Estimado lector: este texto contiene ciertas descripciones, generalidades y conceptos presentes en “Avengers: Endgame”. Si prefiere no saber nada antes de ver la película, disfrútela primero y luego regrese a leer este texto (lo cual podría ser la mejor opción, en caso de ser fanático que quiere entrar sin saber nada de la trama). Si no le molestan los análisis más de forma y en general, sin detallar aspectos específicos, puede tomar esta reseña como guía para ir a ver o no la película. Para los más fanáticos, luego del texto sigue la sección extra, con detalles más específicos de toda la película.
Las historias serializadas son efectivas. Cuando se hablaba de “fórmula” en las entregas del ya híper reconocido Universo Expandido de Marvel (MCU) siempre se pensaba como la parte negativa de las historias que se exhibían. Ahora, luego de haber visto el “juego final”, puedo entender esa fórmula como el estilo particular que una serie decide asumir a lo largo de una temporada. Claro está que este es uno de los planes más ambiciosos en términos de continuidad narrativa en el cine. Eso, en gran parte, viene de la mente del showrunner (jefe de serie) que visualiza de manera específica y general el macro plan de la historia: Kevin Feige. Ya yo me había quejado de la famosa fórmula que tanto fastidia o incomoda a muchos todavía. Parecía una manera fácil de ganar audiencia (que logró aumentar) y de abrir la puerta para que personas que no conocían la fuente original también se involucraran (lo cual también se logró). Ahora no es más que la visión cuidadosa de una persona puesta en producciones multimillonarias.
Y sin embargo, con todo y comparaciones televisivas, ¡Avengers: Endgame es toda una película! Pensemos en un importante prólogo (nutrido por buscarle solución al devastador final que concluyó Infinity War), que desata una transición hacia una nueva premisa, la cual, a su vez, funciona como aventura independiente de ciencia-ficción. De ahí, el desarrollo transcurre con los puntos básicos de la estructura de tres actos de un guion. Un conflicto que desata el arco narrativo general de la historia junto con pequeños mini conflictos que avanzan la trama hacia un lado o hacia el otro. Luego, al llegar al clímax más emocionante jamás visto, la curva de emoción para el espectador culmina en su punto máximo y la curva de emoción baja una vez finalizada la batalla. Estructura pura. (Es más, Endgame podría hasta considerarla como un largo e importante epílogo al final de la historia, en Infinity War).
Si la primera parte fue la historia de Thanos y su exitosa conquista, esta resulta en el melancólico relato de aquellos que quedaron atrás. Así, el buenísimo montaje (que hace ligeras sus tres horas de duración) hace que los acontecimientos transcurran de manera fluida y sin ninguna escena que falte o sobre. Los momentos más silenciosos permiten que los personajes conocidos se redescubran en nuevas etapas de sus vidas y la narración se centre tanto en la aventura como en el viaje emocional que conlleva para ellos. La naturalidad con la que todas las situaciones ocurren no solo son orgánicas dentro de su propia premisa, sino que permiten establecer mejor los riesgos emocionales de más peso sin perder fidelidad al estilo predeterminado que se le conoce a estas películas.
Parte de la escondida profundidad de esta película está a plena vista, en su título: la idea de la finalidad entrecruzada con aquellos que aceptan la conclusión de su viaje y quiénes están dispuestos a encontrar su mayor acto de valentía en el sacrificio. Las bondades de aquellos que buscan sostener la imagen heroica que se les ha impuesto y cómo a veces deben reconocer sus fallas y contradicciones para poder ayudar mejor a los demás. En Endgame, primero, se trata de aprender a dejar ir aquellos seres queridos que han “desaparecido”, lecciones de superación ante las imposibilidades de la vida; luego, el viaje se convierte en una odisea de tiempo y espacio que da paso a la esperanza colectiva, una manera de volver a las andanzas heroicas una vez más, con ánimos de poder conseguir la tranquilidad interior.
Así, entre tantos detalles y aspectos propios de la ciencia-ficción que sostienen las primeras dos horas de la película, queda la sorpresa del acto final, el cual entrega el espectáculo de mayor escala desde, creo yo, El Retorno del Rey. Si luego de eso uno pensaba que no existiría algo más épico, Endgame llega y hace prueba lo contrario. Luego de más de diez años de planeación, la expectativa es cumplida y la recompensa es enorme. La intención queda más clara ahora: el final del viaje se apodera del caos y le da sentido; sabe lo que debe —y quiere— mostrar, y lo hace muy bien. En términos de culminación de personajes, mundos, historias y composición visual, es de aplaudir el trabajo que queda ahí plasmado. Espectacular.
Lo increíble es que, por más que la película tenga sus guiños a las anteriores y siempre haya momentos que no se entenderán sin haberlas visto, las conexiones emocionales que quedan expuestas —y hasta resueltas— aquí tienen un peso merecido como historia contenida y como parte de la exuberancia visual. Es la magia del episodio. En este caso, el episodio final, uno que concluye, pero da paso a que puedan desarrollarse más historias en el futuro. La maquinaria no pierde.
Si alguien quisiera decir que este es el evento cinematográfico del año (2019), estaría en lo correcto. Uno con diez años de narraciones detrás, que culminan en pantalla grande como ninguna otra. Un evento que significa más para unos que para otros, pero es el que prácticamente nadie se quiere perder. Ya no importa cuál sea la perspectiva de la cual se le vea. Sea cine o narración serializada, la fusión está hecha. Funciona
Y luego de esto —aunque no vaya a suceder—, ¡que se acaben las películas de superhéroes! Qué alivio sería encontrar otro género particular que llegue a este nivel de popularidad o que las inevitables producciones futuras adopten un estilo diferente de estructura. En todo caso, sin saber a ciencia cierta lo que vendrá, queda disfrutar este formado fenómeno, inmenso en escala y atinado en sus puntos emocionales que lo aterrizan más de lo que uno esperaría. Y si lo que ha de venir continúa esta fórmula como sello particular y característico, ¿por qué no iban a hacerlo? Funciona.
Calificación: 10
Observaciones extra (en forma de spoilers)
–Desde su núcleo argumental, esta es una película sobre viajes en el tiempo. Las menciones a otros filmes de este tipo resulta una manera jocosa y bien lograda de establecer las propias reglas de este universo para poder contar la historia en Endgame. Como surgen tantas preguntas con el Capitán América y su regreso al pasado, la traída del martillo de Thor (Mjölnir) y cómo Loki desaparece con el “Tesseract” son cuestiones menores que sí dejan una duda, pero no me parece que afecten el atinado resultado emotivo que consigue la película.
–Era inevitable que el nombre más grande tuviera el reconocimiento y despedida de muerte. Son intensas y tremendamente merecidas las palabras finales de Tony Stark antes de dar el último chasquido. Más adelante, en su funeral, es alegría nostálgica (y de increíble logro) que prácticamente todos los personajes del MCU con vida estén ahí.
–Lo que me lleva a reconocer que la cantidad de cameos que tiene la película es una completa locura. Mis favoritos fueron Tilda Swinton, Robert Redford y Evangeline Lilly
–El regreso de la escena del elevador de Captain America: The Winter Soldier y cómo consiguieron no repetirse en términos de secuencia de acción es simplemente genial.
–La discusión entre Natasha y Hawkeye en Vormir para conseguir la piedra del alma transcurre con inusitada tensión y una coreografía de acción casi poética entre ellos. Genial.
–Nebula, como personaje medio molesto en las películas de Guardians of the Galaxy tiene la mejor manera de prestarse para un giro narrativo demasiado bien pensado y de consecuencias terribles, pero…
–…de resultados épicos inmensos. La batalla final es, fácilmente, una de las secuencias más impresionantes que he visto en cine. Casi como la saturación de guerra en la Batalla del Puente Milvio, de Rafael Sanzio.
–De ahí que una de las mejores imágenes es de todas los personajes femeninos reunidos para dar su golpe contra Thanos. Es emoción y una proclamación de la capacidad femenina dentro de estas historias.
–Mejores personajes: el Cap, Thor (sí, Thor), Nebula, Natasha, Clint y Scott Lang (ejemplo de coraje y candidez, espejo de sorpresa de nosotros como audiencia).
—Snap!