Esto más que una crónica de sólo el festival, va a ser una crónica de mi primer viaje fuera del país, la primera vez que me subí a un avión y claro, lo que viví en el Corona Capital 2016.
Empecemos desde el principio. Tuve que hacer escala en El Salvador antes de llegar a México. Me daba miedo y me emocionaba mucho al mismo tiempo (no sería la última vez que tendría ese sentimiento durante esos 5 días).
Mientras nos acercábamos al aeropuerto poco a poco, y con el sol de las 7:00 am tocando el océano de El Salvador, Cuevas (Versión 1) de Monte sonaba en mis audífonos.
¿Acaso existía mejor canción para ese momento? Obviamente no.
Al llegar a México, y después de todos los trámites para poder salir del aeropuerto listo, incluida una travesía por todo el aeropuerto para encontrar un lugar donde vendieran líneas prepago, todo era inmenso. Las carreteras, los edificios, la ciudad, la Catedral, el Zócalo. Todo se sentía como un sueño. “We’re not in Kansas anymore”.
Hacemos un salto temporal al sábado en la mañana. No creo que sea necesario entrar en detalles de cuántos tacos al pastor me comí (los suficientes), cuánto chocolate tomé (un vaso gigante) y cómo fue mi experiencia viendo la lucha libre mexicana (una gran historia para otra ocasión).
Quiero dejar algo muy en claro. Este fue el primer festival de música de magnitudes gigantes al que yo he asistido en mi vida. Y no hubo nada con qué prepararse para lo que viví esos dos días en el Corona Capital 2016. No Festival Imperial, no Festival NRMAL, no nada.
Así que se pueden imaginar mi cara los primeros 10 minutos desde que entré al autódromo y vi todas las posibilidades que tenía para gastar mi tiempo ahí. El mapa que había visto desde que me estaba preparando para el viaje no lo sentí tan real hasta que entré. Comida, bebidas, mercadería, venta de productos, juegos, sillas voladoras y, obviamente, conciertos.
Miedo y emoción juntos otra vez.
Era algo que no me hubiera imaginado, lo mucho que se podía hacer en tan poco tiempo, pero claramente no perdí mi objetivo y fui directo a lo que iba, escuchar las bandas.
Fui llegando al famoso arco del Corona Capital pasadas las 2:00 pm. Gente aparecía de todo lado y todos con la misma cara de alegría de ver las bandas favoritas de cada uno.
A pesar de que nos habían dado un mapa de bolsillo con los horarios de las bandas no sabía qué hacer con tanto espacio y viendo a tanta gente. Así que apenas escuché música fui directo ahí. Según lo que tenía planeado, iba a empezar viendo a Gin Wigmore pero terminé viendo algo completamente diferente…
Caveman
Este grupo tiene un aire al rock de Bruce Springsteen al igual que lo tuvo The War on Drugs. Ese sonido para sentirse bien y disfrutar de lo que se está escuchando. Ellos en el escenario estaban tan felices de tocar para una audiencia bastante grande a pesar de que el festival estaba apenas empezando. Never Going Back y Life or Just Living son canciones son de esas que todavía sigo tarareando mientras escribo esto.
Parquet Courts
Yo escuchaba hablar de Parquet Courts en mi grupo de amigos desde hace un tiempo ya. Nunca me senté a escucharlos como se debía pero creo que era el destino interviniendo poder escucharlos por primera vez en vivo.
La fuerza que tienen en el escenario para que la gente cante, haga mosh y disfruten como nunca es algo admirable. Los escenarios cada vez se veían más llenos y eso me emocionaba bastante.
Aparte de eso, vi a alguien no tico con un pin de Ave Negra y tengo que admitir que me alegró el alma.
The Struts
Seguimos con The Struts, una banda que está trayendo de vuelta los 80’s de una forma diferente. No necesariamente con sintetizadores ni luces de neón, sino con una actitud del Glam Rock que se apoderó de en dicha época. No por nada estuvieron abriendo varios conciertos en la gira de Mötley Crüe.
La energía de Luke Spiller, el cantante de la banda, recuerda a los mejores momentos de Freddie Mercury o Mick Jagger, la música es una unión de muchas cosas que juntas suenan a algo que podría ser más grande en los próximos años.
Edward Sharpe & The Magnetic Zeroes
Este fue otro de los sets que no tenía planeado ver. Tegan and Sara iba a ser lo que iba a escuchar durante ese momento pero por razones misteriosas terminé en el escenario de Doritos escuchando folk y viendo al mejor showman de todo ese día.
Alex Ebert hizo de todo para ganarse al público y vaya que lo logró. Cantó, se bajó del escenario, puso a la gente a corear e incluso subió a unos niños que se habían encontrado el día anterior, solo para cantar Home, su tema más famoso.
Courtney Barnett
Para los que me conocen, saben lo que significó ver a Courtney Barnett en vivo. Para los que no, les explico.
He sido fan de Courtney desde hace unos 3 años. He escuchado sus dos discos más veces de las que puedo contar. Su segundo álbum fue mi disco favorito del 2015, escribí un pequeño texto aquí para que más gente la conociera.
Con todo esto dicho, creo que fue el destino que lograra estar lo suficientemente cerca del escenario cuando aparecieron y tocaron History Eraser para abrir su set de 50 minutos.
Y por todo ese tiempo, grité y canté como si no hubiera mañana.
Unknown Mortal Orchestra
A pesar de que no pude ver toda la presentación de ellos, tengo que admitir que correr hasta la tarima donde estaban y escuchar esas últimas 4 canciones fue una excelente decisión. Ffunny Ffriends, Multi-Love, Like Acid Rain y Can’t Keep Checking My Phone fue lo que pude escuchar y con esto me confirmé que escuchar a UMO en vivo es algo que todos tienen que hacer al menos una vez en su vida.
También tengo que resaltar la voz de Ruban Nielson y el gran poder del tecladista Quincy McCrary quien se lució como nunca.
HAIM
El hecho de que iba a escuchar a HAIM en vivo me hubiera parecido una broma si me lo hubieran dicho hace 3 años. Estamos hablando que esta banda de tres hermanas sacó en el 2013 (uno de mis años favoritos en la música) un disco que nos recordó las mejores épocas de Fleetwood Mac. Tres años después volvieron a los escenarios en diferentes países con solo un disco bajo su brazo y con un futuro disco que saldría en el tan emocionante 2017.
Aún así, hay que admitir que con el poco material que tienen disponible, el espectáculo que pueden dar es bastante admirable y claramente dejó la curiosidad y la expectativa por dicho nuevo disco.
Pet Shop Boys
Los 80’s han sido parte importante de mi vida. Siempre lo he dicho y lo voy a seguir diciendo. Las películas y la música de esta época en su mayoría fueron pan de cada día por toda mi infancia. Por esto, obviamente estaba más que emocionado de ver a Pet Shop Boys, banda que sólo creía poder escuchar en 94.7 cuando tenía 9 años.
Y el hecho de que ellos abrieron con Inner Sanctum (de su más reciente disco) y West End Girls le puso el sello de que este dúo sonaba tan bien como siempre los escuché en la radio.
The Killers
Y así llegó el momento. El plato fuerte del sábado. Una letra K gigante podía iluminar el escenario principal del Corona, y la multitud de gente esperando escuchar las mejores canciones de la tan reconocida banda de Las Vegas.
Abrir con Spaceman, tocar gran mayoría de sus éxitos del Hot Fuss y el Sam’s Town. Tocar unos pequeños covers de The Beatles, Joy Division y de hasta el mismísimo Elvis Presley. Cerrar con Mr. Brightside. En fin, el tiempo en el escenario fue suficiente para ganarse el público del Corona Capital y hacernos sentir que esa fue la experiencia de nuestras vidas (a pesar de que era solo el final del primer día).
Y así terminó ese primer día del festival. Una multitud saliendo con una sonrisa en la cara porque todavía estábamos extasiados de todo lo que vimos y escuchamos. También nos fuimos felices sabiendo de que aún quedaba un día más de pura adrenalina.