Por Alejandro Ibarra

Six feet Under es una serie de HBO que salió al aire en el 2001. Narra la historia de la familia Fisher, una familia disfuncional que tiene como negocio una empresa funeraria. Para los Fisher, la muerte es parte de su forma de vida.

Fue creada, escrita y producida por Alan Ball (ganador del Oscar como guionista de American Beauty), cuenta con un guión brillante lleno de humor negro y sarcasmo; además con diferentes directores invitados, que narran a la perfección la evolución y la búsqueda personal e interior de cada uno de los personajes, en este mundo que danza entre la vida y la muerte. Cada episodio inicia con la muerte de alguna persona, y la trama principal se desarrolla durante su funeral, en la casa de los protagonistas, con la que el fallecido tendrá alguna relación.

¿Por qué hay que ver Six Feet Under?

La serie abarca temas muy importantes que pueden tocar a cualquier persona que la ve: se basa en la familia, las relaciones y la mortalidad humana. Cómo las relaciones llegan a influir en quienes somos hoy en día  y en quiénes nos queremos convertir. Nos enfrenta a la muerte como una realidad que se acerca con el paso del tiempo, pero más importante, a cómo vivimos la vida y qué queremos hacer de ella.

Los personajes

Los Fisher son muy complejos y totalmente humanos, incluso contradictorios, haciéndolos muy fáciles de identificar.

Todos van evolucionando a su propio ritmo, de forma sutil y natural. Se siente un crecimiento emocional enorme del episodio uno al final. Son personajes cautivadores, cada uno con un mundo interno, complejo y oscuro, que poco a poco van entendiendo y tratando de manejar de la mejor forma que pueden. El contacto constante con la muerte aporta a la intensidad de la vida de los personajes y los hace cambiar su forma de verla.

Six Feet Under juega y reta los modelos de relaciones tradicionales, tanto familiares como personales y de pareja. Trata el tema del amor desde un punto de vista totalmente realista.

¿Por qué amo esta serie?

Six Feet under me marcó la vida. A los 16 años empecé a verla y sin saber el por qué me empecé a identificar con los personajes. Cada uno de ellos me enseñó algo diferente y me ayudó en una etapa posiblemente traumática de mi vida y estas son las cosas que aprendí de ellos:

1. David Fisher:

David es un hombre frágil e introvertido, al inicio vivía con una negación de su sexualidad  que le causaba problemas emocionales y de pareja. Compartimos un mismo miedo: ser gay y no ser aceptados. David creció en un ambiente religioso y de mente cerrada. Escondía su  preferencia sexual por miedo a ser juzgado y no ser querido por su familia. Este personaje me acompaño en mi proceso,  me enseñó que no es malo sentir miedo y que no existe un tiempo específico para lograr aceptarse. Esta situación es algo que muchos hemos tenido que pasar y que lo hacemos solos. El me acompañó y me motivó.

2. Ruth Fisher:

La mamá. Ruth siempre fue una esposa dependiente, reprimida y sumisa pero con un corazón enorme. La lección que Ruth me dio es que nunca es tarde para conocernos y encontrar nuestra felicidad. Cuando se da cuenta que le entregó su vida a su esposo y a sus hijos, para terminar sintiéndose cada día más sola, tiene que volver a conocerse, a quererse y encontrar que es lo que la hace feliz. La nostalgia de Ruth le rompe el corazón a cualquiera.

3. Claire Fisher:

Una chica inadaptada, a la que no le gustan los clichés sociales, y está siempre protestando contra todo lo que sea socialmente tradicional. Es quizás el personaje que más madura en la serie. Claire nos hace ver que siempre hay un futuro mejor si uno se lo propone y lucha por él, que todo se supera y que perseguir los sueños es posible, pero hay que lanzarse a hacerlo.

4. Brenda Chenowith:

Tuvo una infancia difícil, es hija de psiquiatras que usaron su niñez como un experimento de comportamiento. Es quizás el personaje más complicado. Sus problemas para comprometerse y para confiar en las personas la llevan a una necesidad de arruinar sus relaciones por medio de sexo casual, casi compulsivo. Como nunca fue feliz en su niñez, no sabe como serlo. Es seca, honesta y muy dura al inicio… pero conforme pasa el tiempo comienza a ablandarse y conocemos su verdadera escencia. Brenda me enseñó que el miedo a veces nos lleva a sabotear las cosas buenas que pasan en la vida. No hay que temer a perder las cosas que nos hacen felices, sino más bien conservar el recuerdo y aprender de él.

5. La muerte:

 “La muerte de un ser muy querido hace que aquellos a los que deja tomen conciencia de quiénes son y se enfrentan al futuro, conscientes de que todo puede acabar en cualquier instante”. La muerte es el detonante que hace que los personajes terminen de crecer y definirse, y les da una nueva perspectiva ante la vida. Los llena de ganas de vivir, de crecer y seguir sus sueños…. ufff es lindísimo!

6. [SPOILER ALERT] El final:

Nunca he llorando tanto como con ningún final. No solo es estéticamente perfecto y emocional, sino que es una despedida cruda y nostálgica a cada personaje, un epílogo que va más allá. Narra la vida y muerte de cada uno de ellos, después de que termina la serie; al son de la que se convertiría en mi canción favorita de la vida: “Breathe Me”, de Sia. Tan poderoso que le saca las lágrimas a cualquiera.

Si no la han visto y no se las arruiné, háganlo.

Se van a enamorar de la familia Fisher y van a surgirles muchas emociones que quizás ni sabían que podían tener. Una joya de HBO.