Después de varias temporadas, llega su final Club de Cuervos, la primera serie mexicana y hablada en español de Netflix. Estrenando su primera temporada en el año 2015, Club de Cuervos logró cautivar a miles de seguidores en estos años con su segunda y tercera entrega.
En la cuarta y última temporada, vemos cómo se van cerrando todas las historias de que se venían desarrollando anteriormente. Así que si no han visto este pitazo final, dejen de leer inmediatamente, porque vienen spoilers a continuación.
Bueno, la familia Iglesias intenta conseguir el dinero que necesitan para poder mantener el equipo a flote y para que no se los lleven a otra ciudad.
Chava, después de tratar de arreglar todo con todo el mundo, se ve envuelto en un enredo gigantesco en donde no tiene otra opción que cambiarse el nombre para que no asocien el nombre Iglesias con el de él.
Por otro lado, Isabel trata de recuperar el amor de su ex esposo, pero al darse cuenta de que iba a tener un hijo con su amante, decide que es mejor para los dos tomar caminos separados y vivir así, sin tanto pleito.
Hay una hilo que se va desarrollando durante toda esta temporada que es uno de los más tristes y más importantes. Es la historia del Zombie, un jugador que tiene problemas cardíacos y alucinaciones con un cuervo gigante que le dice que es un mal jugador y que no sirve para nada. Después pelear un poco más con este ser imaginario, decide motivar a los Cuervos con una danza Haka para jugar su partido más importante.
Una vez en la terreno de juego, Zombie logra meter el gol que le da la victoria a los Cuervos, sin embargo, queda tendido en el piso por su condición cardíaca. Fue el máximo sacrificio que hizo por amor al equipo y para cumplir su destino. Descansa en paz, Zombie.
En historias un poco más alegres, los Cuervos disfrutan de su gane y se mantienen en la liguilla. Isabel logra ser accionista del club de nuevo, Chava termina siendo diseñador de moda en USA y Hugo empieza a trabajar con Ricky Lamas, como su asistente personal.
Recordemos que antes de que saliera al aire esta temporada, se estrenaron dos spinoffs: La Balada de Hugo Sánchez y Yo, Potro. A ellas, por cierto, se les hace referencia durante este final.
Creo que esta última entrega le dio un cierre apropiado a la historia de los personajes y los trató con el respeto que se merecen. La serie termina así, y me parece bien ya que tampoco se puede alargar una historia solo porque sí. Las series merecen ser bien contadas y esta lo hizo.
Así que si no has el final, ¿qué estás esperando? Si ya lo viste, ¿te gustó?
Aquí te dejamos el tráiler:
