En su cuarto año al aire, Outlander nos dio algo totalmente diferente

Alfredo Cordero
Alfredo Cordero

 

 

Oficialmente comenzó Droughtlander (para los que no saben, es un juego de palabras dentro del fandom que se refiere a la “sequía” existente mientras Outlander se encuentra fuera de emisión). La temporada concluyó el domingo pasado y ya se siente la larga espera que tendremos que sobrellevar hasta la siguiente entrega. Recordemos que hay ocho libros y un noveno en camino, así que, si todo sale bien, habrá serie para rato. La temporada 4 fue la más distinta a todas las demás, con un enfoque más estructurado en sus tramas y subtramas: tanto Brianna como Roger fueron personajes cruciales en su desarrollo. Así como Jamie y Claire lucharon por estar juntos, les llegó el turno a ellos de demostrar qué tanto están dispuestos a hacer para que sea una realidad. Cuando hicieron su debut al término de la segunda temporada, Sophie Skelton y Richard Rankin me parecían actores regulares, pero mi opinión ha cambiado drásticamente: en estos nuevos episodios demostraron ser capaces de cargar en sus hombros la mayor parte del peso dramático de la serie, sin traspié alguno.

Como el arco de la temporada está trazado de manera clara, la idea de encontrar un hogar es el deseo intrínseco de todos y cada toma de decisiones nos acercó más a eso. Al término de la temporada anterior, Claire y Jamie llegan como náufragos al continente americano. Luego de asentarse en Fraser’s Ridge y empezar una nueva vida en Carolina del Norte, ese sentido de arraigo y pertenencia les brinda a los Fraser la estabilidad y sentido de domesticidad que tanto estaban añorando.

A partir de aquí comienzan los spoilers, así que si no la han terminado, cuiden lo que leen.

Luego de Black Jack Randall (Tobias Menzies) no tuvimos a un claro villano por cierto tiempo. Con la inclusión del mordaz pirata Stephen Bonnet (Ed Speleers), llegamos a percibir nuevamente ese antagonismo latente. En el primer episodio de la temporada, America the Beautiful, el dúo de protagonistas le ayudan a escapar solo para ser traicionados… él termina robándole las joyas y el anillo de bodas a Claire. Pensé que no aparecería más, y ojalá hubiese sido cierto.

En 1970, Brianna se entera que sus padres pudieron haber muerto en un incendio y toma la iniciativa de ir sola hasta las piedras de Craigh Na Duhn para viajar al pasado. Claro está que Roger va tras ella y al reunirse nuevamente en los 1770s, la que parecía ser la mejor noche de su vida se vuelve la peor: tienen una gran pelea por el gran secreto que él oculta y al separarse nuevamente, Brianna es violada por Bonnet. Espanto y sorpresa. Hubo muchos comentarios al respecto, pues se dice que la serie tiene una cierta fascinación cruel por cualquier tipo de tortura o acto vil, lo cual no puedo refutar. Al final de cuentas, todo esto aparece en los libros así que, en todo caso, deberían cuestionar directamente a Diana Gabaldon. En esta nota, Skelton habla acerca de todo su proceso.

Outlander
Ed Speelers como Stephen Bonnet

Varios encuentros fueron instantes que estuvimos esperando por mucho tiempo, como el de Murtagh con Jamie, o inclusive el regreso de Lord John Grey y el pequeño William (recordemos que también es hijo de Jamie). Pero nada, absolutamente nada, nos iba a preparar para el momento en que Brianna se encontrara con sus padres. Escalofríos y pura emoción. Para ella, Frank siempre va a ser el papá que la crió, pero es innegable el vínculo con Jamie, notorio desde el primer momento que se miraron a los ojos. Pero luego de tanta alegría, y como siempre parece ser en esta serie, llegó lo más brutal: el momento en el que debe confesar lo que le sucedió.

Outlander
Sophie Skelton y Richard Rankin como Brianna y Roger

El mayor malentendido del mundo se da cuando Jamie piensa que el violador es Roger, le da sus buenos golpes y lo entrega como prisionero a los indios Mohawk. ¿ES EN SERIO? Ahora tienen que rescatarlo de vuelta mientras que Bree se queda con la tía Jocasta (Maria Doyle Kennedy) en River Run, embarazada y sin saber quién es el padre: Bonnet o Roger. Qué fuerte todo y qué impecable la actuación de Skelton. Al final, el sacrificio del joven Ian tuvo todo el sentido del mundo: jamás se podría quedar Jamie con los Mohawks a cambio de Roger. No se podría aguantar otra separación de ese tipo. Roger debe decidir si asumir o no el rol de padre, ya que sigue sin saberse si el hijo es suyo…

Outlander
Sam Heughan y Maria Doyle Kennedy como Jamie y la tía Jocasta

Fin de spoilers.

Fue una temporada de muchos picos emocionales, y los cliffhangers capítulo tras capítulo, de manera continua, demostraron que se supo distribuir cada gran acontecimiento del libro apropiadamente. Varias personas lamentan que Jamie y Claire pasaron a segundo plano en su propia historia, pero es justificado: la relación con su hija es igual de relevante, y ya era tiempo de darle a Brianna material un poco más jugoso. A Caitriona y a Sam tampoco les pareció molestar el hecho de tener que “pasar la antorcha”, por ponerlo de algún modo. Estoy seguro que, de ahora en adelante, todos tendrán oportunidad de contribuir en partes iguales.

Outlander
Caitriona Balfe, John Bell y Sam Heughan como Claire, Young Ian y Jamie

No se nos puede olvidar su carácter histórico y por ende, siempre van a hacer uso de este recurso para transportarnos en el tiempo: la esclavitud de personas negras, lo cual Claire se toma por sorpresa, viniendo del siglo XX; los nativos americanos y sus rigurosas tradiciones; la Norteamérica colonial, entre otras. Tal vez una de mis metas para el 2019 sea finalmente leerme todos los libros, pero al mismo tiempo, no quiero arruinar ninguna sorpresa: puedo vivir sin saber lo que va a pasar de antemano. Si alguno los leyó, también me gustaría conocer su punto de vista. La temporada capturó mi atención en todo momento, y en definitiva, eso es lo que más logro rescatar.

 

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