Este 6 de enero regresó la muy cruda y excesivamente graciosa serie de FX: It’s Always Sunny In Philadelphia (Colgados en Philadelphia), descrita por muchos como la nueva «Seinfeld en crack«. La serie cuenta ya con 11 temporadas, y más de 10 años de haber salido al aire. Su creador Rob McElhenney (Mac), y sus productores ejecutivos y guionistas: Glenn Howerton (Dennis Reynolds) y Charlie Day (Charlie Kelly), son a la vez los protagonistas de IASIP y junto a Kaitlin Olson (Dee Reynolds) y Danny DeVito (Frank Reynolds) han logrado hacer de esta serie un delicioso manjar para todos aquellos fanáticos del humor más negro posible. It’s Always Sunny In Philadelphia no es para cualquiera, y ver un episodio como el siguiente puede afectar las susceptibilidades de cualquiera que no haya estado en contacto con las absurdas, macabras y violentas aventuras de este grupo de sociópatas.
Cuando pensamos que la serie no podía tornarse más macabra y estúpida, y a pesar de sentirnos peores personas con cada episodio que vemos, continuamos adentrándonos en la historia de estos «amigos» cuya cartera de eventos no para de extenderse y volverse más maligna.
En este primer episodio de la Temporada 11, el «gang» vuelve con uno de sus inventos más notables y diabólicos: El juego de CharDee MacDennis: El juego de juegos, ya que en este se compilan las bases de todos los juegos populares llevados al extremo de abusos, violencia, ebriedad y estupidez.
Esta vez, un supuesto representante de Mattel (Andy) visita el bar, Paddy’s Pub, y Charlie, Dennis, Mac y Dee deciden tomar esta oportunidad para encaminarse en una nueva y estúpida aventura y tratar de venderle al ejecutivo su juego. Esta vez, notamos algunas modificaciones, desde el nombre sugerido por Franks (CharDee MacDennis: Electric Boogaloo), la marcha inicial, el despliegue de banderas (con la notable bandera de 4 Fs de Frank) y algunos juegos y nuevas reglas que se unen a las diferentes fases del juego: «Trivia, Rompecabezas y destreza», «Retos físicos, dolor y resistencia» y «Violencia emocional y Humillación Pública». Entre los juegos se destaca «Darle la vuelta al Globo» (Spin The Globe), en el cual cada equipo debe dar la vuelta a un globo terráqueo y adoptar el acento de la región en la cual cae su dedo «arbitrariamente». Desde acento de Philadelphia (Para Dee y Dennis, por supuesto) hasta acento de Brasil (o cualquier acento latino a.k.a. chicano) para Mac y Charlie.
Otro de los nuevos juegos es «Manos en el cuerpo del ave» («Hands on the bird’s body), donde el ganador es aquel que deja más tiempo sus manos sobre el «asqueroso cuerpo de ave» de Dee; o «Escaleras y mierda» (Shits and Ladders), en el que el ganador debe sostenerse sobre una escalera después de haber tomado un poderoso laxante. ¿Pero qué tal si la medicina proporcionada por Frank no es un laxante y en su lugar es alguna droga que deja a los participantes inconscientes? ¡TA-DA! Una nueva modificación del juego en su segunda edición, la etapa de HORROR, en la que básicamente Frank se disfraza de SAW y les pone un reto que involucra pinzas conectadas a una batería. Resutado: Charlie en una cama de hospital, no sin ser humillado descaradamente por Dee y Dennis, quien tras haber ganado una vez más destruyen los juguetes del equipo perdedor.
Una excelente manera de haber empezado esta temporada. Un despliegue de oscuridad, brutalidad y abuso de todos los tipos hilarante, comiquísimo, para todos aquellos aficionados de la serie. «The gang» no tiene límites, los personajes únicamente involucionan destructivamente en cada episodio que pasa, hundiendo a todo aquel que se cruce en su camino y trate de interferir en su dinámica de grupo. Ellos dependen de sus malvadas influencias, así como nosotros dependemos de ellos. Al menos yo dependo de ellos, y no veo una vida plena y feliz sin It’s Always Sunny In Philadelphia. Son 11 temporadas, 11 años, mucha historia, mucha adicción.
A ustedes ¿qué les pareció este nuevo episodio de apertura de temporada?
