Como fiel seguidor de American Horror Story, no podía sin poder quedarme sin escribir sobre este final que ha sido uno de los más esperados en mucho tiempo. Esta temporada comenzó siendo bastante interesante ya que regresaron las brujas más poderosas de todas.
Les advierto que esta reseña tiene todos los spoilers posibles. Así que de aquí en adelante no lean si no quieren saber como termina esta octava temporada.
Después de un regreso bastante violento a Murder House, en donde todas la brujas del “coven” se ven acribilladas por Michael, Cordelia y el resto de las principales no tienen otra opción más que huir a una cabaña en medio de la nada para poder protegerse. Ahí, planean regresar a Malory al inicio y evitar que todo este desastre nuclear ocurra.
Al volver, acaban con Michael desde adentro del refugio subterráneo que tenían. Así que después de permanecer como 2 años enterradas en el lodo de Luisiana, emergen ahora para tomar venganza. Su misión es simple, destruir a Michael para luego viajar en el tiempo y matarlo antes de que se vuelva tan poderoso.
Aquí es donde se pone bueno de nuevo. Vemos a Angela Bassett como su papel de la reina del vudú en un momento crucial del capítulo. Aquí es donde Dinah, la otra bruja, las traiciona y decide irse con el “lado ganador”, o sea, con Michael. Al ver esto, Marie Laveau mata a Dinah para poder salir del infierno y le da su alma a cambio a Papa Legba.
Luego de una masacre de todos contra todos, el resultado es que Malory queda herida, casi muerta porque fue apuñalada por Brock. Mientras tanto Cordelia se enfrenta de frente a Michael que en este momento está sosteniendo un cuchillo. Cordelia le dice que está acabado, que ella ganó y el mundo volverá a estar bien. Ella le arrebata el cuchillo y se sacrifica para que Malory pueda ser la nueva “supreme”, se recupera y trata de conjugar el hechizo tempus infinitum, que la hará devolverse antes de que todo este caos nuclear suceda.
De regreso en el tiempo, en el 2015, se ve un joven Michael siendo cuidado por su abuela, Jessica Lange en su papel de Constance. Consternada por última vez por los asesinatos de Michael, lo tira a la calle en donde afortunadamente Malory está conduciendo y lo atropella. Constance llega a su ayuda, pero lo ve y solo logra decir estas hermosas palabras: “go to hell”. De esta manera logran derrotar a Michael de una vez por todas.
En la Academia Robichaux, todo vuelve a la normalidad. De regreso se encuentra Queenie (Gabourey Sidibe), en donde le advierten sobre su estadía en el hotel Cortez. A Misty Day (Lily Rabe) la salvan del infierno en donde estaba, por ayudar a destruir al engendro del mal.
Todo es paz y tranquilidad hasta que vemos a una pareja que se enamora y, eventualmente, tiene un hijo. Después de una salida, la pareja regresa a la casa para ver a su pequeño lleno de sangre después de asesinar a la niñera. Sus padres, asustados, no saben qué hacer. Un golpe a la puerta y están de nuevo los sacerdotes satánicos, que auguran el regreso del Anticristo nuevamente.
Ahora, ¿que pasará en la temporada siguiente? ¿Seguirán con el problema del Anticristo? ¿Regresará de nuevo el fin del mundo?
Hay muchas preguntas y pocas respuestas, pero a mi parecer, esta temporada fue satisfactoria. Nos dio muertes sangrientas, poderes y luchas entre brujas y hechiceros, peleas entre el bien y el mal y sobre todo, mucha emoción.
Calificación de toda la temporada: 8