Sin duda, Internet ha cambiado el mundo de la televisión de maneras determinantes. Cada vez son más las personas que ven sus series de televisión favoritas por medio de sus computadoras y tabletas, llegando al punto de que muchos ya imaginan un futuro paradójico de series de televisión…sin televisión (el hecho de que sitios como Netflix y Amazon ya estén produciendo contenido original es prueba de esto). Esto trae consigo toda una serie de desafíos para las compañías productoras y los canales tradicionales, pero para la audiencia ha redondeado en una ganancia absoluta: nunca antes habíamos tenido tan a la mano una cantidad tan grande de series de calidad.
Lo que es más, ya no tenemos que conformarnos con la programación de los dos polos tradicionales de la industria televisiva, Estados Unidos e Inglaterra, sino que ahora podemos accesar –por medios legales o ilegales- a las mejores series de lugares fuera del radar televisivo. Es en ese espíritu internacionalista que paso a recomendar tres recientes series europeas que han dado mucho que hablar en sus respectivos países y que vale la pena chequear.
Borgen (Dinamarca, DR1, 3 temporadas)
Dinamarca últimamente se ha vuelto reconocida en el panorama televisivo gracias a series como The Killing y The Bridge -esta última una coproducción con Suecia-, las cuales han alcanzado gran éxito internacional e incluso han sido reelaboradas para la televisión estadounidense. Esas dos series se enmarcan en un nuevo pseudo-género que se ha venido a denominar Danish Noir: historias detectivescas con misteriosos asesinos en serie en sombríos paisajes escandinavos en los que prima es la atmosfera y el suspenso.
Borgen, por su parte, no podría estar más alejada de esa fórmula. Esta serie, creada por Adam Price en el 2010, es algo así como una West Wing danesa, en donde nos centramos en Brigitte Nyborg (interpretada de gran manera por Sidse Babett Knudsen), una parlamentarista de un partido minoritario que inesperadamente se convierte en la primera mujer en ser electa Primera Ministra de Dinamarca. El show se enfoca en la lucha de Brigitte por mantenerse aferrada a sus principios en una implacable arena política en la que es vista con desdén y condescendencia, al mismo tiempo que trata de balancear su trabajo como líder política de la nación con su cada vez más tensa vida familiar. Otros dos personajes que también reciben buena parte de la atención del programa son Kasper Juul, un pragmático asesor en relaciones públicas con un pasado tormentoso y Katrine Fønsmark, una periodista obsesionada con descubrir la verdad, aun cuando eso incomode a sus jefes y a los líderes políticos.
Si bien esa sinopsis pueda hacer que la serie suene demasiado melodramática (y cuesta encontrar una serie de política que no sea melodramática), Borgen en términos generales elude esos escollos, creando drama a partir de convincentes conflictos familiares y de maniobras parlamentarias realistas (lo cual la diferencia de series como House of Cards, en donde la política se convierte en una especie de guerra-todos-contra-todos maquiavélica en la que hasta el homicidio parece ser una herramienta razonable).
La serie, sin embargo, tiende a ser muy episódica y recurre con cierta frecuencia a la fórmula de la “crisis-de-la-semana”, en donde grandes desafíos políticos se resuelven en un solo episodio a base de coincidencias demasiado convenientes. Además, algunas subtramas son poco interesantes o del todo innecesarias. Pero aún con esas falencias esporádicas, Borgen es una muy buena opción si gustan de las series relacionadas con gobierno y política.
Les Revenants (Francia, Canal +, 1 temporada)
Creada por Fabrice Gobert y transmitida con gran suceso por la televisión francesa a finales del 2012, Les Revenants es una adaptación de la película francesa del mismo nombre, en la cual un gran número de personas en un pequeño pueblo se levantan de entre los muertos como si nada hubiera pasado e intentan retomar las vidas que perdieron años atrás.
Técnicamente Les Revenants es un show de zombies, pero a diferencia de la gran mayoría de series y películas de ese género, en esta ocasión no hay sangre ni gore y solo un mínimo de descomposición física. Al abandonar el horror y la acción, Les Revenants apuesta por crear una atmósfera inquietante y hasta solemne (de la mano de la sobresaliente banda sonora de Mogwai), menos interesada en explorar las razones detrás de la repentina resurrección de tantos muertos y más atraída por demostrar la mezcla de felicidad, miedo y dolor que sienten los personajes al interactuar con aquellos seres queridos que creyeron jamás iban a volver a ver.
Durante su transmisión original la serie creó cierta controversia debido a su opacidad y su desinterés (o incapacidad, dirían sus detractores) por explicar algunos de los aspectos más inescrutables de la trama, pero con una segunda temporada en el horizonte para el próximo año se espera que algunos de esos hilos sueltos terminen por ser atados (o no). Aparentemente, un remake a la estadounidense también viene en camino. Si les agradan las series enigmáticas (ya saben, la onda Twin Peaks y demás), Les Revenants queda muy recomendada.
Real Humans (Suecia, SVT, 1 temporada)
De la misma forma en que The Revenants es una serie de zombies que deja de lado todos los elementos más jugosos de ese género, Real Humans es una serie futurista de androides que subvierte expectativas y se aleja de la acción para enfocarse en las maneras en que una sociedad muy parecida a la nuestra se adapta a una realidad en la que los robots básicamente pueden hacer el mismo trabajo que nosotros y hacerlo mejor.
Creada por Lards Lundstrom en el 2012 para la televisión pública sueca (Escandinavia: el paraíso en donde la televisión pública produce series sobre robots y asesinos en serie), Real Humans sigue primordialmente la travesía de un cyborg y un grupo de androides que han obtenido libre albedrío y que tratan de huir en busca de su libertad. En el transcurso de los episodios, estos androides entran en contacto con un par de familias, lo que nos permite una ventana a las diversas actitudes que tienen los humanos ante nuestros amigos robóticos (y sí, hay sexo con robots).
El nombre Real Humans hace referencia a un movimiento político que busca reivindicar lo humano ante la “invasión” de androides que se inmiscuyen en todas las esferas de la sociedad. La serie, en general, es más interesante cuando se enfoca en este tipo de problemas que surgen cuando empezamos a confiar en un mundo demasiado mecanizado y en las complejas relaciones emocionales que se dan entre humanos y robots en este contexto. Pierde fuerza dramática cuando se dedica, en sus últimos episodios, a tratar de explicar sin mucho entusiasmo la extraña conspiración que se encuentra detrás de la aparición de la banda de androides libres.
Claramente el interés de los creadores se encuentra más en plantear preguntas interesantes y no tanto en responderlas, pero al igual que Les Revenants, una segunda temporada pronta a estrenarse puede ayudar a iluminar algunos de los puntos flacos de esta temporada. Irregular por algunos tramos, Real Humans aún así es una digna adición al canon de series de ciencia ficción.
Por: Manfred Vargas
Sus otros trabajos se pueden encontrar en 89decibeles (les recomendamos leer su columna Café Lumiére), en la página 115 y en su blog La Chop Shop.
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