Por Tayi Fonseca
Netflix pocas veces me atrapa, pero un día decembrino decidí obligarme a amar a Marco Polo, y lo logré, me enamoré. Pero no de él, aunque su personaje sí resulta atractivo para muchas mujeres en búsqueda de figuras seductoras como un Frank Underwood o mejor aún un Ragnar Lodbrok; Cien Ojos resulta ser el personaje más noble del cual una mujer como yo puede engancharse a simple vista, no Marco Polo en sí.
Algunos la han criticado de ser una serie excesivamente vanidosa, y otros pues simplemente no entienden el sistema político-económico de ese entonces; por ende la abandonan, (tranquilo, yo tampoco lo entendía hasta que inicié la serie). Sin embargo, no sólo aprenderás el por qué los Mongoles y Chinos viven en una eterna batalla, tampoco es una serie que te ayudará a entender el porque se juega al famoso “Marcoooo- Polooo”, lo que sí es seguro es que un simple maestro de Kung- Fu te enseñará de la propia vida más de lo que te imaginás. ¿No me crees?
Si leés estás enseñanzas y me decís que no aprendiste nada… Entonces tenés que verlo vos mismo.
1. Reconoce cuando estás mal, todos lo estamos
En el segundo capítulo, Cien Ojos le enseña a Marco que su gran cantidad de “Yang” no lo llevará a nada. El árbol puede ser muy hermoso, tener las mejores flores del jardín; pero, sí sus raíces no aguantan tanta hermosura entonces el árbol no existe.
2. El Kung Fu no lo es todo sin su verdadero arte
Marco Polo es hijo de un simple mercader, un joven “berrinchudo” que decide emprender el viaje con su padre y listo. ¿Pero es verdaderamente un artista? ¡Claro que no! Debe aprender, y esta es una de las filosofías que más amo del Kublai Kan, un verdadero soldado debe conocer muchos mundos y no sólo el de las batallas; debe ser artista, conocer a otros, tener un hobbie y ser capaz de mantener una conversación adecuada, no siempre debe ser inteligente. A petición del Kan, Cien Ojos decide llevar a Marco por estos nuevos rumbos.
3. Lealtad, arma de doble filo
Para algunos la lealtad lo es todo, para otros es tan solo una pizca de lo que no tenemos en la química. Pero no les haré un spoiler. Cuando lo vean lo entenderán, y sino pues adivinen porque se llama “Marco Polo”.
4. Las estupideces son para los débiles
Una vez escuché que la gente tonta no existe, solo existen las respuestas tontas. El personaje de Marco llega a entenderlo al final de la primera temporada. Cuesta comprender el porqué de su comportamiento pero si algo le enseña Cien Ojos es que aquellos que se rinden son igual de estúpidos que los débiles, y el común denominador de estos tres es que al final todos mueren. En la vida real sucede lo mismo, aunque no todos mueren, eso sí.
5. Ama a tu soledad como a la venganza, así amarás a tu enemigo
Cien Ojos es un personaje que crece de forma indirecta junto a Marco y aunque su pasado no es necesario de contar, el Kan le recuerda por qué se encuentra con él. No les haré enredo tampoco, el Kan y Cien Ojos son muy buenos amigos de esos que mantienes tan cerca como a tus mismos enemigos. Siendo un gran guerrero pero sabio Sensei, Cien Ojos entiende el por qué debe conservar sus pasos muy cercanos al los del Kan.
Como dije anteriormente, no les haré un enredo pero recuerdan la canción de la India: “Mi mayor venganza…” algo así funciona con Cien Ojos.
¿Seguís con dudas? Mi enseñanza favorita y la cual no enumeré es la de “Determinación”. Todos queremos ser alguien, algunas veces no quien esperamos y cada cierto tiempo cambiamos de posición como fichas de ajedrez. Se torna muy aburrido si no tenés determinación, lo que a veces te lleva a sentirte culpable de ser quien no creías y quien no querías en realidad. Pero bueno, ¿quién es uno?
Espero con ansias la segunda temporada, sé que Marco no me defraudará. No todos mueren, es el único spoiler que te puedo decir. Otros sí.
* Imágenes tomadas de la cuenta oficial de Marco Polo Latinoamérica @marcopololat
