Solo: A Star Wars Story

Sergio Beeche Antezana
Sergio Beeche Antezana

 

 

 

Son curiosos —y de cuidado— los niveles de expectativa que surgen cuando una historia pasa a nuevas maneras de contarse o ser imaginada para que quede plasmada en una película. Sucede todo el tiempo con los libros que son adaptados a versiones específicas en el cine. La imaginación de la mente al leer descripciones nunca será superada por las ideas de alguien más puestas en imágenes. Por alguna razón, eso es lo que sucede, y es la queja principal, que ha tenido la más reciente explotación de una franquicia (segundo spin-off, luego de la excelente Rogue One), Solo: A Star Wars Story, que cuenta las aventuras de uno de los personajes más famosos y queridos, Han Solo.

Solo: A Star Wars Story
Solo: A Star Wars Story

Es más, apenas ahora escucho a algunos fanáticos quejarse del carácter innecesario de estos filmes o la intención apenas de ganancia monetaria al producirlos. Adivinen: esa siempre ha sido la razón principal, no importa cuán relevante o súper creativa que sea la intención. Pero no se queda ahí: la idea original de ciertos personajes que son parte de un canon y permanecen en la memoria de los espectadores, resulta más difícil de ver complacida o siquiera de disfrutar entre tanta repetición y extensión del universo imaginado. En todo caso, ya no se trata de un producto que no se necesite; es sobre aceptar que ya está aquí y observar cómo se desarrolla sabiendo que no hay vuelta atrás. Por eso, y con el afán de no conectarla con las demás entregas, es preciso ver Solo como lo que es: una adaptación no tan fiel de los personajes ya conocidos.

Solo: A Star Wars Story
Solo: A Star Wars Story

Más allá de “respetar” el canon o “mantener contentos” a los fanáticos que tanto aman adentrarse a ese mundo fantástico entre las estrellas, Solo trabaja desde una perspectiva más sencilla en su planteamiento: seguir el crecimiento de este carismático personaje. Eso, a través de muy bien logradas secuencias y cierto espíritu aventurero que podría haber funcionado mejor como una serie que como película (por la manera en que están editadas las escenas a lo largo del metraje). De carácter episódico pero con sentido y buena ilación narrativa, Solo, desde su concepción, tuvo que haber sido pensada con un ojo más específico, antes de introducir a varios personajes nuevos (aunque uno sí deja su genial impresión).

Solo: A Star Wars Story
Solo: A Star Wars Story

Conforme avanza, los aspectos técnicos realzan los intentos de separarse del carácter épico de las historias originales para mostrar algo un poco diferente, como si intentara ser un western galáctico. Al final, termina siendo más la evolución de un personaje principal que llegará a convertirse en alguien conocido, pero que debe cruzarse diferentes aventuras e individuos primero (personajes secundarios puestos para ayudar al viajero principal). Para eso, el encanto de Solo recae en la buena —nueva— interpretación de Alden Ehrenreich, quien puede jugar un poco más con cierta ingenuidad inicial y convertirla en experiencia y astucia al final de la película.

Solo: A Star Wars Story
Solo: A Star Wars Story

Puede ser la mano veterana de Ron Howard que sostiene con coherencia el espectáculo visual, elegante y con personalidad revoltosa al mismo tiempo. Sin embargo, no termina de encajar, para uno como espectador, cuándo empieza su película y dónde termina la visión rechazada de Lord and Miller, quienes, pareciera, tenían una versión más arriesgada en mente. Es entonces que la intención monetaria (y de no “arruinar” en el asunto) de la inmensa productora queda más que demostrada. De todas maneras, Solo funciona.

Puede ser por su despreocupada narración y concentración en los altibajos que irán construyendo a Han como personaje reconocido y las maneras en que se logra una historia entretenida, la cual se sabe cómo terminará. O puede ser por el hecho de reconocer que no siempre habrá espectadores satisfechos con el resultado final, entonces, simplemente se toman —o no— los riesgos del caso. Es cuando la última media hora del filme consigue generar tensión e interés en los pequeños giros narrativos ocurridos en apenas un par de reducidos escenarios. Nada mal. Aunque sí resulta muy triste que la totalidad del filme habría funcionado muchísimo mejor con música menos predecible y, me atrevo a decir, con un poco más de madurez (la que suena en el trailer es mil veces mejor).

Solo: A Star Wars Story
Solo: A Star Wars Story

Entonces, Solo: A Star Wars Story juega a la segura y deja sus planteamientos un poco más simples de lo que debería, pero termina adoptando las características de su mismo protagonista como imperfecto e inquieto aventurero que es. Eso sin dejar de ser efectiva en sus escenas y curiosidades a través de los diálogos, a veces, buenos; a veces, risibles. Este es filme que se deja ver sin mucha preocupación. De historia poco complicada y competentes aspectos formales, tampoco hay por qué desdeñarla solo por entrar en fatiga (muy real) de este tipo de producciones. No olvidemos el carácter de adaptación que se le debe atribuir.

Calificación: 7

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