Como ya lo sabemos, el cine nos brinda la oportunidad de presenciar casi cualquier situación, por inimaginable e imposible que sea y por eso es que hoy les traigo un pequeño recuento de lo que para mí son las mejores películas sobre intercambio de cuerpos o “body swap” porque no es lo mismo querer ser otra persona, querer ser uno mismo pero en otro momento o simplemente despertar un día cualquiera y darse cuenta que uno no es quien solía ser.
Body Swap:
«Narración vista en una variedad de ficción, a menudo en programas de televisión y películas, en que dos personas (o seres) cambian mentes y terminan en el cuerpo del otro» – Wikipedia
Esa premisa del cambio de cuerpos es muy común en la ficción cinéfila y, por lo general, resulta muy entretenido ver cómo una persona trata de comportarse acorde mientras intenta devolverse a su antiguo yo. Ya sea por accidente o voluntariamente, la gran parte de estos personajes debe comprometerse con su nueva cara temporal para no levantar sospechas, por más desconcertados que se sientan. No es casualidad que la mayoría sean comedias, realmente no se me ocurre un escenario más entretenido y chistoso que ese para tocar este tema.
5. The Hot Chick
Esta película escrita y protagonizada por Rob Schneider nos presenta la historia de Jessica Spencer (Rachel McAdams), una chica tan grosera y bonita como popular en su colegio. Jessica disfruta haciendo los comentarios más pesados a las personas que la rodean hasta que en un día normal de compras con las amigas ve un par de aretes antiguos que cargan un efecto mágico impensable que termina en una lección de realidad que jamás olvidará. Ella se pone un arete, y por cosas del destino, un ladrón llamado Clive (Rob Schneider) se pone el otro. Se despiertan a la mañana siguiente, Jessica en el cuerpo de Clive y él, en el cuerpo de ella. Mientras Clive le sacará provecho a su nueva apariencia para buscar nuevas maneras de obtener dinero, para Jessica no es más que una pesadilla verse al espejo y ver esa horrible cara.
The Hot Chick es comedia fácil y sin mayor sorpresa. La cuento entre mis placeres culposos porque la actuación de Rob Schneider comportándose como Rachel McAdams me hace reír siempre, todas las veces que vea la película. Realmente la historia en sí es bastante predecible y trillada (como casi cualquiera que gire alrededor de «body swap» lo es), pero cuando me interesa el cine realista, para eso están los documentales, ¿no?
4. Face Off
Sean Archer (John Travolta) es un policía del FBI que, para resolver un caso que involucra un villano peligroso llamado Castro Troy, se somete a una operación de cambio de rostro para hacerse pasar por él y terminar con éxito una misión que busca salvar a la ciudad de Los Angeles de una explosión letal. Lo que Sean Archer no esperaba, es que Castor Troy (Nicholas Cage) recupera la conciencia después de la operación y se las ingenia para pasar por el mismo procedimiento de cambio de cara y así vengarse de Archer por suplantarlo. Además de arruinar la misión, intentará destruir la vida del policía mientras se hace pasar por él.
Indiscutiblemente, lo mejor de Face Off es ver a John Travolta y a Nicholas Cage juntos. Además, presenciar la diversidad interpretativa que ambos actores son capaces de alcanzar pues no deja de ser interesante el switch de personalidades y conducta en un solo film. Es una buena película de acción, entretenida, técnicamente atractiva; además, un «body swap» diferente, por ser intencional.
3. 13 going on 30
Jenna Rick cumple 13 años y tiene una fiesta de cumpleaños con algunos de sus amigos pero también invita a una de las chicas más populares del colegio, quien la humilla frente a todos los invitados. Jenna se siente tan triste y miserable que desea con todo su corazón cerrar los ojos y al abrirlos ser una exitosa soltera de 30 años. Y eso es lo que le sucede. Pero aunque esto es lo que Jenna (Jennifer Garner) deseaba, también se percata que en todos esos años, que realmente no tuvo oportunidad de vivir, pasaron cosas que hicieron que su mejor amigo de la infancia Matt Flamhaff (Mark Ruffalo) se alejara de ella. Está en Jenna encontrar la manera de devolver el tiempo y arreglar su historia para incluir a Matt en ella.
13 going on 30 es una película olvidable, pero también es uno de mis chick flicks favoritos. Es algo así como una versión femenina de Big, protagonizada por Tom Hanks, y aunque no alcanza los honores de la misma, al aplicar la fórmula favorita de muchos «body swap» donde vemos a un adulto-niño desorientado en un entorno por demás adelantado a su madurez real, ofrece momentos divertidos y ridículos.
2. Freaky Friday
Tess Coleman (Jamie Lee Curtis) y su hija Anna (Lindsay Lohan) tienen problemas para entenderse debido a la brecha generacional y al detalle de que Anna está atravesando la problemática adolescencia. Un día discuten acaloradamente durante la cena en un restaurante chino y cada una recibe una galletita de la fortuna que sella la cadena de acontecimientos que cambiará sus vidas para siempre. Despiertan al día siguiente y Tess tiene el cuerpo de Anna y Anna, el de su mamá. Tess va a tener que ir al colegio y lidiar con las situaciones cotidianas que enfrenta Anna, y ella, por su lado, conocer la complicada vida adulta que lidera su ocupada mamá; lo cual convierte este «body swap» en un historia con moraleja final.
Esta película es un remake de la película homónima de 1976, protagonizada por Jodie Foster. Freaky Friday es bastante divertida para ser de Disney, de quienes prefiero las películas animadas por sobre las que involucran personas de carne y hueso. Jamie Lee Curtis hace gala de sus cualidades cómicas en Freaky Friday y siempre voy a recordar con nostalgia lo bonita que era Lindsay Lohan cuando estelarizó esta película.
1. Big
Josh Baskin es un niño de 12 años como cualquier otro; va al colegio, tiene un mejor amigo, una familia que lo quiere y además, no puede esperar para ser grande. Durante una feria, se decepciona al ver que todavía es demasiado joven para lograr ciertas cosas que otros muchachos que lo rodean ya son capaces de hacer (como conquistar muchachas, o subirse en el juego mecánico más popular) y esto lo hace pedir el deseo más importante de su vida frente a una máquina mágica: ser mayor. Al día siguiente, Josh (Tom Hanks) despierta y es un adulto de aproximadamente 30 años. Como es de esperar, necesita adaptarse a su nueva realidad mientras él y su mejor amigo intentan localizar a Zoltar Teller, la máquina de la fortuna que lo ayudará a recobrar su niñez.
Big es un clásico, cualquier fan del cine que se precie de serlo tiene que haberla visto al menos una vez. La interpretación de Tom Hanks como un niño atrapado en el cuerpo de un adulto es memorable y hoy día continúa siendo inspiración para las películas dedicadas a «body swap» que vinieron años después (13 going on 30, por ejemplo) Recuerdo esta película con mucho cariño, porque yo estaba muy pequeña cuando la vi por primera vez y aun hoy sueño con jugar con ese piano gigante del piso de la juguetería donde Josh conoce a quien le daría el mejor trabajo del mundo: probador de juguetes.
Y qué más tierno que Tom Hanks recreando la inolvidable escena del piano, ¡25 años después!
¿Cuál es su película de «body swap» favorita? 🙂