*De la tercera temporada de The Leftovers*
Si bien la obra de Tom Perrotta y Damon Lindelof nunca tuvo el impacto en una gran audiencia como se hubiera esperado durante sus primeras dos temporadas, HBO le dio a esta serie una última temporada para poder darle un cierre digno a las historias de Kevin, Nora, Matt y el resto de personajes con los que reímos, nos preocupamos y hasta lloramos.
Con esta tercera y última temporada, todo el equipo detrás de esta producción trabajaron en conjunto para darnos un final memorable con una última entrega simplemente hermosa. El saber ajustar un plan que se tenía para tres temporadas, y condensarlo en solo ocho episodios (dos menos de lo usual), y aún así manteniendo ese amor, ese compromiso y esa espontaneidad que tanto caracterizó a esta serie es sin precedentes.
Mucho hemos hablado tanto nosotros en varias ocasiones, como otros sitios prestigiosos el hecho de que The Leftovers es una de las mejores series de los últimos años que desgraciadamente no mucha gente vio, pero estos 7 episodios (hasta el momento) muestran nuevamente por qué la recomendamos tanto.
Las historias y los arcos de los personajes principales en esta temporada, al igual que en sus predecesoras, se sienten reales. Se sienten humanos. Son preocupaciones y objetivos que cualquier persona podría tener. Miedos y sentimientos que todos hemos experimentado. En múltiples ocasiones, cuando alguno de estos personajes llora, uno puede acompañarlo en el llanto.
Y todas estas emociones que hemos estado sintiendo domingo a domingo desde hace poco más de un mes, se deben a la espléndida calidad del guión, las poderosas actuaciones, música original que los acentúa y una dirección siempre al punto. Todo para que una escena que en papel puede ser algo funcional, en la pantalla de nuestros televisores sea algo inolvidable.
Si bien al ser la última temporada, el plan es cerrar los cabos sueltos que se necesiten cerrar, esto no evita que los guionistas y directores se diviertan un poco con lo que han logrado hacer con esta serie. Darle un episodio centrado en un solo personaje como Nora, Kevin Sr, Matt o Laurie, darse la libertad de hacer un episodio tan artístico como The Most Powerful Man in The World (and His Identical Twin Brother) el cual se puede considerar una secuela del episodio ocho de la temporada anterior, International Assassin, o incluso poner una canción diferente en el intro con cada episodio (a pesar de ya ser explicado que fue por razones de presupuesto).
Pero en cuanto a historia, hay un tema en común que ha estado apareciendo a lo largo de esta semana y es el creer en algo.
Desde el inicio de la temporada nos mostraba en el prólogo un culto en los 1840’s en el que les llegaba una paloma cada cierto tiempo anunciándoles la fecha de un acontecimiento divino.
Nunca se llega a decir cuál es el acontecimiento: una nueva inundación, el regreso de Jesús a nuestro mundo, o la desaparición del 2% de la población.
Pero, si uno ve más allá, este culto sí existió, fue liderado por un hombre llamado William Miller, quien junto a sus seguidores, aseguraba que Jesús iba a volver el 22 de Octubre de 1844.
Esta historia se conoce como la Gran Decepción, pero da las raíces de lo que se iba a contar en esta temporada.
Esta última temporada se centra en dónde está la familia Garvey, Jamison y Murphy tres años después de los acontecimientos del final de la segunda temporada. Esto siendo unas semanas antes del séptimo aniversario de la Desaparición Repentina. Y mucha gente cree que al llegar esta fecha, llegará también el fin del mundo.
Así que es en estos momentos donde se explota el tema de creer.
Por un lado, tenemos los personajes de Matt, John y Michael, que al inicio de la temporada están escribiendo historias de Kevin, nuestro protagonista. Historias con un tono un tanto bíblico que hacen creer que Kevin Garvey es tal vez la reencarnación de Jesús. En dichos versículos se cuenta, entre otras cosas, sus múltiples viajes al limbo junto a su enfrentamiento contra Patti Levin.
En Australia, tenemos a Kevin Sr, el padre de Kevin. Él es uno de los que aseguran que el fin del mundo está cerca y será por una inundación, por lo que tiene un plan para evitarlo: una canción basada en diferentes fragmentos de cantos de aborígenes australianos.
Por múltiples tragedias de la vida, al mejor estilo de The Leftovers, Senior, se encuentra con Grace, una mujer que encuentra los textos acerca de Kevin y accede a buscar a Kevin por una razón muy personal.
Incluso la historia de Nora de esta temporada, en la que le muestran un método para lograr ir donde está ese 2% que desapareció siete años antes. En otras palabras, podría encontrarse una vez más con sus hijos. Y a pesar de estar un poco escéptica al principio, cada vez cree de mayor forma que esto es real y lo llega a tomar en consideración.
O escenas un poco más cortas pero igual de poderosas, como cuando Matt se encuentra en un barco con un misterioso hombre australiano que asegura ser Dios. Esta situación llega a molestarlo tanto que lo confronta de forma amenazante, pero después de una conversación, llega a dudar de si es realmente el mismo Dios que tanto le rezó, le adoró y por el cual hizo todo lo que ha hecho hasta ese punto.
Y los ejemplos siguen, desde creer en un pollo profeta, un monstruo de siete cabezas dentro de un volcán, hacer una orgía para conmemorar a un león. En palabras de la misma Laurie, son tiempos bastante locos.
Todas estas interpretaciones del fin del mundo y de cómo prepararse mentalmente, le da una vez más un humanismo a la serie y el mundo que creó en sus tres temporadas.
En cuanto a mi, yo creo plenamente que tendremos un final digno esta noche. Un final que tal vez no sea del agrado de todos, como el mismo Damon Lindelof lo ha mencionado, pero al fin, un final satisfactorio al excelente viaje que tuvimos durante estos años.