Les pregunto, ¿qué tan importante es la música en sus vidas?
Algo casual de escuchar una canción a veces. Son tal vez de los que en vez de guardar todo un disco en Spotify o solo guardan las canciones que les interesa. De los que escuchaban canciones descargadas por medio de plataformas en línea que extraían solo el audio de un video de YT. Tal vez de los que dedicaban una sola tarde a llenar toda la información correcta (incluida una buena versión de la imagen de portada del disco) en un disco descargado por medio de un torrent. O de los que tienen un playlist, sin importar que sea en el iPod, celular o Spotify, para cada estado de ánimo que tengan.
Les cuento. Para mi escuchar música es casi tan importante como respirar. He olvidado más de una vez, la sombrilla o las llaves. Pero nunca los audífonos. Me ayuda en las difíciles presas de Guadalupe, los quehaceres de la casa e incluso al escribir una reseña como esta.
Mientras escribo esto, he estado alternando entre dos de mis discos favoritos de lo que lleva el año. A Deeper Understanding de The War on Drugs y American Dream de LCD Soundsystem. Sobra decir que los recomiendo montones.
Pero, ¿Por qué ésta larga e innecesaria introducción? Se preguntarán.
Bueno, la música es más importante de lo que creen en esta película.
Edgar Wright ya no es la joven promesa que nos dio en el 2004 Shaun of the Dead, el que dirigía videos para Mint Royale ni mucho menos el joven de 25 años que dirigió todos los episodios de Spaced (una serie de la que tenemos que hablar pronto).
No, ya para este 2017 estábamos al tanto de su quinta película lanzada al público luego de una larga espera desde que The World’s End, su última película, haya salido hace cuatro años, aparte de todo el drama con el tema de la película de Ant-Man.
Y para el momento que volvió, lo hizo con una idea que se venía formulando desde 1994 y que logró atraer un elenco de estrellas del calibre de Ansel Elgort, Lily James, Jamie Foxx, Jon Hamm e incluso Kevin Spacey.
Y tengo que admitir que la espera valió la pena.
Si Shaun of the Dead era una película para amantes del cine de terror y Scott Pilgrim vs The World era para amantes de los videojuegos, Baby Driver es para todos nosotros los amantes de la música en una película.
Con Baby Driver, Edgar Wright nos cuenta la historia de Baby (sí, B-A-B-Y, Baby), un conductor de escape (tal vez el mejor de todo Atlanta) que es parte de un equipo de ladrones liderado por Doc (interpretado por Kevin Spacey). El secreto de Baby para ser el mejor es estar escuchado música en todo momento, tanto para mantener su concentración como por una razón más personal que remonta a su niñez.
Al conocer una chica llamada Debora decide que necesita salir de esta vida para tener una vida normal con ella, y aquí es donde las cosas se ponen interesantes.
¿Recuerdan aquella gran escena en Shaun of the Dead en la que implementaron Don’t Stop Me Now de Queen en la historia? ¿O aquella en The World’s End donde de cierta forma la música que sincroniza con los pasos y las acciones de los actores principales?
Ok, en Baby Driver toman esto y lo llevan al siguiente nivel. Utilizar sonidos alrededor de lo que está sucediendo en pantalla (cerrar puertas, pasos de la gente, disparos, escobillas de un carro) y sincronizarlo con la música por el increíble arte de la edición y la dirección de las escenas que se extendían más sin un solo corte, es suficiente para disfrutar esta película en un cine y llamarlo una gran experiencia.
El soundtrack también es muy sólido, usando clásicos de The Beach Boys, Carla Thomas y Simon & Garfunkel, éxitos de los 90’s de Blur, Beck y utilizando música nueva de Sky Ferreira, Danger Mouse y Run The Jewels.
La historia como tal puede sentirse algo simple pero la contraparte de esto es que a pesar de saber que las cosas se van a poner mal, uno no sabe exactamente cómo se van a poner peor las cosas, lo cual lo hace interesante y emocionante.
Algo necesario de aclarar es el hecho de ya estar acostumbrados al estilo ya establecido de Edgar Wright, esto no es una comedia. Sí, tiene unos diálogos con un humor muy inteligente, algo ya esperado de este director y guionista, pero esto es una gran película de acción y crimen.
Y en serio hablo de una gran película de acción. Hay varias escenas de persecuciones en carro y una corriendo que son grabadas y dirigidas de forma excepcional (en especial la que abre la película).
Las actuaciones en su mayoría son bastante buenas por parte de Ansel Elgort, Jamie Foxx y mi favorito en la película, Jon Hamm. Kevin Spacey aparece siendo un personaje que ya le hemos visto antes pero que de todas formas sigue siendo un excelente actor en lo que hace. Por su parte Lily James también lo hace muy bien, pero la actuación de Eiza Gonzalez me quedó debiendo un poco y creo que tal vez con otra actriz, hubiera fluido mucho mejor en la historia.
Incluso podrán encontrar unos cuantos cameos de varios músicos a lo largo de la película, lo que hace que la experiencia de verla varias veces sea casi necesaria.
Un punto que me gustaría tocar también es hablar de una subtrama que no aparece en ningún trailer, subtrama que tiene importancia para la construcción del personaje de Baby, al igual que me pareció algo muy refrescante y le dio otra dimensión a la historia que se cuenta.
El final es explosivo con muchas cosas sucediendo al mismo tiempo pero sin perder el enfoque de lo que es importante aunque hay algunos momentos que se sienten un poco fuera de lugar. No necesariamente son momentos que lleguen a arruinar la película pero se llega a notar después de pensar un poco en retrospectiva.
En fin, Baby Driver con actuaciones estelares, una historia simple pero bien contada, un soundtrack electrizante de inicio a fin y una dirección impecable como siempre por parte de Edgar Wright, es una película que con todos los méritos, va a estar en la lista de los mejor del año para muchos.