No siempre el cine nos dará lo que esperamos o queremos ver. Entre más películas conozcamos, posiblemente más situaciones incómodas presenciaremos y a pesar de que gracias a la memoria selectiva automáticamente bloquearemos cosas, la verdad es que algunos recuerdos regresarán a nosotros en el momento menos esperado, por casualidad o por una masoquista voluntad propia.

Sin ser una persona particularmente impresionable, puedo contar algunas escenas que me parecieron desagradables o innecesarias; muchas de cintas que realmente disfruté.  Como pocas cosas nos unen más que comentar detalles particulares de películas que todos conocemos, hoy les traigo una pequeña lista de escenas que preferiría no haber visto.

El ombligo de Neo – The Matrix

No soy fan de los ombligos, bajo ninguna circunstancia. No me gusta verlos, ni hablar de ellos y muchísimo menos cualquier tipo de tortura que involucre un ombligo como objetivo principal. Esta escena de The Matrix me genera ansiedad, me pone la piel de gallina y me impactó tanto la primera vez que la vi que aun después de años repasando la película bastantes veces, me hace sentir escalofríos. Neo perdiendo su boca, está bien. Neo retorciéndose sin poder gritar mientras un ser ingresa a su cuerpo por el abdomen, ¡pesadilla!

Saca a tu Xenomorph interno – Alien

Este es un clásico del cine y ha sido recreado en muchísimas ocasiones.  Un momento icónico y memorable para la historia, pero para mí, simplemente una fuente de temores imposibles.  Todos están visiblemente contentos disfrutando su cena y de repente uno de los comensales parece enfermo y no por algo que comió; la situación escala rápido y de repente nos percatamos que no hay nada mejor para matar el momento que contemplar el nacimiento de un Xenomorph. La desesperación de John Hurt (hola, War Doctor :)) mientras ve su propio estómago estallar y la cara de horror de sus compañeros contrasta con el momento de silencio incómodo cuando el alien decide nada más huir de la escena.

Godzilla > Humanos

Realmente me gustó el remake de Godzilla del 2014, me permitió ver por primera vez un Godzilla realista y majestuoso. Las escenas donde camina por la ciudad son admirablemente perfectas, incluso esos momentos donde se le ve en el agua.  Hasta ahí, todo bien. Pero tenían que meter humanos en la película, peor todavía, humanos insípidos.  De acuerdo, sale Bryan Cranston pero no basta, porque su personaje no aparece lo suficiente como para salvar el honor de la especie y ni qué decir de Aaron Taylor-Johnson, muy guapo pero nada más. Simplemente habría eliminado el 85% de las escenas (especialmente las románticas) donde en lugar de Godzilla hay aburridas personas, excepto aquellas donde sale Ken Watanabe ˆ_ˆ

¿Jar Jar quién?

Amo Star Wars y por eso sigo resentida por la sola existencia de Jar Jar Binks. The Phantom Menace es mi película menos favorita de la saga y aunque esto no se debe enteramente a Jar Jar, él es culpable en buena medida. Lo más triste del caso es que este personaje tan cansón aparece tantas veces a lo largo de la cinta, que eliminar esos momentos le restaría sentido a la historia principal. La escena cuando el Eopie se pedorrea enfrente de él… ¿en serio, George Lucas? ¿Un chiste de pedos en Star Wars? ¿Por qué, George Lucas? ¿POR QUÉ?

What is love? baby don’t hurt me – Superman II

Corríjanme si me equivoco: me parece que cada vez que un super héroe se enamora, se vuelve tonto.  No me malinterpreten, soy una eterna entusiasta del amor, pero quizá nunca se ha enfocado adecuadamente esa situación en el cine.  Veamos un ejemplo (el más odioso para mí): Superman II, mi preferida de la serie. Clark Kent se enamora perdidamente de Luisa Lane y decide renunciar a sus poderes para poder estar con ella y eso coincide con el arribo de Zod y sus secuaces al planeta.  Obviamente al final todo se resuelve y él logra expulsar a los villanos, recobrar sus super poderes y salvar a la humanidad, pero la escena de la primera pelea de Clark como humano me parece particularmente incómoda por el bullying innecesario.