncer de testículo, entre otros. Tengo que confesar que no soy una gran fanática de esta porción de vello facial, sin embargo, en honor a esta causa quiero compartir una pequeña lista de esos bigotes que para mí son inolvidables. Sin ningún tipo de patrón e incluyendo bigotes de la vida real y de la ficción por igual, quiero en este momento compartir con ustedes mis bigotes favoritos.
Dalí
Cuando estaba muy pequeña, mi mamá se fue por unos meses a España. Cuando regresó, venía cargada de recuerdos, regalos e historias… pero lo que yo no puedo olvidar de ese viaje fueron los libros de Dalí que trajo con ella. Podía pasar horas viendo esas pinturas y descubriendo nuevos detalles en cada una de ellas. Por supuesto, en el caso de Dalí, es imposible separar la obra del artista y ese bigote, sumado a esa mirada, eran para mí otra obra de arte más que podía investigar por horas.
Freddy Mercury
Recuerdo perfectamente que escuché muchas veces la voz de Mercury antes de ver al cantante. Cuando lo vi por primera vez fue mágico, pues no podía creer que ese hombre con esa voz, podía, además, tener ese bigote y aspecto en general.
Ron Burgundy (Anchorman)
Todo presentador de noticias debe tener bigote, así lo dicta la ley. Y tal vez no soy la más fanática de Will Ferrell, ni siquiera de Ron Burgundy, pero como un representante fiel de esta ley, me siento en la obligación de incluirlo en mi lista en nombre de todos los presentadores que han vivido y vivirán.
Charlie Chaplin
Ni siquiera puedo pensar en Chaplin sin su pequeño bigote de cepillo. Evidentemente no podría hacer una lista como esta sin incluirlo.
Ron Swanson (Parks and Recreation)
No es de extrañar que sea un hombre de pocas palabras, su expresión usualmente dice todo lo que tiene que decir y esta habilidad, tengo la teoría, nace de la combinación perfecta entre su mirada y su bigote.
Jules Winnfield (Pulp Fiction)
A Jules le basta con su personalidad para ya ser un personaje increíble. Quentin Tarantino decidió, además, ponerle el mejor compañero posible y no me refiero a Jon Travolta, estoy hablando de su bigote que es el complemento ideal para su aspecto de “Bad Motherfucker”.
Liz Lemon y su Tom (30 Rock)
Liz es uno de los personajes más adorables de la televisión, o sea, es Tina Fey y no puedo hacer una lista como esta sin incluir a su pequeño Tom… Tom Selleck.
Iñigo Montoya (The Princess Bride)
Representado a la perfección por el adorable Mandi Patinkin, Iñigo es uno de mis personajes de ficción favoritos de la vida. Como posible heredero al título del Temible Pirata Roberts, evidentemente tenía que contar con un bigote épico.
George Harrison
En algún punto de sus vidas, todos los Beatles experimentaron con sus bigotes y ustedes pueden decirme que su Beatle favorito es John, Paul, George o incluso Ringo -por las razones que sean- pero en la guerra de bigotes, George Harrison es el ganador indiscutible.
Vito Corleone (El padrino)
El más grande capo de la mafia cinematográfica no podía carecer de bigote. De hecho, este pequeño trozo de vello facial marca un cambio en la personalidad de este personaje, en el que se deja de ser el trágico niño siciliano para convertirse en El Padrino.
Ned Flanders (Los Simpson)
Está bien, Ned no es el personaje preferido de nadie, pero como parte de los Simpsons, yo no puedo negar que le tengo cariño y puedo afirmar que quien lo diseñó, también siente cariño por él, pues si no ¿Por qué otra razón lo honraría con el regalo de un tupido bigote?
Rhett Butler (Lo que el viento se llevó)
Clark Gable le dio vida a este personaje de una manera increíble, pero algo me dice que no habría sido lo mismo si no hubiese tenido ese bigote.
Mario Moreno “Cantinflas”
Muchas características de Cantinflas son memorables y su bigote de preadolescente es tan esencial para este carismático actor/personaje, como lo es su “gabardina”, su manera de bailar o su capacidad para enredar cualquier situación con sus complejos discursos. Yo simplemente lo amo y siempre amaré su bigote.
Tom Selleck
Definitivamente el mejor bigote de todos los tiempos, para siempre y por siempre. Cuando pienso en bigote, pienso en Tom Selleck y sé que ustedes también, así de simple.
