La mente es el recurso primordial en lo que se debe confiar para todo ser humano. ¿Correcto?
Pero, ¿qué sucede cuando uno no puede ni confiar en su propia mente?
En esta situación, conocemos a Owen (interpretado por Jonah Hill), el cual, debido a su esquizofrenia, se convierte en la oveja negra de una familia con dinero.
Del otro lado, tenemos a Annie (interpretada por Emma Stone), quien por algunos traumas pasados se vuelve adicta en una droga que no ha sido lanzada oficialmente. Obviamente, ambos no están en sus mejores condiciones.
Así que, por destino, suerte o como quieran verlo, se encuentran en una prueba de dicha droga que con varios procesos y análisis logrará, según los doctores detrás de este experimento, arreglar cualquier problema de la mente.
Esta puede que sea la forma más simple de describir a Maniac. Para empezar, me sorprendió bastante ya que tenía una idea un poco diferente de lo que iba a ser, tomando en cuenta de que he seguido el proyecto desde que se anunció que iba a suceder, esto debido a que los dos encargados de trabajar en la serie son personas que admiro mucho. De un lado tenemos a Patrick Somerville, guionista de varios episodios de The Leftovers, por el otro tenemos a Cary Joji Fukunaga quien es conocido principalmente por su trabajo en Beasts of No Nation, la primera temporada de True Detective y recientemente, contratado como director de la nueva película de James Bond.
Por ambos lados, tanto en guión como en dirección, las expectativas eran altas, al igual con el elenco. Ya hablé tanto de Stone como de Hill, aparte de esto tenemos a Justin Theroux, Sally Field y Sonoya Mizuno. Todos y cada uno haciendo un trabajo increíble. Aunque tengo que darle mayor crédito a Sally Field, Justin Theroux y Emma Stone quienes fueron los que sin duda alguna le dieron un impulso mayor a la serie.
En cuanto a la serie como un todo hay algo que me encantó y es la estética retro futurista del mundo creado. Uniendo tecnología sacada de los ochentas en un futuro cercano que recuerda en sus momentos a Black Mirror.
También los colores neón, recurrentes a lo largo de la temporada, le dan un toque más estilizado a la serie.
El guión que aparte de examinar temas como consciencia, inteligencia artificial y enfermedades mentales, logra sacarle provecho al género de la ciencia ficción y, para mi sorpresa, muy buen uso de la comedia en algunas ocasiones.
En cuanto a referencias e inspiraciones, Maniac tiene muchas y muy variadas. Desde series como Black Mirror por su estética de distopía futurista relativamente cercana, Legion y Mr. Robot por esa simetría, el uso de colores y el trato de temas de salud mental e incluso la mismo The Leftovers con sus historias un tanto fantásticas en un contexto realista (hay una historia con un Lemur y con un ser de otro planeta que tienen toda la naturaleza de existir en dicha serie) y en cuanto a películas, recuerda a Eternal Sunshine of the Spotless Mind vagamente por su premisa de entrar a la mente de estos sujetos.
Hablando de este tema, también me parece necesario resaltar el trabajo en cada una de estas realidades, pues cada una de ellas se diferencia de las otras pero manteniendo breves recordatorios de que estamos en la mente de estos personajes, dándonos pequeñas porciones de información que conocíamos anteriormente.
Y es que cuando hablo de realidades diferentes, lo digo en serio, desde los 80’s en Long Island, mundos de fantasía o ser parte de una familia de mafiosos. Cada uno con personalidades y situados en lugares completamente diferentes, lo cual hace que cada cambio de estos sea mucho más interesante y enriquecedor para conocer estos personajes más a fondo e ir descubriendo de dónde vienen sus problemas.
El soundtrack de la serie, compuesto por Dan Romer también es una de las razones de mi gusto por esta serie. Con melodías, en ocasiones muy sencillas, lograba ser un excelente acompañante a las mejores escenas.
La historia le da un final a cada uno de los personajes tan bien construido que no me pude aguantar a sonreír y sentirme bien por ellos, porque llegué a agarrarles cariño.
Maniac es una serie que no va a ser recordada como la obra maestra de nuestra generación pero tampoco pretende serlo y lo que logra con su guión, personajes y estética, es muy posible que se quede en la memoria por un buen tiempo.