Algo llamativo de los directores de series británicas es su mentalidad de contar una historia en equis cantidad de capítulos, sabiendo que no es necesario extenderla indefinidamente. Además, es normal que la mayoría de capítulos de una temporada estén escritos por una misma persona, algo que es raro de ver de este lado del charco. Con Humans, no es la excepción. Su primera temporada es de tan solo 8 episodios, y se viene aplicando la regla de menos es más. Es una producción en conjunto de Channel 4 y AMC, creada por la dupla de Sam Vincent y Jonathan Brackley.
Es un remake británico de la sueca Real Humans o Äkta människor, y explora el universo de la inteligencia artificial, a través de robots antropomórficos y sintetizados, o synths, en este caso. De la versión sueca vi el piloto nada más, y tienen algunos aspectos en común, pero también leí que sus tramas e hilos narrativos toman caminos separados más adelante. Además, el tono de Äkta människor puede llegar a ser más kitsch y colorido [los synths son llamados hubots y se ven todavía más plásticos], mientras que Humans es más sombrío. Repasemos algunos puntos clave como eje de partida.
Implicaciones éticas
La idea del mercado de robots es muy controversial, pues se podría decir que su única función es la de servir como esclavos para la raza humana. La gente acude a los synths para ser sus guardianes y que éstos se encarguen de todas las labores físicas, sin capacidad de decir basta. Los prototipos femeninos inclusive son utilizados como damas de compañía y la explotación a la que son sometidos es deplorable. Uno diría: Claro, son robots, no sienten, para eso están diseñados… Pero no tan rápido…
Synths sumisos vs. synths conscientes
En otras producciones [¿Ex Machina les suena?], ha sido empleado el concepto de inteligencia artificial y cómo ocurre un fenómeno de introspección, que los hace “despertar”, queriendo ir un paso más allá. Humans lo hace de una manera muy interesante. Leo (Colin Morgan) es un híbrido humanoide-sintético que considera hermanos a cuatro synths (Mia, Niska, Fred y Max), quienes son dotados de consciencia como producto de la experimentación de un científico curioso.
Ver a los synths luchando por mantener su dosis de humanidad [porque sí, los quieren desconfigurar] es desgarrador y alucinante a la vez. Los actores hacen un tremendo papel para parecer completamente inertes, a través de miradas vacías y gestos entorpecidos [tanto las máquinas sin alma como los que son conscientes], y es muy desconcertante pensar que solo es una interpretación. Hay peculiaridades acerca de los synths, como que sangran azul y pueden ser codificados para ejercer distintas funciones.
Humans tiene repercusiones psicológicas
Anita (Gemma Chan) es la nueva synth sirvienta de la familia Hawkins. Gracias a su presencia, empiezan a haber problemas en el núcleo familiar y los tintes de thriller psicológico empiezan a relucir, ya que ella tiene un gran secreto. Otros personajes son el Dr. George Millican (William Hurt) y Pete Drummond (Neil Maskell), quiénes lidian con sus propias batallas en contra de synths invasivos. El cierre fue un poco apresurado, pero ésto no le resta mérito, pues el trayecto para llegar hasta ahí se disfruta muchísimo y además la ejecución no estuvo nada mal. Tampoco fue el fin definitivo, ya que la segunda temporada está programada para finales del 2016 en UK e inicios del 2017 en EEUU.
Siento que es inevitable pensar cómo sería para nosotros si tuviéramos que convivir con estos entes que supuestamente vienen a facilitar la vida. Para algunos pueden ser una fuente de compañía y protección, pero para muchos otros pueden resultar incómodos e intolerables. Por esto mismo los humanos abusan de ellos, debido a una frustración interna.
Mientras la veía, no pude sacarme el episodio Be Right Back de Black Mirror de la cabeza, ya que posee suficientes paralelismos. Muchas veces, las adaptaciones son una completa y absoluta decepción [ejem… The Returned nunca debió existir teniendo a su contraparte francesa Les Revenants como referente], pero siento que Humans es de las pocas que logra salirse del molde, y no sólo yo lo pienso.
Vale la pena verse inmerso en el mundo de los synths, más allá de una impresión inicial. Ahora tendré que ver Äkta människor, para llegar a realizar un contraste más profundo.