Puede sonar redundante el título “mamás heroicas”, puesto que estamos hablando de Studio Ghibli donde, como en algún momento dije, las mujeres siempre son fuertes y valerosas. Pero las féminas de esta lista no tienen precisamente un papel protagónico en esas historias, son más bien el complemento para personajes que sí lo son, mejor aun, ellas representan sus orígenes, sus primeros pasos y su principal fuente de fuerza gracias al amor que evocan.
Creo que no existen suficientes razones para recomendar cualquier película gestada en Studio Ghibli, la herencia más maravillosa que Hayao Miyazaki, uno de los directores más aclamados en el mundo entero, ha podido dejarle a la humanidad y porque cada detalle en sus relatos ha sido cuidadosamente elegido para tocar nuestras vidas de diversas maneras. Sin ningún orden en particular, te presento 5 mamás heroicas de Studio Ghibli.
1. Yuko Ogino – Spirited Away
Spirited Away (El viaje de Chihiro) podría describirse sencillamente como la versión japonesa de Alicia en el país de las maravillas por la cantidad de situaciones absurdas y sobrenaturales que suceden; sin embargo esa comparación se queda corta frente al increíble mundo que rodea a Chihiro y demás personajes de la historia. Yuko Ogino es la mamá de Chihiro quien, junto a su esposo Akio Ogino, caen en un hechizo que es más un castigo en respuesta a su conducta excesiva. Durante toda la película, el nombre de Yuko (o el de Akio) es mencionado ni una vez, sin embargo, es muy clara la relación cercana que ellos tienen con Chihiro, puesto que ella lucha con todas sus fuerzas para recuperarlos y regresar a su vida normal con ellos. Yuko Ogino no es precisamente la persona que salvará o aconsejará a Chihiro en momentos complicados, pero no cuesta entender que su espíritu de lucha proviene de ella, pues solamente un gran amor lograría despertar sentimientos tan intensos de sobrevivencia en una niña de apenas 9 años de edad. En todo momento, Yuko trata a Chihiro con mucho cariño y es bastante claro el lazo afectivo que las envuelve a ambas, también es notable el balance emocional que forman ella y Akio, pues él adopta el rol de proveedor de comodidades mientras ella representa el lado conciliador y amoroso.
2. Granmamare – Ponyo
Así como Chihiro es semejante a Alicia, debo decir que Ponyo es como La Sirenita: una princesa pez dorado que sale a la superficie del mar y se hace amiga de un niño de 5 años y que, como es de imaginar, quiere convertirse en una niña. Ponyo es hija de un mago del mar llamado Fujimoto y un ser femenino llamado Granmamare quien no es más que la mismísima Diosa de la Misericordia (también conocida en la mitología asiática como Guanyin). Granmamare habita en el oceáno, y puede tomar forma humana o simplemente ser tan inmensa como el mar mismo, es increíblemente hermosa y poderosa, básicamente es omnipresente y desborda sabiduría; tanto así que convence a Fujimoto de aceptar la voluntad de Ponyo cuando pide cumplir su deseo de convivir con los humanos, especialmente con su nuevo amiguito Sōsuke. En esta cinta, las mamás de Sōsuke y Ponyo juegan un papel primordial y determinante, pues se juntan para dialogar en nombre del bienestar de sus retoños. Granmamare es mi representación materna favorita, creo que Miyazaki aplicó un simbolismo pertinente al identificarla vasta como el océano con un amor por Ponyo que permite ser medido en esa escala. En la versión doblada al inglés, la voz de Granmamare la hace Cate Blanchett, mi hermosa Galadriel de LOTR.
3. Sra. Kusakabe – Tonari No Totoro
Mi vecino Totoro (Tonari No Totoro) es tal vez la película más popular de Hayao Miyazaki, tanto así que Totoro es parte del logo oficial de Studio Ghibli. En esta película, la presencia materna es tan ausente como constante, pues desde un principio queda claro que está muy enferma en un hospital lejos de la casa donde Satsuki y Mei viven con su papá, el Sr. Kusakabe. En ningún momento conocemos los nombres de los padres, pues la película se centra principalmente en las niñas y en Totoro, el espíritu del bosque. Sin embargo, la misión de Satsuki y Mei involucra directamente a la Sra. Kusakabe: ella es su motor, el tema principal de sus conversaciones, el centro de sus anhelos. Así como Satsuki y Mei piensan en ella a diario, la Sra. Kusakabe se preocupa por ellas a distancia, lee sus cartas, pregunta por ellas a su esposo; ella es la madre que espera, la que obtiene su valentía en la promesa de reencontrarse con sus hijas. Me parece particularmente curiosa la manera en que Miyazaki le concede a Totoro la habilidad de entender los deseos infantiles de Satsuki y Mei respecto a su madre, pues pasa de ser un personaje onírico a una especie de héroe anónimo para ellas. Esta película muestra una interpretación bastante acertada del arquetipo del niño que alguna vez describió Carl G. Jung y aunque está basada en una premisa fácil de entender, ha sido objeto de amplio análisis por los fans del cine japonés, particularmente, el de Hayao Miyazaki.
4. La madre de Seita y Setsuko – Grave of the Fireflies
La tumba de las luciérnagas fácilmente es la película más triste que he visto en mi vida, tanto así que ni siquiera puedo decir que es la “película animada más triste”. No. Nada más es la más triste de todas, no importa el género. No tengo mucho qué decir sobre la madre de Seita y Setsuko, los protagonistas del filme, ella simboliza la pérdida, el dolor y la lucha devastadora en un mundo brutal, por lo que la considero una mamá heroica, más que eso, mártir. Es muy difícil ver esta película y no sentir desesperanza, pero sin duda constituye una obra maestra de Isao Takahata, co fundador de Studio Ghibli.
5. Kokiri – Kiki’s Delivery Service
Kiki es una niña de 13 años que vive con sus padres, quienes la apoyan y claramente han influido en ella lo suficientemente bien como para que a su corta edad tenga claro qué es lo que quiere ser en la vida. Pues bien, Kiki quiere ser una bruja, como su madre, Kokiri. A pesar de las dudas maternales que asaltan a Kokiri, ella no duda en ayudarla a prepararse para emprender el viaje que, por tradición, toda niña de 13 años que quiere ser bruja debe emprender. Kokiri es una madre dulce y comprensiva, que le reitera a Kiki la verdadera importancia del espíritu por sobre la apariencia. Una de las madres heroicas más tiernas en Studio Ghibli.
Bonus
Moro – Princess Mononoke
Moro es la diosa loba que cuida y acoge a San (Princesa Mononoke o Chica Lobo) cuando es una bebé abandonada por sus padres a manera de sacrificio a cambio de salvar sus propias vidas. Sin ser la madre biológica de San, inculcó en ella principios e ideales muy fuertes que la convierten en una defensora del bosque y sus espíritus; y al igual que Moro, San llega a despreciar a los humanos por constantemente dañar al bosque y las criaturas que lo habitan. Moro es, una madre adoptiva feroz que protege con su vida a San y eso la hace merecedora de estar en esta lista de madres heroicas.