Cualquier amante de la comida (o ahora comúnmente llamado, foodie) ha escuchado la expresión “comfort food”, que es básicamente comida que tiene el poder de aliviarnos cuando nos sentimos mal o simplemente cuando se hace necesario un chineo especial después de un largo y difícil día.  También es la comida que prepara la mamá o la abuelita, nada súper elaborado, pero que conserva magia en su sabor porque nos despierta nostalgia y un sentimiento de cariño particular.

Yo amo la comida y no me avergüenza admitirlo. Con los años he aprendido a apreciarla mejor y esto incluye prestar mayor atención cuando la veo en televisión o el cine, porque no son tantas las veces que el séptimo arte le dedica el tiempo que merece la preparación y celebración gastronómica que acompaña cada platillo, por pequeñito o simple que sea.  Hoy, sin un orden en particular, les comparto mi lista de 12 películas para abrir el apetito, en honor a la comida de confort, al #FoodPorn y a esa fiesta para los sentidos que acompaña cada desayuno, almuerzo y cena.

Chef

Debo admitir que Jon Favreau nunca ha sido relevante para mí, ni siquiera cuando fue novio de Mónica en Friends; sin embargo, en Chef me sorprendió.  No voy a adentrarme en tecnicismos sobre las actuaciones o musicalización, realmente eso no es lo importante en Chef, pues la comida es la principal protagonista, ¡y de qué manera! La preparación de cada plato cuenta con una toma perfecta donde casi se puede oler la comida, un simple sándwich de queso se ve tan delicioso que uno desea meterse en la pantalla para probarlo.  Es un antojo tras otro, esta película no da tregua un momento y, bueno, la historia del personaje de Carl Casper (Favreau) es muy bonita también.

Spanglish

Todos estamos de acuerdo en que cualquier película de Adam Sandler funciona como comodín en la tele por cable y ni hablar de la repetición innecesaria de una fórmula que hace tiempo dejó de ser efectiva.  Spanglish es un ejemplo de película que pudo ser buenísima pero se quedó varada en el camino, sin embargo, yo debo rescatar un detalle de ella y es que Adam Sandler hace de chef y, aunque pocas, las escenas donde prepara comida son lo suficientemente tentadoras como para querer probar alguno de los platillos.  Lo mejor de todo, es que lo hace ver tan sencillo que siempre quedo con ganas de dejarlo todo en la vida y ponerme aprender a cocinar profesionalmente.

Chocolat

Juliette Binoche interpreta a Vianne Rocher, una madre soltera y además chocolatera experta que abre una pequeña chocolatería en un pueblito francés. Ya solo esa premisa es suficiente para imaginar un sinfín de escenas exquisitas donde el chocolate es el rey; y eso es exactamente lo que sucede. Para terminar de completar la ecuación, Vianne conoce a un gitano irlandés llamado Roux (nadie menos que Johnny Depp) y entre el romance entre ellos dos y el delicioso chocolate en todas sus presentaciones, esta película es una elegante opción para quienes cuentan ambos elementos (el chocolate y Depp) entre sus cosas favoritas.

Ratatouille

Esta es mi película de Pixar favorita, por diversas razones.  Primero, considero que es una de las historias más lindas que he tenido la oportunidad de ver en un filme, segundo, porque me hace desear tener mi propio ratoncito chef y tercero, lo rica que se ve la comida ¡madre mía! Desde el principio de Ratatouille, Remy procura explicar por qué comer no es solo mover la mandíbula y tragar alimentos, sino un arte, un placer que merece disfrutarse. Además, la película nos da la oportunidad de presenciar el milagro de la sanación que ocurre a través de la comida de confort, cuando el crítico culinario Anton Ego prueba el plato que le da nombre a la cinta y brevemente se devuelve a la época donde fue más feliz.

Willy Wonka and the Chocolate Factory

Recomendación principal para ver esta película: tener chocolates y dulces a mano.  A pesar de ser ya un clásico del cine, algunos detalles hacen que esta película se convierta en una pieza atemporalmente hermosa.  El río de chocolate (que era chocolate de verdad), árboles de ositos de goma, los honguitos de azúcar, las paletas gigantes… es el lugar soñado de cualquier niño (y el de muchos adultos).  Toda la magnificencia que rodea a la comida en esta película la hace merecedora de todas las listas de películas culinarias del mundo, porque no deja de lado la comida que no existe, la que es un invento improbable y fantástico.

Cloudy with a chance of meatballs

Lo absurdo que suena una “lluvia de hamburguesas” se convierte en una realidad con esta película animada del 2009 y le abre un espacio especial a la idea utópica de que caigan del cielo objetos inimaginables, en este caso, hamburguesas, espaguetis con albóndigas, postres, gelatinas… cualquier alimento que se desee.  Con Bill Hader dando su voz para el protagonista, Flint Lockwood, y un despliegue espléndido de colores y formas de todo tamaño, Cloudy with a chance of meatballs nos hace fantasear con el día en que, por lo menos, la lluvia sea comestible.

Spirited Away

La comida tiene un lugar muy importante en la cultura japonesa, y en la representación adecuada de la misma no podría quedarse atrás el género de animación procedente de ese país: el animé; por eso las escenas que involucran comida en cualquier animé siempre son un espectáculo digno de aplaudir. Studio Ghibli tiene el máster en esto de ser absolutamente perfecto y Spirited Away es el mejor ejemplo de #FoodPorn que pude elegir para incluir en esta lista.  Desde la insólita escena de los cerdos y el banquete, hasta el extenso festín que le brindan a Kaonashi, cada plato luce apetitoso, demasiado para ser verdad.

Marie Antoinette

La versión de Sofia Coppola para la historia de la famosa reina francesa no solamente gira en torno a ella, también a los excesos característicos de la clase monárquica de la época.  La escena donde se prueban ropa y zapatos mientras comen pasteles y dulces es fácilmente una de mis favoritas del cine, podría ser porque Coppola logra reflejar, de manera muy estética e inocente, los 19 años de edad que tenía María Antonieta cuando llegó a reinar.  No solo los pasteles lucen irresistibles, los vestidos pomposos y esos peinados exagerados también parecen comida, ¿no lo creen? Vean este video.

Julie & Julia

Catalogada como comedia culinaria, Julie & Julia es una película que narra paralelamente las vidas una chica de Queens llamada Julie Powell y Julia Child, la recontra famosa cocinera. Un día, harta de su trabajo de cubículo, Julie se pone como meta cocinar todas las recetas del libro de Child, Mastering the Art of French Cooking, y escribir un blog sobre eso. Además del obviamente interesante detalle de seguirle el rastro a dos líneas de tiempo, esta película nos pone al frente de la clara convicción que tuvo Julia Child en sus primeros años de carrera y la de Julie Powell, que contra viento y marea logra recrear cada platillo del libro.  Y la comida… simplemente no escasean las imágenes de comida deliciosa, ya sea preparada por Julie o por Julia, es un agasajo visual que despierta el hambre de cualquiera. No recomiendo, bajo ningún motivo, verla con el estómago vacío.

Como agua para chocolate

Basada en la novela del mismo nombre, Como agua para chocolate es una muestra sobresaliente de realismo mágico literario. Empezando con un queque de bodas, horneado con lágrimas, esta película envuelve a la gastronomía con los sentimientos de sus personajes, creando un nexo metafórico entre la comida y sus vidas. La protagonista debe mantener en secreto sus sentimientos hacia el amor de su vida, y como resultado, las comidas que prepara son su manera de comunicarse con él.  Con misticismo, magia y sensualidad, Como agua para chocolate utiliza términos culinarios para evocar emociones meramente humanas, de ahí su nombre, que se refiere a ese momento donde el agua se encuentra a alta temperatura, justo como se sienten los enamorados cuando están cerca.

The Help

Para esta película, el director contrató cocineros expertos en cocina sureña para darle el color y apariencia más realista posibles a los platillos que las criadas preparan para sus patrones.  Mientras la película se centra en el drama humano que viven sus personajes, la manera en que ellas cocinan, con sus secretos, el amor y el orgullo que una buena comida les proporciona, puede considerarse una historia paralela.  Para las protagonistas, no hay mejor carta de presentación que un pollo frito perfectamente cocinado, para quienes vimos la película, quizá no hay mejor antojo en la vida. Yo solo quiero que Aibileen y Minny vengan a mi casa y me enseñen a cocinarlo.

The Grand Budapest Hotel

Si las películas de Wes Anderson fueran comida, yo creo que serían un flan o tal vez una crema de espinaca en su punto; la paleta de colores de sus películas me sugiere eso.  En The Grand Budapest Hotel, los colores que predominan son (como no) pastel, casi tan comibles como el delicioso Courtesan au Chocolat, una torre de piezas de pastelería rellenas de crema, magnífica creación de Herr Mendl y que pueden aprender a hacer aquí. Para el productor del filme, la pastelería fue parte de la historia desde el principio y ¿cómo no?, parece ser el ingrediente secreto de una historia ya de por sí fascinante e inolvidable.

Estoy segura que a estas alturas, muchos de ustedes están seriamente pensando en irse a sus casas a cocinar algo super delicioso.  ¿Cuál es su película favorita de esta lista? ¿Agregarían alguna? Pueden también leer un artículo que escribí hace tiempo sobre La comida en la TV, con algunas de nuestras series favoritas como protagonistas  😉