Mr. Robot se define mejor y encuentra valentía en su tercer regreso

Sergio Beeche Antezana
Sergio Beeche Antezana

 

 

 

Si se habla de terceras temporadas exitosas, es algo que se logra con la ya establecida maña de los escritores de conforman y delimitan los viajes narrativos de personajes ya reconocidos. Cuando se trata de voces con confianza y con una guía definida (un buen showrunner) para jugar dentro de los parámetros establecidos, los estilos que se pueden encontrar para contar la temporada serán más fáciles de diseñar y retratar. En el caso de un tercer año de Mr. Robot, serie curiosa que no encontró buen ritmo durante su segunda temporada, las terceras partes parecen serle de ayuda temática, narrativa y estructural.

Mr. Robot
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Con tiempos apenas necesarios para contar la historia de cada episodio (sin alargarse ni acortarse), las diez horas que conformaron la tercera temporada de Mr. Robot tuvieron más confianza y soltura que antes. A la vez que se afianza y continúa el estilo particular, el paso queda abierto para que se exploren diferentes maneras de traducir una idea en imágenes más sugestivas y controladas. Los curiosos matices propios de la serie se conservan mientras se ilumina un poco el recuadro.

Mr. Robot
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Siempre bajo la acertada visión y dirección de su creador, Sam Esmail, los pasos del Mr. Robot se benefician al no tomar tan en serio su mundo y de darle el toque adecuado de jocosidad entre tanta seriedad (en especial, con el nuevo personaje de Bobby Cannavale: genial). Sin los tonos tan oscuros del año anterior, el crecimiento de la trama es más interesante e intenso. Los personajes se encaminan en ese recorrido que los expande y profundiza mientras las imágenes deslumbran por su genial exposición y colocación (no hay encuadre malo).

Mr. Robot
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Ni qué hablar del lado más técnico de la serie. Al estar dirigidos todos los episodios por Esmail (y al haber escrito más o menos la mitad), la visión y colocación de cada escena es cuidadosa y de un estilo de autor muy bien definido. Cada momento destaca por confluir y funcionar entre las capas de sucesos que desarrollan la historia. El desenvolvimiento del arco narrativo general afecta a cada uno de los personajes individualmente. Al final, la historia pudo concretarse y adecuarse para que, como temporada de TV, sobresalga individual y generalmente.

Mr. Robot
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A pesar de que no queda sin un par de episodios tardíos que podrían haberse beneficiado de la restricción narrativa de los primeros seis (con un poco de repetición de conceptos), las historias cierran y se plantean nuevos rumbos para que la serie avance con más holgura. Uno de esos, diseñado como el seguimiento sin cortes dentro de un edificio de E Corp, siguiendo a Elliot y luego a Angela (en un falso, pero brillante plano secuencia); y otro, con increíble montaje paralelo que ayudó a crear la ansiedad justa para un momento que parecía nunca terminar. Episodios dignos de estudio y repetición.

Mr. Robot
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Así, las particularidades en las que se instala Mr. Robot se ven complementadas por los sucesos de la actualidad. La serie consigue crear una línea del tiempo paralela con los hechos y locuras inesperadas de la realidad y las adapta para su propio universo. Los temas y conceptos que se infieren ­­­—desde su núcleo—, como una serie sobre un hacker que habita en un mundo al borde del colapso, se expanden con aspectos contemporáneos y llenos de empatía humana por las circunstancias que acarrean al país en el cual sucede la serie. El Elliot que conocíamos va cambiando, lucha internamente, evoluciona (excelente la representación de ese conflicto interno); al igual que el resto del elenco, siempre aportando lo mejor para darle hondura y dimensión a las sorpresas y deslices de los personajes.

Es un alivio y una suerte que Mr. Robot encuentre sus mejores pasos de nuevo. Como entretenimiento bien hecho y de cierta relevancia tecnológica, no debería olvidar que los aspectos humanos son los que sostienen la frialdad metálica de la tecnología. Sin olvidar qué la hizo tan agradable e hipnotizante cuando comenzó, esperemos que el futuro solo le depare mejores y más emocionantes momentos a serie tan distante, pero tan entrañable al mismo tiempo.

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