Inspirada en la película del mismo nombre de Steven Soderbergh, The Girlfriend Experience es una nueva serie del canal Starz que sigue a Christine Reade (Riley Keough), una ambiciosa estudiante de derecho que trata de balancear una incipiente carrera en un bufete de alto nivel con su segundo trabajo como dama de compañía para hombres adinerados (la girlfriend experience refiere a una escort que, además de la relación sexual, ofrece una interacción más intima con sus clientes). El mismo Soderbergh es uno de los productores ejecutivos de la serie, parte de su reciente e intenso involucramiento con el medio de la televisión. Si bien a primera vista la trama parece prestarse a una confabulación de clichés, estereotipos y melodrama, The Girlfriend Experience en realidad resulta ser una criatura singular, el tipo de serie que solo puede ser producto de una industria televisiva cada vez más abierta a la experimentación, los riesgos y las voces independientes.
¿Qué hace de The Girlfriend Experience una serie para considerar?
1. La libertad creativa
Una de las primeras decisiones de Soderbergh como productor fue darle las riendas de la serie a dos escritores-directores independientes que pudieran tener completa libertad para moldear la trama y hacer lo que quisieran con ella. Los escogidos para llevar a cabo esta tarea fueron Lodge Kerrigan y Amy Seimetz, ambos con una amplia trayectoria en el cine independiente estadounidense y que aquí comparten crédito como creadores, productores, guionistas y directores de la serie (Seimetz, quien también es actriz, interpreta además a un personaje secundario). En otras palabras, la serie adoptó un modelo de producción fluido, libre y auterista que comparte más similitudes con algo como Louie que con una serie convencional, por lo que se asegura que el resultado final sea un fiel reflejo de la visión única y personal de estos dos talentosos cineastas.
2. The Girlfriend Experience cuenta con un estilo particular.
Gracias a la libertad creativa descrita en el punto anterior, The Girlfriend Experience goza de un estilo visual y sonoro casi único en la televisión (cualidad que también caracterizó a The Knick, anterior proyecto de Soderbergh). La serie fue filmada de manera rápida completamente en locación y utilizando luz natural, lo que hace que tenga un aspecto sombrío y estéril que amplifica el aura enrarecido de los lugares en donde la trama se desenvuelve. Estas locaciones, que suelen remitirse a oficinas corporativas, restaurantes exclusivos y suites lujosas de hoteles cinco estrellas, se confunden en una mancha monótona de paredes transparentes, superficies prístinas y colores fríos; precisamente el estilo de diseño preferido por el hipercapitalismo urbano en el que Christine y sus clientes realizan sus intercambios sexuales. El intrincado diseño de sonido -que busca recrear el zumbido continuo de los rascacielos- y la sutil banda sonora ambient de Shane Carruth (novio de Seimetz y un reconocido cineasta por su cuenta) también merecen mención.
3. Es una serie de corta duración
En una época de “Peak TV” en donde las nuevas series parecen crecer en los árboles, The Girlfriend Experience tiene la ventaja de que cada uno de sus 13 episodios no dura más de media hora, algo inusual para una serie dramática. Esto significa que la inversión de tiempo en ella no es tan onerosa y la hace particularmente accesible para el binge-watching. Pero este plus no tiene que ver solo con un asunto de conveniencia para la audiencia: la duración más corta también le permite a la serie suprimir todo excedente narrativo innecesario, optando por un enfoque nítido en su personaje principal que lleva a episodios que, por su naturaleza introspectiva y atmosférica, en ocasiones se asemejan a cortometrajes cuasi-experimentales.
4. Un enigmático personaje principal
Si bien el hecho de que una mujer sea protagonista de su propia serie sin un hombre a su lado ya es algo inusual, The Girlfriend Experience dobla la apuesta con un personaje femenino que no es particularmente cálido, simpático o relacionable, ni se ocupa de un trabajo moralmente convencional. En cierto modo, Christine es un personaje que típicamente asociaríamos con los anti-héroes masculinos que se han multiplicado en años recientes, ya que puede ser controladora, manipuladora, pragmática, egoísta y ciertamente se siente seducida por conseguir poder. Lo que es todavía menos común, es un personaje emocionalmente distante sin interés por tener amigos o pareja, que puede ser escuchada diciendo líneas como “I just don’t like spending my time with anyone unless something’s being accomplished”. En este sentido, Riley Keough, con su actuación contenida y ojos expresivos, sobresale al interpretar a este personaje indefinible que da la impresión de operar simultáneamente en varios registros emocionales e intelectuales.
5. Un abordaje que huye del moralismo típico
Cuando una prostituta aparece en televisión o el cine hollywoodense usualmente se debe ajustar a dos tipos de representación: la prostituta de corazón de oro, bien intencionada y generosa más allá de la naturaleza de su trabajo; o la mujer abusada y perdida que necesita ser salvada de las calles. Kerrigan y Seimetz evitan estos dos estereotipos al enfocarse en una escort que decide por su propia cuenta entrar al trabajo sexual y para esto elijen un abordaje que huye de los moralismos y no busca imponer valores de juicio. A Christine le gusta el sexo y disfruta de su trabajo, pero al mismo tiempo esto no significa que ser una escort no tenga consecuencias en el resto de su vida profesional y personal. The Girlfriend Experience parece sugerir que, más allá de las percepciones subjetivas, el trabajo sexual de Christine es simplemente una transacción más en un mercado competitivo, una negociación entre adultos no más o menos viciada que cualquier otra que se lleve a cabo en los áridos centros corporativos de las capitales del mundo.
La primera temporada de The Girlfriend Experience se transmite en Latinoamerica por FOX+ y se puede streamear en la plataforma FOXplay.
