Un cuento para niños es solo un cuento para niños… ¿o no? Where the Wild Things Are es el ejemplo ideal de un libro que se supone es para infantes, pero que puede resultar fascinante para un adulto. Lo que consideramos literatura infantil a menudo juega el papel de texto educativo, porque se toma al libro como una herramienta para estimular la ampliación del léxico del niño, transmitir valores y de paso fomentar el gusto por la lectura. En la vida real, no todas las historias tienen una moraleja (o por lo menos, no tienen por qué tenerla) y eso es lo que más me gusta de Where the Wild Things Are.
Maurice Sendak no solamente condensó en menos de 400 palabras la historia de un niño y su aventura fantástica, también creó e ilustró las adorablemente grotescas criaturas que conoció en su viaje. A pesar de haber sido prohibido en las librerías al principio, Where the Wild Things Are es una obra de arte que, como muchas otras, se tomó su tiempo para posicionarse como tal. Pienso que muchas veces para disfrutar algo hay que liberarlo de etiquetas, y por eso hoy quiero contarles porqué tienen que conocer esta maravillosa historia sobre monstruos.
¿Quién es Maurice Sendak?
Nació en Brooklyn, New York el 10 de junio de 1928 y murió el 8 de mayo de 2012. Escribió alrededor de 18 libros e ilustró más de 70 ejemplares, pero alcanzó el reconocimiento internacional después de escribir e ilustrar Where the Wild Things Are en 1963. Sendak no tuvo una niñez precisamente feliz: al ser hijo de inmigrantes judíos, muchos de sus familiares murieron durante el holocausto por lo que aprendió el concepto de muerte desde que era muy pequeño. Debido a problemas de salud durante la niñez, tuvo que guardar cama durante largos períodos de tiempo, esto le ayudó a desarrollar un gran amor hacia los libros y la lectura. Pero la decisión de convertirse en ilustrador llegó cuando vió la película Fantasia, de Walt Disney.
Sendak se inspiró en su propia familia para dibujar las criaturas salvajes de Where the Wild Things Are, pues en algún momento manifestó que cuando era niño, las visitas de sus tíos, tías y demás familiares, judíos pobres y sobrevivientes del holocausto, le parecían caóticas y confusas. Para él solo eran adultos con dientes amarillos, caras y ojos alocados, que le pellizcaban las mejillas hasta dejárselas rojas.
Where the Wild Things Are: El libro
El libro cuenta la historia de Max, un niño que se porta mal y es enviado por su mamá al cuarto sin cenar, como castigo. Una vez ahí, empiezan a crecer árboles y maleza, formando un bosque enorme dentro de su habitación. Camina entre los árboles y se topa con un amplio mar, donde se sube a un bote y navega por muchos días y noches hasta llegar a la isla donde habitan los monstruos. Max logra intimidarlos al mirarlos directamente a los ojos sin parpadear una sola vez, por lo que es nombrado rey de las más salvajes criaturas, en celebración dirige una sesión de juego que incluye muchos saltos y carreras.
Pero Max se empieza a sentir solo y extraña su casa, su comida y su mamá. Se sube al bote y se despide de los monstruos salvajes, a pesar de que ellos le piden que no se vaya, porque lo aman tanto que podrían comérselo. Navega de regreso, muchos días y muchas noches hasta entrar de nuevo en su cuarto, donde lo estaba esperando su cena, aún caliente.
El libro ha sido alabado por diversas organizaciones educativas, periódicos y críticos alrededor del mundo por tratarse de un texto que a pesar de ser algo subversivo demuestra un sobresaliente análisis del enojo infantil, la madurez y la combinación de sentimientos con las que lidia el ser humano día con día. Por supuesto que otro detalle que convierte este libro en una opción imperdible son las preciosas ilustraciones de Maurice Sendak, sello inconfundible de su estilo y talento.
Where the Wild Things Are: La película de Spike Jonze
Existen varias adaptaciones del cuento, pero tal vez la favorita es la película de 2009 dirigida por Spike Jonze. Con ayuda de disfraces, mecanismos robóticos y electrónicos e imágenes generadas por computadora, Jonze le inyecta una dosis de realismo a los monstruos creados por Sendak.
La película es una extensión del libro, porque al ser tan corto se hizo necesario agregar detalles al guión para desarrollar la historia y ajustarla a la pantalla. Max (interpretado por Max Records) es un solitario niño de 9 años que tiene una vida no muy diferente a la de cualquier niño de su edad. Sus papás están divorciados, su hermana mayor lo ignora constantemente y su mamá (Catherine Keener) tiene que trabajar frente a la computadora aun a deshoras. Una noche, Max se comporta como un animal salvaje e incluso la muerde. Al ser regañado, huye de su casa hasta llegar al bosque, donde encuentra un bote en un lago que luego se convierte en el mar que navegará hasta llegar a la isla donde viven los monstruos.
A diferencia del libro, la película se detiene en muchos detalles de la relación de Max con los monstruos. Desde el primer encuentro, donde ayuda a Carol a destrozar las casas de los demás, hasta la relación individual que llega a sostener con cada uno de ellos. Es interesante señalar también que cada criatura simboliza una faceta de la personalidad de Max, y que así como mientras algunos monstruos son impulsivos y felices, otros son tímidos e inseguros.
Spike Jonze quiso propiciar un ambiente agradable para Max Records durante la filmación de Where the Wild Things Are, así que le pidió a otros miembros del crew que llevaran a sus hijos a las grabaciones para que jugaran con él. Actores reconocidos prestaron sus voces para los monstruos: James Gandolfini, Lauren Ambrose, Paul Dano y Forest Whitaker entre otros. Además, contactó a Karen O, vocalista de Yeah Yeah Yeahs, para la banda sonora que pueden escuchar al final de este artículo 🙂
Finalmente, creo necesario dejar claro que esta no es una película infantil sino un agradable y elaborado retrato de la niñez desde los ojos de un adulto, y mientras nos adentra en un mundo fantasioso, evoca recuerdos lejanos que nos hacen sentir como niños de nuevo, con los miedos, anhelos y momentos felices que alguna vez fueron primordiales para nuestra existencia.
Una hermosura de cuentos infantiles, sin duda. Trabajo con un grupo de niños, y en las lecturas recomendadas y/o obligatorias siempre cae algún libro de Sendak.
Por otra parte, se hizo más popular todavía gracias a ese episodio de Los Simpsons en el que Lisa tiene un sueño y se encuentra con criaturas el estilo Sendak, pero ese ya es otro tema…