Euphoria: Más allá de los excesos, hay corazón

Daniel Matarrita
Daniel Matarrita

 

 

Redes sociales, dick pics, sextear, adicciones, cancel culture, filtraciones de videos sexuales, nudes.

Este es el mundo en el que vivimos y la cultura que adolescentes tienen que enfrentar día a día en un mundo en el que la información corre más rápido de lo que uno quisiera. Una generación post 11 de Septiembre, que durante su infancia vio a Britney en sus peores momentos y que vive en un mundo donde lo análogo es prácticamente obsoleto. Likes, retweets, youtubers e influencers.

Este es la realidad que Sam Levinson, creador, productor, guionista y director de Euphoria (HBO) nos quiere mostrar con su primera serie de televisión pero que con nombres al frente y detrás de la pantalla, tan actuales y poderosos como Drake, Zendaya y la productora A24 Juntos, le dieron el empujón necesario a Euphoria para ser encontrada por la audiencia necesaria y volverse el pequeño gran éxito que, sin haber terminado su primera, confirmó una segunda temporada.

Euphoria
Euphoria

Y es que las historias retratadas aquí son crudas e intensas pero aún así se sienten como relatos que, desde cierto ángulo, podrían suceder o están sucediendo en este momento a alguien de las edades de estos personajes. Desde las adicciones hasta la sobredosis de Rue (Zendaya), nuestra protagonista, las decisiones más que cuestionables de Jules (Hunter Shafer) e incluso la transformación durante la temporada del personaje de Kat (Barbie Ferreira) al pasar de ser la virgen de su grupo de amigas, a sacarle provecho a hombres en Internet que buscan satisfacer fetiches en línea. Y estos son solo algunos ejemplos.

Y si bien -reitero- son historias con contenido explícito y un poco fuertes para ciertas personas, no toma ningún bando y se queda en el medio del debate sobre si glorifica o no estas acciones. Y esto me lleva a una de mis razones personales principales para escribir este texto.

Euphoria NO es Skins

Skins fue un fenómeno con el que mucha gente de mi generación bromea, es la razón por la que hacemos lo que hacemos. Por las decisiones que tomamos. Por la forma en la que nos comportamos.

Es un antes y un después para muchos de nosotros. Nos cambió la percepción (de errada forma, cabe señalar) sobre lo que podría ser nuestra vida. Sexo, drogas, fiesta, alcohol.

Ahora, no pretendo negar que Euphoria es eso (e incluso un poco más), pero la gran diferencia y tal vez hasta la razón principal por la que seguí viendo la serie, es que la idea no es poner en un pedestal todas estas acciones ni que sea el centro de atención de todos los temas.

Y esto puede influir en la libertad creativa de Levinson para con la serie.

Euphoria
Euphoria

Siendo un adicto en el pasado, al plantear una historia como ésta y así de personal, no sería de forma descuidada para realizar aseveraciones equivocadas. Era obvio que no iba a retratar un gran proyecto como Euphoria para demostrar «lo cool que pueden ser las drogas», sin embargo, tampoco intenta ser un video de D.A.R.E donde quiere educarnos y que rechacemos toda sustancia que pueda dañar nuestro cuerpo.

Las drogas existen. Está en cada persona si desea sacarles provecho y de qué forma.

El tratamiento de temas como la ansiedad, la depresión o las relaciones entre personas en la actualidad, al igual que la complejidad de muchos de los personajes, hacen que uno entienda un poco más su forma de pensar, especialmente si uno conoce de cerca situaciones, personas o escenarios similares a los presentados a lo largo de la temporada. Yo he conocido parejas como Maddie y Nate, he sabido de historias de gente como Kat o Cassie, he tenido actitudes de Ethan o Lexi y he visto muy de cerca una relación como la de Jules y Rue.

Euphoria
Euphoria

Y si bien, hay situaciones que cambian para su propósito como serie con un hilo narrativo, no dejan de sentirse como circunstancias cercanas a la realidad.

También deberíamos hablar de la cinematografía y en general, la parte visual de la serie.

Desde la composición de las tomas que fueron ideadas desde el inicio con Storyboards, el cambio de formato para grabar, ya sea análogo o en digital, el uso del color y luces a lo largo de la temporada y pues ya ideas súper ambiciosas como la ya icónica, escena del cuarto que rota.

Ni un solo episodio dejó de sorprenderme o me dejarme pensando por horas en cómo lograron X escena.

Al igual, los detalles de vestuario y maquillaje, que normalmente no suelen ser algo a lo que le presto mi atención. Aquí juegan un papel sobresaliente al consolidar la apariencia de los personajes.

Incluso la música, compuesta por el cantante y productor, Labrinth que con beats increíbles e incluso esquizofrénicos (como él mismo los define), completa la lista de maneras con las que esta serie nos cautiva.

Así que tal vez, más allá de la controversia que ocasionó incluso antes de su estreno por el uso excesivo de desnudos masculinos*, no se redujo a quedarse en shock value y se atrevió a contar una historia con corazón.

Euphoria llegó en un momento crítico para nuestra juventud y tenerla no va a cambiar la forma en la que toda una generación ya se comporta, para bien o para mal.  De todas formas, no siento que ese sea su objetivo.

Euphoria
Euphoria

Tampoco debería ser algo que un padre o madre vea y se alarme. Después de todo, en esos casos lo que les importa es saber si antes del episodio se aclara que es basado en hechos reales. Pero no lo dice, entonces no puede ser tan diferente a ver El Patrón del Mal o Breaking Bad, ¿cierto?

Euphoria no es el video que van a proyectar en escuelas para definir excesos o peligros en el Internet, tampoco es la serie que los papás van a querer ver con sus hijos para enseñarles una lección, pero no veo por qué no debería serlo.

No va a ahondar en algo que los adolescentes de ahora no conocían pero tampoco se va a sentir como un sermón del culto de las 7 o del ex adicto invitado a una lección en orientación del colegio.

Puede que sea la mejor forma de introducir tanto a padres como a hijos a los temas, situaciones y peligros que se viven en el día a día sin que deje de ser interesante verse como una serie más en la lista gigante de lo que el Internet nos recomienda ver.

 

*Nota: Me parece una hipocresía después de que por años hubo al menos una escena de este tipo pero con mujeres en el mismo canal, en un programa de televisión tan enorme como Game of Thrones y no suscitó ni la mitad de controversia que logró un show que, y repito, ni siquiera había estrenado aún.

 

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