Succession: de negocios, poder y familia

Sergio Beeche Antezana
Sergio Beeche Antezana

 

 

 

Las familias en televisión siempre han sido fáciles de asimilar como elemento de continuidad para una narración. Las diversas dinámicas y momentos de tensión que se pueden lograr son inherentes a este tipo de representación. Es común que los parientes más cercanos tengan riñas o problemas que llevan a una conciliación que luego regresa a un reconocido status quo. Nunca se puede llegar a extremos con la familia, ¿no? Pues, esta vez, llega justo a probar lo contrario Succession, serie original de HBO, sobre los enredos entre familiares con mucho dinero y apetito por el poder antes que nada ni nadie. Apenas terminando su primera temporada con broche de oro.

Succession
Succession

De la contribución creativa de Adam McKay (guionista y director de The Big Short), y creada por Jesse Armstrong, Succession permite darse el gusto de ver el lado gris de los negocios con alta creatividad y filosa ironía. Al mismo tiempo, desarrolla los entretelones dramáticos de los hijos y su padre y aquellas tensiones evidentes sobre la herencia de la inmensa compañía de la cual todos quieren su parte. Luego de un inicio común, necesario para introducir el hilo de la historia y a sus personajes, nos damos cuenta de que esta es serie de cuidadosa estrategia y planeación. De conseguir enredos geniales en cada interacción y reunión familiar, Succession termina siendo gloriosamente humorística. Con momentos más incómodos de los que uno se pueda imaginar, pero con situaciones de las cuales es imposible no reír un poco.

Succession
Succession

Su audacia de variar desde cuestiones de negocios y hacia la excavación profunda de los oscuros vericuetos de esta familia permite que el enfoque siempre funcione; esté de un lado o del otro, el negocio no podrá apartarse de lo propiamente familiar. Así, se trata de historias con demonios por desenterrar y revelaciones por descubrir, detalles que apenas se revelan con el paso de los episodios, pero que dan para excelente televisión serializada. De ahí, destaca la manera en que HBO produce sus series: como los capítulos de un libro que nunca olvida (a largo plazo) ni un solo aspecto que introduce desde un principio. Resulta una historia con importante continuidad, pero con niveles adecuados de carácter episódico. Una línea conceptual para cada semana que transcurre para todos los personajes; a veces, en un solo escenario, lo cual le da agraciada teatralidad a porciones muy bien logradas de su narración.

Succession
Succession

Formalmente, hay pocas tomas generales o abiertas. Incluso cuando se dan las reuniones familiares, la cámara persigue y encierra a cada personaje como si solo ellos existieran. Cada uno es el centro del mundo, a ninguno le interesa otra cosa más que beneficiarse personalmente. El estilo queda establecido y el encuadre, que conoce cada personalidad, refleja la claustrofobia mental del personaje, dándole al espectador cierta ansiedad que desborda desde la pantalla. Al cobrar vida la serie, su aceleración es casi palpable: establece bien su propia identidad. Ayudan enormemente las actuaciones, excelentes todas.

Succession
Succession

Se puede decir que la clave del éxito en televisión viene de la combinación de situaciones y el desarrollo conjunto de los personajes. Esta es una yuxtaposición que tiene cierta ventaja por el tiempo más alargado que disponen los escritores para contar su historia. Con diez episodios de casi una hora cada uno, a Succession se le concede concretar magníficamente su trama principal mientras descubre y devela las personalidades y egos de estas personas. La serie aborda qué tan peligrosas pueden ser las confusiones y los malentendidos familiares; cómo pueden afectar las acciones que se pensaban valientes, pero solo terminan en más traiciones; incluso, en cómo influye el control y la manipulación paterna sobre los hijos. Culmina, entonces, en una clara sucesión: las hipocresías que surgen de los hijos mismos, quienes solo pueden ser producto de su educación directa y genética innegable.

Succession
Succession

Succession lidia con eso y lo transforma en una excelente serie de humor negro, que destaca más por esa confección y balance entre trama y personajes que como espectáculo visual. Si la imagen es su elemento menos llamativo, pero que siempre conserva su lado creativo, queda acorde con el estilo ejecutivo del resto de la serie: el gris y el azul del frío mundo de los negocios. Incluso con su carácter sustancial, de excepcional desarrollo de personajes y facilidad de repetir para desmenuzar cada episodio, Succession parece transcurrir sin esfuerzo alguno. Por eso y porque llegar a ser más entretenida que cualquier otro intento de dramatizar una conflictiva familia millonaria, estamos ante una de las mejores series del año.

Succession se transmite por HBO y está disponible en HBOGo.

Comments

comments

More from Sergio Beeche Antezana

The Good Dinosaur: inofensiva, encantadora y estéticamente impecable

    Por Sergio Beeche Antezana   Es porque Pixar nos tiene...
Read More

Comenta acá