Por Sergio Beeche Antezana
No se dejen llevar solo por el curioso título de lo que es una comedia atrevida, agradable y sin tapujos que sorprende desde su primer minuto. Porque son pocas las veces que se puede afirmar que un canal (esta vez, de streaming) tiene una de las mejores comedias al aire del momento. Hablo de Catastrophe, que resultó ser la sorpresa más agradable del año pasado. ¿Por qué no mencionarla antes? Por el cuidado que había que tener al analizar y recomendar tan genial serie, que, increíblemente, solo tiene doce episodios, repartidos en dos temporadas.
Es gracias al buen gusto de Amazon que escoge a Catastrophe para que la serie llegue en diferentes momentos a este lado del mundo, al ser, originalmente, una comedia británica (producida originalmente por Channel 4) con muchísimo sabor y el humor que solo los ingleses logran mejor que nadie. Algunos dirán que de esa misma compañía viene la inigualable Transparent, la mejor serie del servicio, pero que podría pasar más por “dramedia”, al manejar temas y conceptos de manera más dramática y sensible. Aquí, muchos no se dan cuenta de que sí existe esta, que es comedia pura y que se nutre de los fallos de sus personajes para crear momentos de incomodidad total y expresiones extremas con sus diálogos desde su construcción de las situaciones problemáticas para crear una atmósfera totalmente casual, real e hilarante, digna de verse toda de una sola vez, poco a poco o en repetición para volver a reír.
El concepto mismo de la premisa está en su característico título, cuando cada problema que surge de la improvisada pareja, Sharon y Rob, que, luego de acostarse una vez, deciden vivir juntos y casarse y, de inmediato, ella queda embarazada. Así transcurren los acontecimientos, uno tras otro, que resultan exagerados, pero simples y orgánicos dentro del ingenio de los creadores (ambos comediantes) y personajes principales, Rob Delaney y Sharon Horgam. Son estas dos personas totalmente disfuncionales, pero, por alguna razón, completamente compatibles, que brillan con cada secuencia, conversación o discusión entre los dos. La apertura temática y humorística de la serie es refrescante ante la rigidez de muchas otras, dramas Y comedias.
Con personajes secundarios igual de disfuncionales pero que comparten agradable química con Sharon y Rob, Catastrophe busca desenterrar los tabúes e incomodidades de las relaciones de pareja que surgen en cualquier momento de convivencia, acercamiento o demostración de sentimientos genuinos. Llevado con sutileza y maestría en los temas más serios o complicados que dan paso a esos momentos que causan incomodidad, pero no se puede evitar reír por ser reflejo de una realidad que cualquier pudo haber vivido.
Eso sí, hay que tener claro que el humor no es para todo el mundo, por más sutil que sea; y tal vez esa sea la razón por la cual no es tan conocida. Pero Catastrophe triunfa en sus micro mundo y pequeñas temporadas que cuentan lo necesario, sin perder el enfoque principal para, así, dejar a quienes la vemos con ganas de ver qué sucederá después. Entonces, con sus inadvertidos pero grandes triunfos, esta pequeña, gran serie será la recomendación más entusiasta que casi nadie tomará en cuenta. Aún así, queda escrita la advertencia.