Colaboración por Manfred Vargas.
Italia es reconocida con justicia como uno de los países más fértiles de la historia en cuanto a producción cinematográfica –tan solo hay que pensar en nombres legendarios como Federico Fellini, Roberto Rosellini, Marcello Mastroianni y Sophia Loren. Sin embargo, su contribución al panteón de la televisión ha sido nula o, al menos, poco reconocida. Esto no es sorpresa: desde su nacimiento la televisión serial ha sido monopolizada por los centros de producción estadounidenses y aún cuando varios países han desarrollado sus propias industrias televisivas, sus productos difícilmente logran traspasar las fronteras nacionales (excluyamos de esta generalización a las telenovelas).
Sin embargo, los últimos años han traído dos cambios importantes en este paradigma: 1. El renacer artístico del medio televisivo ha llevado a la producción de series de excepcional calidad en países y lenguajes distintos que han logrado convertirse en éxitos internacionales; y 2. La expansión de canales de cable y satélite como HBO y Sky o plataformas digitales como Netflix han facilitado la difusión de esas series extranjeras a un público deseoso por consumir más televisión no importa de donde venga.
Hace un tiempo, en otro artículo, habíamos llamado la atención sobre este fenómeno en el Norte de Europa y ahora nos toca prestarle atención a Italia, que con el reciente estreno de series como Gomorra y 1992 se ha consolidado como uno de los centros más intrigantes de producción televisiva en la actualidad. La particularidad de las series italianas que vamos a reseñar a continuación es que la gran mayoría son adaptaciones de obras literarias que a su vez se alimentan profusamente de la increíble y retorcida historia de este país, resultando en un grupo de programas de altísimo nivel que, por medio de tramas llenas de crimen e intriga política, iluminan algunos de los eventos y fenómenos más controversiales de la historia reciente de Italia.
La Meglio Gioventú (Rai Uno, 2003; disponible en Netflix)
Si bien La Meglio Gioventú fue lanzada comercialmente como una película en dos partes (y es esa versión la que logró ganar el premio Un Certain Regard en el Festival de Cannes del 2003), lo cierto es que esta producción originalmente fue concebida como una miniserie de cuatro episodios y así fue estrenada en Latinoamérica en el viejo Cinemax hace más de 10 años. La Meglio Gioventú retoma la tradición literaria de la épica familiar para contarnos las tribulaciones y alegrías de una familia de clase media que se ve involucrada en algunos de los principales sucesos formativos de la Italia de la posguerra. Con un atinado balance entre lo histórico y lo personal, esta miniserie es una excelente y conmovedora introducción no solo a la televisión italiana, sino a la historia de ese país en general.
Inspector De Luca (Rai Uno, 2008)
Esta miniserie producida por la Rai (la televisora estatal italiana) está conformada por 4 episodios independientes entre sí (es decir, cada episodio cuenta su propia historia) con una duración aproximada de 110 minutos para cada uno. La serie está basada en una trilogía de novelas policiacas escritas por Carlos Lucarelli sobre el ficticio Inspector Achille de Luca, un policía integro y dedicado obstinadamente a su trabajo que irremediablemente se ve envuelto en las intrigas políticas de su tiempo. Precisamente los episodios transcurren en una de las etapas más trascendentales de la historia italiana -los últimos años del régimen fascista de Mussolini y el inicio del periodo democrático de la posguerra- y los principales conflictos de la serie surgen de los intentos de De Luca por resolver crímenes en un campo minado de intereses políticos y económicos contradictorios. Con una puesta en escena sobria y una narrativa que homenajea al cine noir de mediados del siglo XX, Inspector De Luca es altamente recomendada para todos los aficionados del género detectivesco.
Romanzo Criminale La Serie (Sky, 2008-2010)
Con Romanzo Criminale entramos propiamente al terreno de las series de televisión seriales. Basada en la novela y la película del mismo nombre, Romanzo Criminale sigue a lo largo de sus dos temporadas y 22 episodios a los miembros de una pandilla criminal que logra hacerse con el control del tráfico de drogas en la ciudad de Roma y al sufrido detective empecinado en detenerlos. La serie, al igual que las anteriores dos, transcurre durante un largo período de tiempo (inicia en 1977 y termina en 1989) e incluye en su trama algunos de los episodios políticos y sociales relevantes de esa época, como las protestas estudiantiles del 77, el secuestro del líder político Aldo Moro y los atentados terroristas de los Años de Plomo. Sin embargo, estos hechos históricos toman un papel decididamente secundario y la serie brilla cuando logra provocar fascinación en la audiencia por unos criminales carismáticos e irremediables mientras al mismo tiempo nos hace sentir disgusto visceral ante sus excesos homicidas.
Gomorra La Serie (Sky, 2014-)
Entre tantas series históricas, Gomorra es curiosamente la única que se desarrolla en el tiempo presente. Basada en el aclamado libro investigativo de Roberto Saviano sobre los negocios de la Camorra de Nápoles (que también fue adaptado al cine hace unos años), Gomorra se centra en las maquiavélicas luchas de poder a lo interno del clan criminal de la familia Savastano y en sus violentos enfrentamientos contra clanes rivales. Pero la serie, al igual que el libro en que se basa, va más allá de la guerra entre clanes y adopta una perspectiva amplia para retratar la devastadora influencia del crimen organizado en la sociedad napolitana, particularmente entre la clase trabajadora. Gomorra es cinematográficamente ambiciosa, narrativamente audaz y socialmente relevante: una combinación que pocas veces se encuentra aún en estos tiempos privilegiados para la televisión. Una segunda temporada se encuentra en producción.
1992 (Sky, 2015-)
Después de tanta violencia homicida, la recientemente estrenada 1992 nos trae de vuelta a nuestra cotidianeidad con una buena trama sobre corrupción sistemática, avaricia desmedida y la caída de todo un régimen político. Y es que 1992 fue el año en que se destapó el llamado escándalo Tangentopoli (ciudad de los sobornos) que llevaría a la desaparición de los principales partidos políticos italianos luego de revelarse las amplias redes de clientelismo y corruptela que los sostenían. Unido a esta investigación, la serie también retrata los importantes cambios sociales que Italia vivía en esos tiempos, con una ascendente influencia de la televisión, crecientes expresiones de racismo y xenofobia, un fuerte impulso al individualismo consumista y la entrada en escena de un tal Silvio Berlusconi. La Italia contemporánea parece tener su origen en 1992 y la serie presenta esa tesis con un estilo dinámico y pulido, un amplio elenco de personajes variados (desde publicistas hasta fiscales, pasando por modelos, empresarios y parlamentarios) y un punto de vista no poco cínico pero que evita caer en el entumecimiento moral de series como House of Cards. Por momentos irregular pero nunca carente de ambición, 1992 es otro ejemplo más de que el estado de la televisión italiana nunca ha sido mejor. Forza Italia!
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