¿Por qué 10 años después seguimos amando Friends?

Hace exactamente 10 años y 6 días, se lanzó al aire el último episodio de la muy aclamada serie de los 90s “Friends”, programación que reunió a más de 52 millones de espectadores frente a su televisión, y hoy, todavía son muchísimos los que siguen viendo la serie, identificándose con alguno de los 6 personajes y por supuesto, riendo de esos chistes que se mantienen vivos por más que pase el tiempo. Friends es una serie que no discrimina edades.

Recuerdo que mis primeros encuentros con estos amigos que se sentaban a tomar café en el “Central Perk” fue posiblemente por ahí de mis 12 años y después de eso, la serie acompañó gran parte de mi adolescencia. Hoy, mi hermana menor (de solo 18 años) justo acaba de ver toda la serie, causándole el mismo efecto que alguna vez causó en mi. Supongo que ver Friends de nuevo en estos tiempos debe ser una experiencia asombrosa, solo por el hecho de contar con una serialidad controlada por nosotros mismos, a diferencia de hace más de una década que debíamos esperar a que lo dieran en Warner y (ojo) no de manera serial. Era nuestro trabajo hacer de estos extractos una coincidencia de temporalidad lineal, y apuesto a que si lo viéramos de nuevo en estos tiempos lo disfrutaríamos el triple… Pero ¡¿10 temporadas?! Sí, tal vez lo volvería a hacer, porque no importa cuántos años pasen y cuántas series nuevas salgan, Friends siempre ocupará un lugar importantísimo en el corazón de sus seguidores, en mi corazón. Pero ¿por qué nos gustaba tantísimo Friends?

1. El storyline nunca pasará de moda:

Como el humor que antes tenían muchas buenas series como Los Simpsons, Friends supo mantener 10 temporadas con un guión finísimo que no se basaba en los acontecimientos específicos de su contexto, sino que vivía de chistes con los que cualquiera, sea cual sea su edad y situación, se puede relacionar. Y que no se malentienda, si bien la temática es «light», el guión es bien elaborado: rápido, ingenioso, con profundidad en detalles. Por otro lado, el solo hecho de tener a un grupo de amigos que vive diferentes situaciones con las que muchísimas personas puedan relacionarse (amor, trabajo, pizza) también le da a la serie un atractivo que inclusivo muchos han tratado de replicar, pero jamás con tanto éxito (Sí, por ejemplo How I Met Your Mother). Además, en Friends no se nos presenta para nada una versión perfecta de las cosas, sino todo lo contrario; así como Mónica le dijo una vez a Rachel (en el primer episodio): “Bienvenida al mundo real. Apesta. Te va a encantar”

2. Los personajes

Así como nos sentimos súper identificados con la historia, también nos sentimos identificados con cada uno de los personajes. Es difícil para cualquier persona decidirse por cuál personaje es su favorito, y esto es parte de la gran construcción que se realizó en torno a ellos. A todos los queremos. Con todos nos identificamos en cierta manera y de ellos aprendimos. Rachel era materialista por excelencia y bastante egoísta, pero en el fondo tenía un gran corazón y un carácter admirable. Joey puede que no haya sido el personaje más inteligente, sin embargo siempre seguía sus instintos y era espontáneo, como Phoebe, además tenía un corazón enorme y no tenía vergüenza de mostrar su parte más sensible. Chandler tal vez no tenía el mejor trabajo, ni la mejor relación con las mujeres (exceptuando a Mónica, por supuesto), ni la relación más bonita con sus padres, sin embargo Chadler Bing nos enseñaba a reírnos de nosotros mismos y encontrarle un lado gracioso a cualquier situación – por terrible que fuera. Ross siempre fue un nerd, y siempre estuvo orgulloso de serlo, además de ser un padre muy responsable y jamás rendirse (esa perseverancia muchos años después rindió frutos). Y Phoebe, bueno, definitivamente nos enseñó a pasarla bien y divertirnos, sea componiendo las canciones más extrañas o corriendo de una manera muy particular, siempre y cuando nos la pasemos genial y nos sintamos bien con nosotros mismos, todo va a estar bien.

3. La intro


Una intro perfecta para la serie. Desde la letra de la canción – y One Hit Wonder, de The Rembrants: “I’ll be there for you”, donde se retrataba exactamente las situaciones que vivirían los personajes durante esas 10 temporadas, destacando la importancia de su amistad para sobrellevarlas:


“So no one told your life was gonna be this way. Your job’s a joke, You’re broke, Your love life’s D. O. A., It’s like you’re always stuck in second gear when it hasn’t been your day, Your week, your month Or even your year, but I’ll be there for you (When the rain starts to pour), I’ll be there for you (Like I’ve been there before) I’ll be there for you (‘Cause you’re there for me too)”

Apuesto, además, que al leer la letra la mayoría de ustedes la cantaron en su cabeza (o en voz alta) y una gran parte aplaudió en las partes en las que suenan aplausos. No importan los años, la intro siempre logró mantenerse y hoy es una de las intros más memorables de la televisión.

4. Era filmada frente a una audiencia en vivo.

Exacto. Las risas eran reales. Si un chiste realmente no era tan bueno, los escritores se tenían que mantener «unagi» para enfrentar el rechazo de la gente y mejorar la escena. Por suerte, la mayoría de las situaciones pasaron las prueba del “Live Audience”.

5. Tenía los mejores artistas invitados.

Cada vez que veíamos el show, teníamos la intriga e ilusión sobre quién iba a ser la siguiente “estrella invitada”. Desde Bruce Willis haciendo de papá de una de las novias de Ross / «date» de Rachel, Christina Applegate y Reese Witherspoon siendo las hermanas mimadas de Rachel, Paul Rudd como el novio perfecto de Phoebe, George Clooney de enfermero, y jamás vamos a olvidar a Brad Pitt como el excompañero y amigo de Ross obsesionado con su figura y anti-fan número uno de Rachel.

6. Fue y sigue siendo un ícono cultural

Definitivamente la influencia de Friends para el mundo traspasó los límites de la pantalla chica y se insertó como un referente cultural en muchos aspectos.

Según expertos en lingüística en Toronto, desde que Friends apareció, el uso de “SO” para intensificar una adjetivo en lugar del usar “muy” o “realmente” empezó a aparecer o intensificarse en el panorama anglo-americano.

¿O cómo olvidar cuándo la frase característica de Joey Tribbiani “How you doin’?” se convirtió en una catch phrase para muchísimos?

Y en el 2009, una versión dance remixeada de Smelly Cat se convirtió en todo un éxito de culto en Internet.

Y posiblemente el más importante de todos: “The Rachel hairstyle”. Aceptémoslo. Todas las mujeres lo querían y era referencia mundial en los salones de belleza. Igual, Jennifer Aniston – sin importar el estilo que use, siempre tendrá un cabello que dará de qué hablar.

7. Nos daba esperanza


No importa lo terrible que fuera el mundo, el pasado oscuro que tuviéramos o los obstáculos que se nos atraviesen en el camino: las cosas siempre van a mejorar. Desde Mónica teniendo una buena figura después de haber sido víctima de la obesidad, o Rachel que comenzó trabajando como mesera en Central Perk para luego ser parte de Ralph Lauren, o Chandler con su pésima suerte con las mujeres y después casándose con su mejor amiga, y el mismo Ross, divorciado 3 veces antes de los 30 años y luego quedándose con la chica de sus sueños. Ninguno se rindió. Y quizá, cuando alguno estuvo a punto de hacerlo, un café en el acogedor Central Perk servido por el siempre extraño Gunther, y acompañado de alguno de estos 6 amigos incondicionales, cambiaría su forma de ver las cosas y lo impulsaría a seguir andando.

¿Para ustedes, qué hacía tan especial esta serie y cuáles fueron sus momentos favoritos?