Por Sergio Beeche Antezana
El spoiler se ha vuelto parte intrínseca de la cultura popular que comenta y discute… pues, la misma cultura popular. No hay persona que no se moleste o decepcione cuando se escapa algún detalle de cierta serie o película y “arruine” el elemento sorpresa que pueda existir. Entonces, ciertas personas se encargan de hacer la vida imposible a los demás, y están los que se pasan quejando de ese detalle irrespetuoso de la genial experiencia de ver una película o serie por primera vez. La cosa es que las imágenes, trailers, especulaciones y teorías de fanáticos hacen que los detalles de cierta historia sean revelados hasta por la misma compañía productora, como un esfuerzo de generar más expectativa; por tanto, más personas en comprar boletos.
Sin duda, es agradable no saber mucho detalle; pero la cosa va así: el spoiler no debería quitarle a lo que se está viendo la fuerza narrativa o adecuada construcción de la historia simplemente porque ya se sabe el final. Se ve el conjunto, el desarrollo completo, no solo la sorpresa o susto del final, ¿cierto?
Este es el caso de la nueva película del inmenso universo cinematográfico de Marvel, ahora avanzando hacia una posible conclusión de lo que son los actuales Vengadores, Captain America: Civil War, que no es, de ninguna manera, “spoileable”.
La premisa es simple: hay un enfrentamiento entre el mismo Capitán América y Iron Man. Entonces, se forman bandos por diferencias entre estas personas que resultar ser una especie de “héroes”, ahora cuestionados por el mismo gobierno. Más allá de eso, no hay giros o sorpresas que puedan espantar o arruinar la experiencia de ir a ver la película al cine.
(Con Batman v Superman, película con la premisa casi idéntica a esta, el trailer ya había revelado el inicio, medio y final, pero de todas maneras su historia pudo haber sido disfrutada por su construcción, pero no sucedió, con resultados a medias de narración.)
Con Captain America: Civil War, los hermanos Russo (Anthony y Joe), al igual que con su antecesora, The Winter Soldier, saben dirigir con eficacia y construir un tema principal y las ramificaciones que este puede desplegar. El avance de la trama es parte del desarrollo del conflicto, y podría verse un poco forzado o salido de la nada, pero no se interpone entre las interacciones de los personajes y las subtramas meramente interpersonales que profundizan a cada uno de los protagonistas, porque puede sufrir de exceso de héroes, pero no se trata de ninguno que no hayamos conocido antes.
Esto porque Civil War es un episodio más en lo que podríamos ver como una temporada de televisión inmensa de los Vengadores. Las historias son individuales, pero sirven a una más general que los reúne de vez en cuando. Lo que sucede es que no todos los “episodios” son buenos en sí mismos, justamente por prestar más atención a lo que vendrá después. Es por eso que este filme triunfa en el buen manejo de su historia individual. Varias relaciones ya están formadas y la mayoría de las personalidades previamente establecidas, entonces, se centra en desarrollar su viaje interno en el protagonista y personajes secundarios.
Como una buena película de acción y fantasía, las locaciones, movimientos de cámara y puesta en escena se muestran pulidas y coreografiadas con acertada edición que no le quita la atención a cada golpe o alto que se da. Propiciando así una experiencia más que entretenida a la hora de presenciar los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, que, por alguna razón, predominan ante las explosiones.
Entonces, las geniales secuencias de acción son complementadas por la exposición del conflicto: un acumulamiento de discusiones, acciones y opiniones que explotan en el enfrentamiento, prácticamente épico, entre los héroes que deberían estar en el mismo bando. La lucha es completamente merecida dentro del desarrollo orgánico del filme, no hay salidas fáciles ni giros ridículos que otra película, arriba mencionada, tuvo la desdicha de sufrir. No hay excesos.
Pero el conflicto va más allá de diferencias de opiniones. Los temas de venganza y redención se reparten con el conjunto de personas que vemos con características extraordinarias, pero no son más que seres humanos con los mismos anhelos, deseos y preocupaciones. Ninguno queda absuelto de mantener su posición y defenderla hasta llegar a niveles personales que desatan las rivalidades y encuentros poco amistosos. Cada uno se presenta como individuo con merecida hondura. Esto no podía lograrse sin las buenas interpretaciones de los personajes nuevos y conocidos. Sobresalen Chris Evans, Robert Downey Jr. y el gran Daniel Brühl.
Claro, no podía faltar el buen humor con el que es llevada toda la película, para que el público se involucre más y se deje llevar por el buen ritmo de la película. Así es como quedan introducidos los nuevos personajes para agrandar aún más el inmenso universo de Marvel. Y ningún fan quedará decepcionado del conocido amigo arácnido en rojo y azul: un excelente par de escenas en las que aparece el carismático Tom Holland.
Captain America: Civil War no pretende ser más de lo que debería. Es así como se mantiene en contar su micro historia y cierra bien para avanzar la macro que, de manera obligatoria, nos toca seguir hasta el “final de temporada” de esta saga (Infinity War, si no me equivoco). Entonces, su desarrollo no se ve afectado por ningún spoiler que “arruine” el final, porque lo visto en el trailer es suficiente para saber por dónde irá la trama; son los conocidos conflictos humanos, incluso entre héroes, que no terminan al aparecer los créditos. Es ser testigos de los encuentros y desencuentros de estos héroe lo interesante con esta película. Las relaciones se estabilizan, las alianzas pueden cambiar, nuevas personalidades aparecen. Los finales solo traen nuevos comienzos, nuevas dinámicas.
Si bien la historia del Capitán América llega a cierta conclusión aquí, su viaje continúa, pero con el gusto de saber que, esta vez, contó muy bien su propia historia.