Tal vez hayan visto posters o anuncios acerca de The Affair y llegado a intuir que puede tratarse de otra serie superficial, mundana, simplista o hasta rebuscada. La verdad es que yo pensaba eso, pero cuando decidí ver el primer episodio, más que nada por los grandes actores que conforman el elenco, me llevé una agradable sorpresa [kudos a la intro hipnotizante complementada con la melodía de Fiona Apple].
Para ir sin rodeos, presentaré a grandes rasgos los 4 pilares claves de la serie. Dominic West, a quien conocimos como McNulty en The Wire es Noah Solloway [curioso que su suegro en The Affair sea John Doman, quién encarnaba al Major Rawls en la serie de HBO], un escritor frustrado quien está casado con Helen (Maura Tierney, ganadora del Golden Globe por su rol de reparto) y padre de cuatro hijos: Whitney, Martin, Trevor y Stacey. Por otro lado, tenemos a Alison (Ruth Wilson), camarera y residente de Montauk, un pueblito costero en las afueras de Nueva York y a su esposo Cole Lockhart (Joshua Jackson, de la fama de Dawson’s Creek y Fringe). El matrimonio Lockhart se encuentra en un estado volátil debido a una tragedia que les volcó el mundo de cabeza. Inevitable recalcar el impecable acento americano de West y Wilson, pues ambos son ingleses.
Una narrativa dual
Presenta el génesis de la relación extramarital entre Alison y Noah, al conocerse cuando él viaja a Montauk con su familia para el verano. Su formato es sumamente particular, pues no se enfoca en narrar una simple historia lineal, sino que los episodios están divididos en dos: mostrando el punto de vista masculino (Noah) y el femenino (Alison) de un mismo recuento de los hechos. Ambas versiones de la historia son muy distintas, cómo es esperable. Estos contrastes incluyen detalles, como la ropa que andaban puesta, los lugares que visitaron, o conversaciones que pudieron o no haber sucedido.
Sarah Treem, co-creadora de la serie, destacó que «la idea fue contar una historia lo más verosímil posible, y no desde el romanticismo. Ése fue el objetivo desde el principio. No queríamos contar una aventura desde el punto de vista idílico».
El misterio paralelo
Resulta que toda esa historia veraniega se construye a partir de los recuerdos de ambos personajes, quienes narran a su conveniencia lo sucedido. Sabiendo de antemano que la memoria puede jugar una mala pasada, no se sabe de manera certera en quién confiar, engatusando al espectador pero sin soltar nunca su atención. En el presente, ellos están siendo interrogados debido a un asesinato llevado a cabo luego de una boda [ojo: no se sabe de quién es la boda ni quién es la víctima hasta muy adentrados en la segunda temporada, con twists de infarto a diestra y siniestra].
La propuesta se convierte así en algo fresco e insólito, pues poco a poco se develan verdades ocultas que solo el público llega a conocer. Eso no es todo, ya que a partir de la segunda temporada se dobló la apuesta. Incorporando dos perspectivas más, las de Cole y Helen, se puede ahondar aún más en las inseguridades, matices psicológicos y contradicciones de estas 4 piezas cruciales, sin dejar de lado las consecuencias intrafamiliares cuando hay una disolución de matrimonio de por medio. Algo interesante es no saber qué combinación de puntos de vista esperar en cada episodio [¡hay un episodio dividido en cuatro!].
No voy a revelar mucho acerca de aspectos poco predecibles de la trama. Lo que sí puedo decir es que en la tercera temporada no solo los puntos de vista son poco fiables, sino que tampoco se puede confiar en el estado mental de Noah, haciendo todo mucho más enrevesado. Sin embargo, una quinta perspectiva, introducida en esa tercera temporada, llega a ser un poco desconcertante.
Los escritores han logrado crear personajes redondos con los que podamos empatizar desde una perspectiva, y sentir repulsión desde otra. Sus defectos se sienten palpables y humanos, y la naturalidad en su expresión es admirable, pues les toca llevar el peso de la serie. Además, si hay algo que también le suma puntos, es su cinematografía y ambientación. Cuando uno va viendo el rompecabezas armándose, se siente una gran satisfacción. Lo mismo sucede con The Affair, en donde todo tiene sentido una vez que juntamos las piezas. Pero, esto sigue, pues fue renovada para una cuarta temporada.