Confesiones de una adicta a la muerte

En ocasiones pienso que debe haber algo mal en mi construcción como persona. Me pregunto el por qué detrás de mi amor por todo lo que tenga que ver con distopías, apocalipsis, desastres naturales, terrenos baldíos luego de una explosión nuclear, etc. Devoro cualquier historia que se desarrolle justo en el preámbulo del debacle o en los resultados de dicho evento. La muerte es el motor que enciende mi interés, sea de un mundo, una sociedad, una galaxia o de la moral y los valores que nos hacen humanos.

En la televisión tiendo a orbitar hacia las series que exploran estos temas pero lamentablemente no hay muchas que profundicen demasiado en todas la implicaciones que se merece este sub género. Aprecio mucho cuando una serie se toma su tiempo y analiza las relaciones interpersonales poniéndolas como el fuerte de la trama y convirtiendo el desastre en el medio por el cual se llega a ese punto.

Battlestar Galáctica es mi preferida, obviamente me refiero a la versión del 2004 creada por Ron Moore y emitida por la cadena SciFi, es ciencia ficción con tintes religiosos. Al inicio no sabemos claramente en cuál época se desarrolla la historia y esto hace aún más grandioso el final de la serie. Los detractores aborrecen lo que hizo Moore con su versión de la serie, al darle matices teológicos en el final, pero no sé si ellos vieron la misma serie que yo, dado que es claro que el tema de la religión aparece desde el primer episodio.

Jericho fue una serie que tuvo una muerte apresurada la cual maneja los que le sucede a una pequeña ciudad de Kansas, EEUU. Comienza como un tipo de novelilla de pueblo para luego entrar a debatir sobre temas de política, límites, estados mentales, etc. Tuvo dos temporadas y esta última gracias a una campaña de los fans que hizo que la televisora nos diera un zarpe.

Aeon Flux es una serie creada por Peter Chung, de principios de los 90s y fue transmitida por MTV cuando aún esta cadena era buena y daba cosas buenas de qué hablar. El programa tiene a una de las protagonistas más trastornadas debido a las circunstancias que la rodean. Con un estilo bastante innovador y una narrativa alejada de lo lineal, esta marcó un hito para su época.

The Stand, esta miniserie basada en un libro del maestro del terror o algo Stephen King, sentó precedente a la hora de contar historias de lugares que han sido víctima de un virus y lo podrido que puede llegar a comportarse el ser humano. Randall Flagg es un personaje constante en toda la obra de este señor, el miedo que me provocaba ese tipo y verlo como vicepresidente de los EEUU no quitó esa sensación. 

Evangelion no hay nada mejor que meterse en la mente de un adolescente inestable, introvertido y sin confianza en sí mismo, el cual tiene el peso de la salvación en sus hombros. Estoy segura que crecer en un mundo donde el género Kaiju es una realidad no debe ser nada divertido para el estado mental de la gente y esta serie lo demuestra con maestría.

Afterworld (youtube) mi obsesión es tal que hace muchos años cuando no sabía nada del mundo, me puse a buscar aleatoriamente post apocalipsis inexplicable y me salió esta excelente serie la cual cuenta con episodios de 2 minutos y narra la historia de un señor que quedó a la deriva un día en que la electricidad desapareció. La animación no es muy buena pero la historia es bastante entretenida.

Black Mirror se puede decir que es una oda a la dimensión desconocida pero en tiempos modernos, cada temporada consta de 3 episodios super intensos y distintos entre sí. Hace poco salió la segunda temporada y los fans ya estamos pidiendo a los Powers that be que nos traigan una tercera entrega. Se exploran situaciones desde desapego del ser humano hacia el mundo que lo rodea por el exceso de información, hasta la vida de la gente que para ser algo en la vida debe participar en un reality show con resultados mortales. Es bastante densa y entretenida.

Utopía es un claro ejemplo de la muerte de los valores expresado bajo una premisa muy astuta. El mundo de nuestros protagonistas pareciera no ser muy diferente al nuestro salvo que existe una novela gráfica con un secreto y quienes la leen son perseguidos por los mercenarios más despiadados que he visto desde hace mucho tiempo. Con una cinematografía super estilizada y un soundtrack buenísimo, esta serie me atrapó desde el día 1.

Terminator: The Sarah Connor Chronicles, antes de que Lena Heady fuera Cersei y después de que pateara traseros como espartana, fue Sarah Connor. El epítome del preámbulo del desastre, toda la serie pasa al borde del precipio que todos conocemos. La cancelaron y todos lloramos, fue una gran pérdida pero supongo que no hubiésemos tenido a Cersei.

Millenium, fue un producto de su tiempo, con tonalidades bíblicas, crossovers de ciencia ficción con The X Files y los Lone Gunmen, era de mis preferidas en el colegio y lamentablemente era imposible que continuara luego del 1999, nació y murió para ser una serie de los años 90.

Wild Palms salió en 1993 (de lo cual hasta hoy me doy cuenta) y no sé en que año noventero la vi, lo que sí sé es que la pasaron por Sony. En futuro lejano, el año 2007 (auch) vemos las tribulaciones que vive un abogado corporativo que se metió en algo tan que no puede manejar, suicidio, asesinatos, sectas y un estado de ensueño es lo que nos ofrece esta miniserie de Oliver Stone.

Menciones especiales:

Pero también veo series re malas que intentan ser edgy en cuanto al contenido pero el resultado es fatal , pueden verlas bajo su propio riesgo: