¿Se acuerdan cuando George Lucas nos hizo creer que ya los guiones para las precuelas de Star Wars estaban escritos desde el principio? Pues mintió. Y ahí fue cuando todo empezó a desmoronarse. Vamos a comenzar esta sesión de repaso por Star Wars con miras a “El Despertar de la Fuerza” con el Episodio 1: La Amenaza Fantasma. Yo no quiero engañar a nadie, así que de una vez aprovecho para confesarles que me ofrecí en sacrificio para repasar esta primera película (aunque de las tres más nuevas, no es la que menos me gusta, ese sería el Episodio II).
Casi todos los sentimientos que tuve la primera vez que la vi, afloraron otra vez. La ilusión, la emoción, el miedo, la nostalgia, la confusión, la esperanza y finalmente la desilusión, en ese orden. Voy a proceder a llevarlos por un recorrido de mis emociones, destacando a la vez los elementos más memorables de esta película:
La Ilusión
Recuerdo que cuando salió esta película, éramos inocentes y estábamos llenos de esperanzas, anhelábamos ver a más Jedi en acción, ver a Yoda ser un maestro activo y sobretodo deseábamos conocer a Darth Vader cuando era más joven y saber qué lo llevo a seguir el lado oscuro de la Fuerza. Con esa Ilusión comienza uno a ver esta película y la verdad, en las primeras escenas, va cumpliendo a cabalidad con nuestros deseos.
Todo comienza con la música, la cual de una vez nos transporta al pasado y a una Galaxia muy, muy lejana. Además he de reconocer que la música es usada de manera tal, que incluso escenas muy malas de esta película, ganan algo de valor gracias a John Williams. Además, no solo los temas viejos de Star Wars son una maravilla, el tema nuevo, que suena durante la pelea con Darth Maul, es realmente impresionante.
La Emoción
Desde el primer momento conocemos a dos de las pocas cosas buenas que tiene La Amenaza Fantasma: El maestro Qui-Gon Jinn (Interpretado por Liam Neeson, quien probablemente es un Jedi en la vida real) y su padawan: ¡Obi-Wan Kenobi! Interpretado por Ewan McGregor, que es una elección excelente de actor para representar a un Jedi que ya conocíamos y queríamos. Y no sólo conocemos nuevos Jedi, que son épicos, ¡hay una pelea recién comenzando la película! Ya estamos emocionados.
El Miedo
Muy bien, los Jedi logran escapar -obviamente- y llegan a un planeta misterioso. Acá todo va normal, hasta que sale un personaje sospechoso y digamos, chistosillo, llamado Jar Jar Binks. Digo “chistosillo” porque en ese momento no sabíamos que iba a estar ahí toooooda la película con su personalidad molesta, su torpeza, su mala manera de hablar y el pésimo CGI con el que está hecho. ¿Por queeeeeeé? Es como que no aprendieron nada de las muy exitosas películas anteriores, las cuales fueron encantadoras por sus personajes secundarios apenas expresivos, con excepción de C3PO, que es bien utilizado para contar la historia.
Además, ¿Qué pasa con el exceso de CGI? Comprendo que estas películas fueron hechas en una época en la que este tipo de efectos eran algo muy novedoso y todo pero, es excesivo y no tiene sentido que todo se vea mucho más moderno que en la siguiente saga, dado que se trata del pasado. ¡Para empeorar todo, en el 2012 la relanzaron en 3D con aún más CGI! Afortunadamente todo parece indicar que Disney traerá el orden de vuelta o al menos impedirá más cambios de mal gusto por parte de George Lucas.
Agradezco que ahora la tendencia sea volver a los efectos prácticos y a los títeres ¡Ah! Muchas gracias Mad Max: Fury Road.
La Nostalgia
La Nostalgia tiene un nombre en esta película: R2D2. Cuando este pequeñín sale y salva el día -para variar- el miedo que surgió con Jar Jar Binks, parece disiparse un poco. Aunque claro, nos preguntamos, ¿Cuántos años tiene R2 de estar funcionando?¿Tiene esto sentido? Todo es muy confuso.
La Confusión
Bueno, llegamos a tierras conocidas: Tatooine. A pesar de esto, ya para este momento estamos entrando un poco en pánico. Vemos a Natalie Portman, quien evidentemente es la Reina Amidala disfrazada (confirmación de que Keira Knightley y Natalie Portman sí pueden ser dobles) poniendo su vida en peligro y cuando nos damos cuenta está ¿coqueteando? con un niño pequeño. Estamos hablando de una actriz de 18 años (aunque se supone que tiene como 12) con un niño de 10 años, que en edad cine parece de 6. Y ahí nos damos cuenta de que ese es Anakin Skywalker, Darth Vader en potencia.
Este es uno de los mayores errores de esta película. No es que el niño actúe mal, de hecho a mí no me desagrada, pero creo que todos, sin excepción, esperábamos un Anakin un poco mayor. Cuando Obi-Wan habla sobre él en el Episodio IV, dice que cuando lo conoció ya era un piloto excelente. Trataron de hacer que lo fuera, pero de carreras infantiles y luego por pura suerte. Simplemente no es lo que teníamos en mente. Y no tuvo sentido.
Si tan sólo Anakin hubiese sido, al menos, un adolescente, eso habría justificado el que fuera muy viejo para entrenarlo y que tuviera ya ideas más fuertes formadas sobre ciertos aspectos de la vida. Su romance con Amidala no habría sido espeluznante y también tendría más sentido que fuera de temer, pues los adolescentes están pasando por una etapa de la vida mucho más vulnerable que los niños… podría seguir enumerando razones por las cuales Anakin fue mal elegido, pero ya no tiene sentido.
Para agregar a la confusión, que ya para este punto de la película alcanza niveles desproporcionados, Qui-Gon menciona algo llamado “Midiclorianos” ¡¿Y La Fuerza?! Al parecer algo tan mágico y a la vez fácil de entender como La Fuerza, ahora depende de unas pequeñas partículas que se pueden medir con un examen de sangre. ¿Por qué? ¿Por qué cambiar la estructura de La Fuerza? Al parecer George Lucas y los guionistas nunca escucharon el dicho de “si no está roto, no lo arregles.”
La Esperanza
La Esperanza no la trae el conocer a Anakin, ni los Jedi, ni siquiera ver a Yoda, pues siempre que sale es durante aburridos comités. La esperanza de que todo mejore en esta película está en manos de un Sith, Darth Maul.
Darth Maul es un buen villano, misterioso y poderoso. La escena de pelea entre Qui-Gon, Obi-Wan y él es muy tensa y emocionante -¡La música, no ignoren la música! Definitivamente uno de los pocos momentos en los que esta película es verdaderamente satisfactoria. El único error, a mi parecer, es que Darth Maul muriera pues me parece un mal uso de un personaje que tal vez le habría añadido algo de valor al Episodio 2, pero esa es sólo mi opinión.
La Desilusión
Mientras la veía me preguntaba si lo que le resentimos es lo mala que es en comparación a la saga anterior. Pero no, no es eso. Si fuera una película sola, habría tenido destellos de brillantez, pero no sería una película memorable. Sobra decir que ahora, como en 1999, el Episodio I fue, nuevamente, una desilusión.