El estreno y producción de la octava película del meticuloso y brillante director, Quentin Tarantino: The Hateful 8, fue todo menos pacífica. En enero del 2014, el primer borrador del guión de la película se filtró, lo cual definitivamente molestó a Tarantino, que más allá de asuntos de piratería lo que más lo enojó fue que la versión que se filtró no estaba para nada lista, como buen perfeccionista que es. Por lo tanto el mismo anunció ,tiempo después del leak, que ya no haría la película, sino que haría su presentación teatral en el United Artist Theater en Los Ángeles.
«Quería escribir tres borradores del guión. Contar la historia tres veces y entonces, decidir, ‘Ok, esta es la película’. Fue entonces que hice el primer borrador. Estaba sin finalizar. Había un final pero no era EL final. Entonces, que se expusiera el borrador, esa versión, realmente me molestó» – Quentin Tarantino
Por suerte, el director cambió de parecer y continuó con la producción de «Los Odiosos 8», que una vez producida se filtraría también, antes de su estreno.
Por otro lado, Tarantino – al haber filmado en 70mm Ultra Panavision, exigió a los cines que exhibieran la película en este formato para mostrar de manera adecuada la grandeza de su obra. Lo cual significó una inversión en equipo para 100 cines en EEUU y Canadá.
Además de todo lo anterior, la película se estrenaría al mismo tiempo que Star Wars: The Force Awakens, lo cual se traduciría en un conflicto de ingresos para la película, que aún sigue sin superar a sus predecesoras: Django Unchained (2012) e Inglourious Basterds (2009). A pesar de todo esto el show debe continuar. El 25 de diciembre The Hateful 8 tuvo su estreno, y con todo y polaridades, esta octava película podría convertirse en una de las más icónicas creaciones del director, al menos para muchos de sus fans.
¿De qué se trata The Hateful 8?
La película se categoriza en el género de Western y engloba la historia de un grupo de criminales y cazarecompensas que en medio de una ventisca en las montañas del estado de Wyoming, se encuentran todos en una misma locación, la Mercería de Minnie. Solo que Minnie no estaría allí para atenderlos, en su lugar el «Señor (Senior) Bob», un mexicano que dice «cabrón» muy a menudo, estaría allí para recibir a las visitas y atender a los huéspedes. Conforme los 8 «extraños» pasan tiempo juntos, comienzan a desconfiar los unos de los otros y una violenta carrera se inicia para develar cuáles son las verdaderas intenciones (e identidades) de los odiosos 8.
¿Qué amamos/odiamos de The Hateful 8?
1. No es apta para todo público.
¿A qué me refiero con esto? Cuando vamos al cine a ver una película de Tarantino, tenemos que entender que ES UNA PELÍCULA DE TARANTINO. Las opiniones con respecto a The Hateful 8 se muestran bastante polarizadas: Hay quienes la aman con locura, y hay quienes la detestan y se sienten perturbados después de verla; definitivamente, estos últimos nos son fervientes admiradores del director.
Sí, la película es violenta
Pero ¿cuál película de Tarantino no lo es? Hay sangre en todo lugar, muchas veces de manera exagerada (en un estilo B muy fino) y sin alguna necesidad real. Es evidente la gran violencia que recibe el personaje principal femenino, y esto perturba a muchos
¿En serio? Hay una delgada línea entre aborrecer la película y negar la propia realidad en la que vivimos. Además ¿quién no habrá querido golpear a Daisy después de terminar de ver la película?
Sí, el racismo es latente y crudo
Pero ¿no lo es acaso en nuestra sociedad también? ¿Desde cuando fuimos liberados de todo pecado y perjuicio, que no me di cuenta? Aunado a esto, tomemos en cuenta, además, que la película se ambienta a mediados de 1800, pocos años después de la Guerra Civil en Estados Unidos, entre los confederados del Sur y los unionistas del Norte, donde las tensiones entre estos bandos eran extremas, y por supuesto, las actitudes con respecto a la segregación étnica también. Esperen muchas «N* words».
2. Dura más de 3 horas
Una de las quejas más comunes que he escuchado hacia la película, es su duración. Muchas veces sucede con el cine, les doy la razón en eso. De mi parte puedo decir que cada minuto de The Hateful 8 vale la pena. No hay momentos aburridos. El manejo de la película por medio de capítulos (muy común por parte de Tarantino), los diálogos brillantes y los saltos en el tiempo (flashbacks), hacen que The Hateful 8 sea una película muy dinámica. El hecho de que todo suceda en la misma locación, genera ansiedad para muchos, pero gracias a todas las otras características del filme, la Mercería de Minnie a veces pasa de ser una simple cabaña a convertirse en un mundo sin límites físicos.
3. Las actuaciones son fascinantes
El cast de The Hateful 8 reúne a muchos de los mejores exponentes favoritos del director, desde Samuel L. Jackson (en su papel de Mayor Marquis Warren), Tim Roth como Oswaldo Mobray (el verdugo del pueblo) y Michael Madsen, como el misterioso vaquero, Joe Gage; aA quienes hemos visto en películas como Reservoir Dogs, Kill Bill y Django Unchained. Además de otras muy interesantes adiciones como Jennifer Jason Leigh (como la muy odiosa prisionera, Daisy Domergue) haciendo uno de los mejores papeles en su vida, Kurt Russell, dándole vida de manera fenomenal al cazarecompensas John Ruth, Walton Goggins como Chris Mannix -que realmente parece salido de un western (quizá por esto aparece también en las series Justified y Sons of Anarchy), el mexicano Demián Bichir (como el señor Bob) y Bruce Dern, como el general confederado Sanford Smithers. El único que parece externo a la película es Channing Tatum (es muy atípico verlo en una película de Tarantino), pero sin duda, da la talla y hace su papel como los grandes.
4. La música, ¡la música!
Exactamente lo que se puede esperar de una composición de Ennio Morricone que abre y acompaña en cada momento el flujo emocional de la película, añadiéndole más «western«. Además, créditos a The White Stripes (Jack White) por «Apple Blossom» en las escenas iniciales, «Now You’re All Alone« de David Hess y «There Won’t Be Many Coming Home» de Roy Orbison. Una vez más, una banda sonora de lujo que nos pone la piel de gallina y exalta nuestros sentidos. Típico de Tarantino ¡Qué buen gusto!
5. Los brillantes diálogos
Una vez más, los diálogos de Tarantino que jamás han fallado y posiblemente jamás fallarán, nos deleitan en cada minuto de la película. En especial las líneas destructivas, inteligentes, espontáneas (y en ocasiones, diabólicamente crudas) del Mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), las intervenciones sorpresivas de Chris Mannix, o el discurso que termina de asegurar el odio que le tenemos a la muy odiosa Daisy Domergue. Gracias a los diálogos brillantes de Tarantino, es muy difícil sentir pesadas esas 3 horas y 7 minutos. El director se aseguró de que cada detalle que saliera de las bocas de su elenco fuese un elemento que más allá que diálogo, se convirtiera en el centro de la película. Además, el tono claramente teatral del diseño de la puesta en escena hace que el apoyo en los diálogos (mucho monólogos, muchas discusiones entre dos) sea esencial en todo momento. Fácilmente podemos imaginarnos a The Hateful 8 en teatros, y aunque a decir verdad, personalmente siempre me ha disgustado el teatro, ¡ojalá que pase!