Antes que nada, quiero aclarar que Sorry For Your Loss es una serie original de Facebook Watch, plataforma de streaming de la red social, la cual se lanzó al aire en agosto del 2017. Muchos se preguntarán: pero ¿cómo? ¿Ahora inclusive Facebook tiene series originales? La respuesta es sí, por más inesperado que parezca (por cierto, YouTube también ha ido armando su catálogo, pero eso queda para otra nota). Lo peor/mejor de todo: su contenido es bueno: ¡más televisión imperdible! Tanto así que me motivó a escribir acerca de esta serie en estreno.
Elizabeth Olsen creció para ser cómo yo me imaginaba a sus hermanas gemelas con 30 años. Ahora ellas están alejadas de las cámaras, pero Elizabeth está viviendo su mejor momento, y se puede decir con certeza que las ha sobrepasado en varios aspectos. Desde formar parte de los Avengers como Scarlet Witch, hasta Ingrid Goes West, una de las mejores cintas de humor negro del año pasado, donde estuvo acompañada por Aubrey Plaza. Ahora se adentró en la televisión (sí, aunque sea de Facebook, sigue contando como TV) y estelariza Sorry For Your Loss, además de ser productora ejecutiva. Pienso que es una de las interpretaciones cargadas de más matices en su carrera.
La pérdida de un ser querido y la etapa de duelo es en lo que ahonda la serie. Nunca fácil, nunca apresurada, nunca de la manera que pensábamos. Leigh, el personaje de Olsen, está furiosa con el mundo y todos en su órbita por arrebatarle a su esposo Matt (Mamoudou Athie), tres meses atrás. La convivencia con su hermana adoptiva Jules (Kelly Marie Tran), quien lleva ya un tiempo sobria, su mamá Amy (Janet McTeer) y su cuñado Danny (Jovan Adepo, quien recordarán como Michael en The Leftovers, si la vieron, y si no corrijan eso) se ve afectada, ya que todos tenían algo que ver con Matt. Sí, él era su esposo, pero ya era un miembro más de la familia y había construido una relación con cada uno de ellos. El duelo es colectivo, ya que él solía ser uno de los puntos de conexión y entendimiento entre estos personajes. Eso sí, cada uno experimenta ese pesar a su manera.
Alternando entre flashbacks, se nos va revelando la causa de su muerte, pero siguen quedando bastantes dudas, por parte de los personajes y de la audiencia. Los recuerdos se distinguen del presente por el uso de colores vívidos y alegres. Leigh, en ocasiones, es incapaz de articular lo que siente, por más que asista a grupos de apoyo o trate de seguir adelante con su vida. Es casi como si justificara su comportamiento cruel con esa pérdida. No es algo usual ver a una persona que está de luto actuar de esa manera, pero su vulnerabilidad no nos permite juzgarla ni mucho menos culparla. La intención de las creadoras de la serie, Kit Steinkellner y Lizzy Weiss, no es intentar manipular a su público para generar lágrimas, todo lo contrario. Los momentos en los que casi se me escapa una y además tragaba grueso, fueron porque sentí genuina empatía por lo que transcurría en mi pantalla.
La simpatía del resto de personas la enfurecen, y se siente debilitada por los pequeños actos cotidianos y las memorias, agradables o no tanto, que a su vez son como tortura para ella. Matt padecía de depresión, pero siempre fueron la roca el uno del otro. El contraste del día en que se mudaron a su nuevo hogar y el presente, con todo empacado en cajas, es un tanto desgarrador. Lo que más le duele a Leigh es la sola idea de pensar que no conocía a su esposo realmente. No tan a fondo cómo hubiera querido. Ah, y la atormenta el no haberlo hecho tan feliz, según ella. Las actuaciones de verdad son impecables, por parte de todos los involucrados.
El tema de interés primordial es ese sufrimiento intangible, pero también la necesaria sanación. No les voy a decir que es una serie light, porque no lo es, pero al llegar a ser tan humana en su ejecución, ha logrado resonar con el público y la crítica por igual. Si se ponen a leer los comentarios bajo cada episodio, las personas se sienten agradecidas de que exista algo tan acertado, con respecto a todo ese proceso de superación. Cuentan además sus propias anécdotas y es bonito leer cómo le hicieron frente a esas situaciones dolorosas. He aprendido a reconocer un producto de calidad cuando lo tengo en frente, y este estreno se lleva ese sello de aprobación. Además, si buscan algo más de esta plataforma que no sea tan formal, recomiendo la comedia Strangers.