Por Daniel Matarrita
La explotación de los comics en la forma de series de televisión se ha visto cada vez mayor en los últimos años. ABC, CBS, Netflix, FOX, The CW, AMC y Cinemax siendo el más reciente, están apostando por contar más historias basadas en cómics y novelas gráficas basados en este tratamiento.
En la mayoría de los casos, se produce en forma de serie de televisión para profundizar dichos personajes, contar con más libertad algunas historias o simplemente por que no se podría visualizar la historia de otra forma.
Preacher, el comic de Garth Ennis y Steve Dillon, ha sido una de las adaptaciones que más problemas ha tenido para salir al aire, ya que se ha intentado desde 1998, dos años después de que saliera el primer issue.
Estando por las manos de Kevin Smith, Howard Deutch y Sam Mendes, incluso siendo rechazada por HBO por evitarse futuras controversias por los temas religiosos que toca.
En el 2015 fue anunciado por AMC que Seth Rogen y Evan Goldberg, junto con la ayuda de Sam Catlin, conocido por ser productor ejecutivo y guionista de Breaking Bad, se encargarían de llevar a cabo.
No les voy a mentir, ver los nombres de Rogen y Goldberg como productores y directores del primer episodio me asustaba, teniendo en cuenta lo que habían hecho con The Green Hornet por ejemplo. Así que estuve escéptico y no me dejé llevar por el hype de ver a estos personajes en la televisión.
Y debo decir que al final del episodio piloto quedé complacido con lo que vi. No es el mejor episodio piloto que he visto en mi vida, pero lograron capturar la esencia de los personajes y el mundo donde estos viven.
Desde un inicio tan extraño como sanguinario incluyendo una iglesia en medio de África uno pierde la preocupación de un posible escenario en el que la serie tenga miedo de mostrar los temas que trata en la novela gráfica.
El casting es de un buen nivel, poniendo a Dominic Cooper como Jesse Custer, un sacerdote muy poco tradicional y con un pasado misterioso en un pequeño pueblo en Texas. También tenemos a Ruth Negga como Tulip O’Hare, un personaje completamente diferente, físicamente hablando, a su contraparte del comic (ésta siendo de piel blanca y rubia) pero siempre teniendo ese espíritu guerrero que tanto la caracteriza. Al igual que Joseph Gilgun, quien interpreta a Cassidy un ser sobrenatural de nacionalidad irlandesa y con una personalidad muy extravagante (imaginen un Constantine menos pesimista).
Las escenas de acción estuvieron muy buen dirigidas y editadas, nada de shaky cam ni nada por el estilo. Tomas un poco largas con movimientos no tan sutiles para mantener la intensidad y la euforia de lo que sucede. Cosas que se pueden ver muy bien en las introducciones de Tulip y Cassidy.
El humor obviamente está presente de la misma forma en la que estuvo en su contraparte. Humor negro esparcido por la historia que nos hace reír y al mismo tiempo, cuestionarnos si reírnos de esas situaciones nos hacen malas personas.
Por ejemplo, la noticia de la muerte repentina de un actor muy conocido en Hollywood, el cual no vamos a spoilear por aquí, pero les aseguramos que les sacará una fuerte carcajada.
Así que sí les gusta la violencia, la acción, el humor negro o si simplemente son fans del comic original, sería bueno que le echaran un ojo a lo que se viene en AMC.
Este mismo domingo se estrenará el segundo episodio así que todavía están a tiempo de disfrutarlo desde los inicios.
