La nostalgia en base a la cultura de los 80’s ya se ha dicho que ha sido sobrexplotada en los últimos años, visto en el cine, la televisión y hasta en la música. Aún así, de vez en cuando, se pueden encontrar algunas luces de esperanza en proyectos que utilizan ésta herramienta, como lo es la nostalgia, para crear conceptos muy originales.
En otras palabras, Netflix lo hizo de nuevo con Stranger Things.
Empecemos desde lo que sabíamos.
Los hermanos Matt y Ross Duffer (conocidos por ser guionistas regulares en la serie de M. Night Shyamalan, Wayward Pines) estaban trabajando con Netflix para llevar a cabo una serie ambientada en 1983 que rendiría homenaje a las películas de ciencia ficción de dicha década. Ah y la protagonizaría la gran Winona Ryder.
El trailer apareció a mediados de junio, y fue todo lo que nos habían prometido. Niños andando en sus bicicletas, jugando Dungeons & Dragons, un niño desparecido de forma misteriosa y gente del gobierno con un plan muy misterioso.
En otras palabras Steven Spielberg se sentiría orgulloso.
Pero el viernes 15 de Julio cuando salieron a la luz los 8 episodios que compondrían esta primera temporada, nadie estaba preparado lo que nos íbamos a encontrar.
De todas las series y películas que han rendido homenaje a algunos aspectos de los 80’s, tengo que decir que Stranger Things es de las que mejor han logrado capturar toda la esencia de la década como un todo.
Desde la ambientación, la música, los diálogos, las referencias, los vestuarios e incluso hasta la fuente de los títulos es como si se estuviera viendo algo salido de un VHS.
La forma más sencilla de explicarlo es: Super 8 con la música de It Follows.
Pero, qué pasa con la historia, se preguntarán ustedes.
Sobra decir que la historia empieza con muchos misterios que se van desarrollando a lo largo de las 8 horas de la temporada, pero la forma en la que los misterios se van desenvolviendo y vamos encontrando respuestas esparcidas como piezas de un rompecabezas para que al final tengamos la imagen completa de la historia, es algo sobresaliente.
Asimismo, el misterio principal es algo que se pudo haber visto sin problemas en un episodio de The X-Files o en un libro de Stephen King de esa época, lo cual lo digo como algo muy bueno.
La música instrumental, compuesta por Kyle Dixon y Michael Stein, es hipnotizante de inicio a fin, usando en su mayoría sintetizadores que recuerdan las mejores épocas de John Carpenter o la más reciente, It Follows.
Al igual, el soundtrack está lleno de joyas de bandas como The Clash, Toto, Joy Division y el cover de una canción de David Bowie en el episodio 4, que prefiero mantener en secreto pero que les aseguro que los feels se les van a alborotar.
Las actuaciones son sobresalientes, tanto de los adultos, Winona Ryder y David Harbour se lucieron aquí, pero los jóvenes protagonistas lograron hacer de estos personajes, alguien en quien confiar y alguien de los que nos podamos interesar.
Así que si son fans de toda la cultura de los 80’s y desean ver algo diferente en la televisión, Stranger Things logrará saciar su sed de nostalgia.
