The Young Pope: La opulencia de la fe

Manfred Vargas
Manfred Vargas

 

 

The Young Pope es una nueva súper co-producción internacional que representa el primer acercamiento a la televisión del afamado director de cine italiano Paolo Sorrentino. Financiada por algunas de las más notorias casas de producción del mundo, como la española Mediapro, la francesa Canal+, Sky Italia y la estadounidense HBO, la serie cuenta con un alto presupuesto (más de 40 millones de euros) y un elenco de clase mundial que rara vez se ha visto en la televisión europea. La serie desprende tal aire de pompa que incluso el mismo Giorgio Armani se encargó de diseñar el vestuario del personaje titular.

Precisamente, la serie concierne a Lenny Belardo (un superlativo Jude Law), un joven arzobispo estadounidense que sorpresivamente resulta electo como Papa gracias a las maquinaciones del Cardenal Voiello (Silvio Orlando), el Secretario de Estado del Vaticano que cree poder manipular al nuevo Papa en beneficio de sus intereses. Sin embargo, Lenny, ahora Pío XIII, es cualquier cosa menos maleable y, comprendiendo tempranamente las intenciones de Voiello y su camarilla, impone un régimen conservador de mano dura, centralizando todas las decisiones en su persona, excoriando a los feligreses por su falta de sacrificio y decidiendo alejarse de cualquier tipo de acercamiento con la gente. A partir de ahí, la serie explora temas como las intrigas políticas del Vaticano, las disputas entre conservadores y liberales, los escándalos de sacerdotes pederastas, la búsqueda del amor materno y los misterios de la fe, todo con un elenco de lujo que incluye a actores como Diane Keaton, James Cromwell, Cécile de France y Javier Cámara.

The Young Pope

The Young Pope es el más reciente ejemplo de lo que ya es una clara tendencia de directores de renombre internacional dando el salto hacia la pantalla chica.  Como ya hemos comentado en otras ocasiones, si bien el involucramiento de cineastas en televisión no es necesariamente un fenómeno reciente, lo novedoso ahora es que éstos no se limitan a ser productores ejecutivos o a dirigir un episodio piloto, sino que se involucran de lleno en el proceso creativo de principio a fin. The Young Pope es un caso particularmente apto: Paolo Sorrentino, cuya película La Grande Bellezza ganó el Oscar a la Mejor Película Extranjera en el 2014, no solo creó y produjo la serie, sino que dirigió y co-escribió todos los diez episodios de esta primera temporada.

Para los que conocen el cine de Sorrentino, sabrán que maneja un estilo carnivalesco y suntuoso que recuerda a su compatriota Federico Fellini, con algunos elementos de sentimentalismo edulcorado e intriga política. La estética de Sorrentino es, por lo demás, profundamente formalista y sensualista, con secuencias cuidadosamente coreografiadas, una cámara ágil que se mueve solemnemente siguiendo a los personajes por pasillos, jardines o calles, y un énfasis en la iluminación, el sonido, la música, y el diseño que envuelven las vidas lujosos de los personajes acaudalados que protagonizan sus películas. Todo esto queda en evidencia en The Young Pope, con una particularidad: si bien en obras anteriores Sorrentino subrayaba paralelismos entre esa riqueza material y la decadencia casi grotesca de los personajes, en esta ocasión la belleza fastuosa del Vaticano suele simbolizar la naturaleza exaltada de la fe y la trascendencia de ésta en el tiempo, aún cuando no dejan de haber guiños humorísticos a la ridiculez de tanto exceso.

The Young Pope

En su tratamiento de la principal figura religiosa del mundo, The Young Pope maneja una fina línea entre el respeto y la irreverencia; la serie, si bien pudo caer en la sátira simplista, en realidad está enfocada en cuestionas más profundas y sustanciosas, las cuales explora por medio de una narrativa más libre y elíptica de lo que tradicionalmente estamos acostumbrados a ver en televisión. Precisamente es este elemento, y no su representación del papado, la que le ha deparado más críticas a la serie. Y es que aún cuando no se puede decir que The Young Pope cuenta una historia  especialmente compleja, la forma en que ésta es desarrollada es bastante peculiar. Para empezar, la serie suele incluir absurdos non-sequiturs y largas conversaciones auto-contenidas que luego no vuelven a ser referenciadas. Su sentido del tiempo es, además, opaco: rara vez queda claro cuanto tiempo ha pasado entre episodios, lo que hace que tramas introducidas en un episodio puedan no ser retomadas hasta muchos episodios después, o incluso resueltas “fuera de cámaras” en el lapso entre episodios. El mismo tono de la serie no es exactamente constante y cada capítulo se adapta a la oscilante caracterización de su personaje principal, cuyos humores cambiantes lo pueden llevar de la petulancia reaccionaria a la amabilidad conciliatoria.

The Young Pope

En otras palabras, el énfasis  de The Young Pope no se encuentra en contar una historia de una forma tradicional, sino en tratar de revelar -por medio de eventos específicos- la naturaleza particular y contradictoria de un grupo de personajes que han pasado sus vidas refugiándose del mundo detrás de las paredes de la Iglesia.  Qué tanta tolerancia se tiene para este tipo de narrativa depende de cada espectador; en mi caso, la serie resultó ser una alternativa bienvenida ante el cansancio provocado por la estructura más episódica, lineal y conservadora de muchas otras series dramáticas.

Más allá de la atención y el reconocimiento, es precisamente esta frescura y libertad el principal aporte que auteurs como Paolo Sorrentino le pueden brindar a la pantalla chica. Por más que en los últimos tiempos hemos sido abrumados por una avalancha de series de altísimo nivel, lo cierto es que las series de televisión -especialmente las dramáticas- tienen la tendencia a caer en algunos lugares comunes (hola, epidemia de anti-heroes circa 2010-2015) y a dejarse limitar por las constricciones de tener que avanzar una trama semana por semana. Series como The Young Pope nos recuerdan que hay otras formas  -más experimentales, audaces y, sí, cinemáticas- de contar historias y que el medio de la televisión todavía tiene mucho camino por explorar.

The Young Pope

The Young Pope se estrena en Latinoamérica este domingo 12 de marzo por Fox Premium

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