La primera vez que vi The Knick fui un poco escéptica. Las series históricas y de época no eran lo mío. Y quizá me empezaba a sentir algo agobiada de las series de médicos. Después de unos primeros minutos conociendo a Doctor Thackery (Clive Owen) en The Knick, sutiles recuerdos de Dr. House (Hugh Laurie) vinieron a mi mente. Si bien House M.D. empezó a ver luz en el nuevo y poderoso mundo de la era dorada de la TV hasta sus últimas temporadas, supo construir el arquetipo de doctor que alguna vez amamos por su genio, y luego odiamos por su obstinación y sociopatía.
No solo el Dr. Thackery me recordaba a este personaje oscuro, si no que puedo decir que lo opacó para siempre, y con este final de temporada, lo llevó a profundidades pocas veces vistas y le dio un cierre que de seguro recordaremos como uno de los mejores finales de temporada de las series de televisión contemporáneas.
Esta segunda temporada de The Knick, así como la primera, fue tan adictiva como la cocaína (o la heroína) del doctor Thack o como la infinita ansia de poder de la mayoría de sus personajes.
En The Knick, la sed de justicia nos ciega
Si algo compartimos todos aquellos fanáticos de The Knick, es que odiamos al menos a un 85% de los personajes de la serie. En su mayoría los buenos actos de los personajes siempre cuentan con una intención malévola. En algunos casos, las intenciones oscuras de estos las conocemos porque directamente nos las cuentan y mientras esperamos que estos villanos consigan su merecido (ya que por el momento, nadie ha recibido una patada del karma) nos olvidamos de otros personajes: los lobos vestidos de oveja.
Henry & Cornelia Robertson
Después de haber enfrentado a su padre acusándolo de haber extendido la Peste Negra o fiebre bubónica en Nueva York y San Francisco para su beneficio económico, Cornelia descubre dos verdades chocantes: Su hermano Henry (Charles Aitken) fue el verdadero responsable de este crimen, y responsable también del incendio en el hospital, la consecuente muerte de su padre y el intento de homicidio de Cornelia. Una vez más, enardecida en ira y adrenalina, enfrenta a su hermano que admite cual villano de telenovela mexicana haber sido culpable de todos esos crímenes y en una dramática escena en la que imaginamos a Cornelia rodar por las escaleras, la intimida para que no hable al invadir su espacio personal, como en otras ocasiones Hobart Showalter lo había hecho con la dama.
Seguidamente, la enfermera Lucy (Eve Hewson) llega, subiendo las escaleras de lo que metafóricamente podría interpretarse como su ascenso estrato social y la unión de una nueva pareja asesina.
El sexismo, como parte de tantas injusticias sociales que palpamos en cada episodio de The Knick, es latente, y en esta escena se plasma en la respuesta que Henry le da a Cornelia:
“Qué lástima que eres mujer… si no te habrían nombrado jefe de la policía» – Henry Robertson
Este pervertidillo personaje (que además incursionó en el porno animado) del cual no habíamos sospechado en lo absoluto, es posiblemente el más diabólico de todos; incluyendo al muy detestable Herman Barrow (Jeremy Bobb).
Herman Barrow
Después de haber destapado públicamente su amorío con Junia la prostituta (y haber puesto su fortuna a su nombre), sus nuevos amigos de la Alta Sociedad ahuyentan a la policía que lo acusaba de causar el incendio (¡de lo cual todos sospechábamos y caímos bobamente!), Barrow empieza a tener éxito en el círculo social del club, pero es probablemente el único villano al que vemos empezar a pagar por sus pecados. En una reunión con los señores del club, vemos las manos de Barrow llenas de marcas y llagas, lo que parece ser un posible cáncer causado (quizás) como consecuencia de los rayos X.
Tom Cleary y la hermana Harriet
La subtrama más tierna del universo, la pizca de drama-comedia que nos permitía seguir teniendo esperanzas en la justicia y el amor se desvaneció en este episodio con un desenlace que no veíamos venir. En un intento de absolverse de culpa y tratar un poco de probar suerte con la magia de la religión, Cleary va a la Iglesia a confesarse. Una escena que si bien tiene un planeamiento bastante cómico (con planos de los pies del gigante Cleary saliendo graciosamente del confesionario), sigue manteniéndose oscura, cuando Tom declara que él fue el culpable de que arrestaran a Harry y que lo había hecho todo para manipularla de que se casara con él.
Harry, en una escena que pudo haber sido lo más placentero y feliz para la audiencia en aquel momento, acepta a Cleary, y todos por dentro quedamos con un sabor de boca dulce-ácido esperando el momento en que esa bomba explote.
Los doctores: Gallinger, Edwards y Thackery.
Cuando pensamos que Everett Gallinger (Eric Johnson) no podía ser un personaje más malvado y cínico, nos dimos cuenta que estaba involucrado en una serie de experimentos de eugenesia, efectuados para dejar estériles a jóvenes menores de 18 años que no eran físicamente ideales para procrear, según Gallinger. Esta vez, a Gallinger le ofrecen ser orador sobre la eugenesia y viajar por el mundo implantando la idea de superioridad étnica y de que se puede jugar a ser Dios por el supuesto bien común. Primera parada: Alemania, por supuesto.
El doctor Algernon Edwards (Andre Holland) enfrenta a su padre por “mirar abajo”, y su padre lo regaña porque el joven doctor súper exitoso que está enojado no puede ni debe atreverse a juzgar a su padre, porque no tiene idea de lo que ha vivido para poder seguir vivo. Esta charla parece haber convencido al casi ciego Algie, que noblemente, al aceptar que su problema de visión lo alejaría inevitablemente de la sala de operación, decide tomar el puesto que Abbie Alford (Jennifer Ferrin) dejó tras su muerte, y rendirle tributo a su semi-mentor, Thackery, al usar la herencia que Robertson le dejó para crear una clínica de rehabilitación para adictos y aparentemente, abrirse un espacio en el campo de la psicología.
Finalmente, de la manera más poética y extrema posible, nos despedimos del doctor John Thackery (Clive Owen) para siempre, en una escena realmente chocante en la cual el joven y adicto doctor decide realizarse una operación a sí mismo sin anestesia para aliviar los graves problemas que la cocaína y la heroína le habían causado a sus intestinos, ahora isquémicos. La operación era desaprobada por todos los doctores, incluido Dr. Zinberg y la intención de realizarla sin anestesia obedecía al hecho de que la anestesia había matado a su muy amada Abbie. Tras cortar accidentalmente una arteria, el doctor se despide y sus últimas palabras quedarán plasmadas en la historia de la TV:
“Esto es todo.
Esto es todo lo que somos”
Sin embargo, las últimas imágenes que ve en su mente contradicen su pensamiento. Lo último en lo que piensa el doctor Thackery fue en la niña que mató y en su querida y fallecida Abbie. Si bien es cierto que somos cuerpos físicos, órganos sincronizados mecánicamente alrededor de una estructura ósea, también somos mentes, personalidades, emociones y pensamientos únicos. Cosa que además queda muy clara por el nuevo movimiento profesional de Algie.
La escena es cruda y oscura. La muerte de Thackery no fue musicalizada por una canción triste. La muerte del doctor fue solo vacío y silencio. El hospital Knickerbocker perdió una gran parte de su alma y espíritu. Y dejó en todos un sentimiento de decepción:
El héroe había caído. El circo había cerrado. Los buenos no son tan buenos. Y el mundo es injusto. Y no hay mucho que se pueda hacer para cambiarlo, pero el show tiene que continuar.
Este sentimiento de impotencia y oscuridad es lo que marcó a los pocos personajes en los que todavía teníamos fe y es lo que nos deja el final de la segunda temporada de The Knick.
¿Realmente murió el doctor Thackery? ¿Habrá una tercera temporada? ¿Steven Soderbergh seguirá dirigiendo el circo de The Knick?
Steven Soderbergh confirmó las primeras dos en una entrevista con Indiewire, además de su salida como director. Parece que tendremos The Knick para dos temporadas más con Cinemax, pero sin Soderbergh ni Owen, el escenario va a cambiar notablemente. Las buenas noticias: los guionistas y creadores Jack Amiel y Michael Begler continuarán al 100% con la serie; las malas noticias: Es muy posible que ambas temporadas empiecen a filmarse a partir del 2017. ¡Así que a armarse de paciencia!
¿Vieron el final? ¿Qué les pareció?
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