Como suele suceder en la mayoría de ocasiones, cuando estamos frente a una segunda oportunidad, se tiene que apostar. Tiene que haber peligro, acción, más explosiones y cosas así. Sentir que nuestro protagonista tal vez no lo logre esta vez. Tal vez hasta meter a la historia nuevos personajes secundarios que de otro tipo de interacción.
Y tengo que admitir que esto sucedió desde el momento en el que llegué al Aeropuerto Juan Santamaría.
Desde encontrarme con que en el mismo vuelo en el que iba a El Salvador iba un equipo de fútbol (específicamente del Club Sport Herediano) de niños de unos 12 o 13 años, el hecho de que corrí por todo el Aeropuerto de El Salvador por malentendidos del mismo aeropuerto con respecto a nuestro vuelo, conversar con el Uber que me llevó hasta el hostel sobre la diferencia de precios entre Costa Rica y México, el terremoto y cómo ha estado casado con su esposa por 37 años y sin tener hijos.
El viernes tenía que comprar una suéter porque mi armario ya lo necesitaba. Me encontré con unos amigos (hola Alejandro y Mauren), amigos con los que nos íbamos a encontrar en el festival pero fue imposible entre la multitud de gente y la pobre señal de Internet, estuvimos en lo más cercano a un Art City Tour y terminamos la noche comiendo grillos y Esquites.
El sábado llegué pasadas las dos de la tarde y por un momento sentí que nunca me fui. Sentí como si no hubiera pasado un año. Extraño sentimiento que no iba a sentir solo una vez.
Spencer Ludwig
Palabra clave: Baile
Al igual que el año pasado apenas pasé el famoso arco, que se veía mejor que el año pasado por cierto, caminé hacia donde la música me guiara. Y esa fue la tarima donde Spencer Ludwig ya tenía un buen grupo de gente bailando.
A pesar de que había intentado escuchar cada banda o artista creo que se me pasó por alto haber escuchado la música.
Por lo mismo fue la sorpresa del sábado. Ya escuchando las versiones de estudio que tiene este artista creo que no le hace mucha justicia. El hecho de que en el escenario él se encarga de cantar, tocar la trompeta, bailar y hacer que el público también se mueva es algo de respetar.
Anika
Palabra Clave: Hipnotizante
Luego del baile seguimos a buscar sombra en la tarima de Levi’s. ¿Recuerdan como el año pasado solo me acerqué una vez a esta tarima? Bueno, este año me dieron razones para acercarme más seguido.
Anika suena a Post Punk, Trip-Hop y Shoegaze. Y cumplen de gran forma con cada uno de estas representaciones con un excelente sonido y mezcla de instrumentos y la voz tranquila de esta chica originaria de Inglaterra.
Pero el problema es que el concierto luego de un tiempo se llega a sentir un poco monótono. E incluso aburrido.
Al punto de que en varios momentos tuve que sacar el celular para revisar cuánto faltaba para la siguiente banda que tenía en lista.
Cherry Glazerr
Palabra Clave: Caos con sentido
A pesar de tener unos 10 minutos de atraso, apenas salieron a la Tarima Doritos, los integrantes de esta banda dieron exactamente lo que esperaba de haber visto videos de presentaciones en vivo.
Un sonido Garage Rock, Pop Punk, Indie Rock medio desastroso pero con sentido al final.
Clementine Creevy, cantante de este cuarteto, tiene la energía que uno esperaría de una banda de estos géneros.
Daughter
Palabra clave: Relajación
El sol de las cinco de la tarde combinaba de forma excelente con el sonido folk que tiene Daughter.
La hermosa voz de Elena Tonra, la guitarra que la acompaña en esas tonadas y la forma en la que tocaron excelentes piezas del Not To Disappear, disco lanzado el año pasado, son un regalo que ninguno se debería perder.
No solía ser el mayor fan de la banda pero esta presentación por si sola me hizo darles otra oportunidad para que me ganen.
Angel Olsen
Palabra Clave: Amor puro
Conozco la música Angel Olsen desde hace un par de años. La conocí por una recomendación del video de Windows por parte del siempre confiable YouTube.
Lo siguiente que noté, porque cómo no hacerlo, era ver la belleza de ella. La voz me encantó pero verla era lo que me terminó de ganar.
He hecho bromas acerca de esto desde hace un tiempo y por esto era necesario estar en un buen lugar para escucharla, verla y disfrutar de la excelente banda que tiene.
Esos outfits iguales para toda la banda, ese vestido de ella, todos con lentes oscuros y abriendo con Never Be Mine. Uno de todos hermosos temas de su último disco, lanzado y amado el año pasado. Tuvimos el honor de escuchar Sister y Woman en un mismo setlist y claro, cerrar con Special, una de sus canciones del disco recopilatorio, Phases lanzado hace no más de un par de semanas.
Mogwai
Palabra Clave: Sanación
Siempre he tenido una conexión especial con el Post Rock. Siempre me ha parecido algo de respetar al hacer una canción que tenga tanto sentimiento sin tener letra que le diga a uno qué es lo que tiene que sentir.
Es como cuando uno cierra los ojos pero aún sabe dónde tiene que ir.
Incluso para sanar una herida, unas guitarras y una batería que pueden contar una historia sin palabras y hacerle saber que tal vez no todo es tan malo.
La diferencia aquí es que ese era mi pensamiento de escuchar Mogwai en una presa o mientras escribía. Lo que no me imaginaba era el poder que podía tener esta banda en vivo y como dichos acordes que escuché tanto desde mi celular, iba a tener un impacto mayor cuando sonaba en esos parlantes enormes de la tarima Corona Light.
Japandroids
Palabra clave: Explosivo
Hubo una anécdota graciosa antes de llegar a la tarima Corona a escuchar a Japandroids.
Cuando iba corriendo desde la tarima donde estaba tocando Mogwai me encontré un grupo de unos cinco ticos comiendo y hablando. Se preguntarán, al igual que ellos me lo preguntaron de cómo supe que eran ticos. Tal vez por el aspecto, el acento o tal vez porque el primero que vi de ese grupo tenía una camisa con un logo enorme de Imperial y una gorra que decía “Made in Costa Rica”. Ustedes sabrán cuál creen que fue la razón.
Ahora, de Japandroids.
Japandroids vino a Costa Rica en el 2010. El joven Daniel los conoció unos dos años después y se dio cuenta de dicho concierto en el 2015.
En fechas de mayo del 2017 dicha banda anunció que iba a ser parte del Corona Capital. Daniel se empezó a emocionar por el festival que tanto disfrutó el año anterior.
El último time jump se da para el sábado 18 de noviembre, al ser las 7:10 PM en punto ese dúo que transmitía por medio de los audífonos tanta energía estaba ahí mismo. En la tarima. Y tengo que decir que no desperdiciaron ni un solo segundo de los 60 minutos que tenían disponible.
Cage The Elephant
Palabra clave: Energía
Ver a Cage The Elephant fue otro cierre de ciclo en mi vida. Como muchos recordarán, esta banda fue invitada a la última edición del Festival Imperial, efectuado en el 2011.
Yo fui uno de los desafortunados que no tenía los fondos para pagarlo ni la suerte necesaria para ganar entradas en ninguno de los concursos.
Unos seis años después, y dos discos más en su trayectoria, Matt Shultz y compañía iban a estar en el mismo país donde yo estaba. Y tengo que admitir que valió la pena toda la espera.
Matt Shultz es un showman como muy pocos. Ganarse un público enorme como el que se puede ver en este festival, no es tan fácil. Pero aún así logró hacerlo.
Banks & Steelz
Palabra clave: Expectativa
Fue una sorpresa llegar a la tarima Levi’s y encontrarnos que la banda todavía no había comenzado. Fue una sorpresa mucho más grande poder llegar casi al frente al puro inicio del concierto.
El proyecto de Banks & Steelz me intrigaba un poco. Tanto por sus integrantes (Paul Banks de Interpol y RZA de Wu Tang Clan) como por el sonido que podía salir de un proyecto de ambos. La música que encontré terminó de ganar mi atención pero verlos en vivo terminó de cerrar el trato. Si bien el hip hop no siempre fue lo mío, en los últimos años han habido proyectos y artistas que me han hecho apreciarlo un poco más.
Banks & Steelz es una unión de dos carreras musicales bastante diferentes que terminaron colisionando en un gran proyecto. Uno del que deberían ponerle atención.
The XX
Palabra Clave: Feels
Uno de los que sí sufrí perderme parte de la presentación fue The XX. A pesar de llegar a tiempo para cuando ellos empezaban, había un pequeño retraso de unos 5 o 7 minutos (lo cual en un festival equivale a una o dos piezas).
Solo me pude quedar a las cuatro primeras canciones porque tenía que correr a encontrar el mejor lugar posible de ver a Foo Fighters.
Aún así, tengo que admitir que no me defraudaron con esas cuatro canciones. Intro, Crystalised, Say Something Loving y para despedirme, Islands interpretada en solitario por Romy.
Me encantaría verlos de nuevo, preferiblemente en un lugar donde no choque con una de mis bandas favoritas de toda la vida, pero de lo poco que vi, es magia lo que ese trío logra en el escenario.
Foo Fighters
Palabra Clave: Trayectoria
Último show de la noche. Llegamos a la tarima Corona con unos 20 o 25 minutos de antelación pero era necesario. Como les digo, tenía que estar lo más cerca posible de esa tarima.
He sido fan de Dave Grohl y su banda casi que desde que tengo memoria. Videos como Learn To Fly o Breakout los podía ver miles de veces y me seguían pareciendo graciosos. Wasting Light fue mi soundtrack para los viajes en el cole y aunque Sonic Highways me decepcionó un poco, este año se reivindicaron con Concrete and Gold.
En ese momento cuando las luces se apagaron y la multitud empezó a gritar, Elena, una muy buena amiga, me preguntó “¿Está listo, Daniel?”
Nope. Claramente no lo estaba.
En la pantalla gigante que estaba al fondo del escenario apareció una fotografía de Malcolm Young, guitarrista y fundador de la banda AC/DC quien falleció ese mismo día. Y por lo mismo, abrieron con Let There Be Rock. Luego de eso, todo fue mejorando más y más. All My Life, Rope, My Hero, un cover de Under Pressure cantado por Taylor Hawkins, baterista de la banda, Times Like These y obvio, cerrar con Everlong. Si bien estas dos horas se pasaron volando, me hubiera encantado ver todo el potencial de la banda tocando su set usual de tres horas.
Aún así lo disfruté en como nunca. No aguantaba la espalda, piernas ni la garganta, pero vaya que valió la pena.
La salida, tal y como lo imaginaba, iba a ser desastrosa. Entre una presa interminable y gente que seguía saliendo del Autódromo cada minuto, fui llegando al hostel aproximadamente a las tres de la mañana, tomando en cuenta de que el concierto terminó a la 1:10 AM.
Aún así, no me arrepentí. Estuve ahí, me enamoré una vez más de Angel Olsen, sentí con Mogwai, grité con Japandroids, canté Shake Me Down con Cage The Elephant y lloré escuchando Times Like These.
Y, ¿lo mejor de todo?
Faltaba un día más de esta locura…
