Para algunos, una de las sorpresas de este año en los Golden Globe Awards se llamó Jane The Virgin. Y enfatizo, para algunos, pues en Estados Unidos esta serie ya tenía algún tiempo dando de qué hablar y ganando seguidores rápidamente. A pesar de haber recibido un par de recomendaciones sobre ella, Jane no había logrado llamar mi atención hasta que Gina Rodríguez subió a recoger su Golden Globe por Mejor Actriz en Serie de Comedia y ofreció su pequeño discurso lleno de emotividad. Así es como decidí ver Jane The Virgin, porque además, sabía que tendría que escribir sobre ella.
No puedo más que ser sincera y admitir que el episodio piloto no me cautivó en absoluto, más aun, me sentí perdida, envuelta en un torbellino de situaciones que estaban pasando demasiado rápido para 40 minutos de programa. Pero yo amo la televisión, y ese amor me hace dar segundas oportunidades continuamente: eso hice con Jane (terminé viendo todo lo que hay) y como no puedo decir que me arrepiento, hoy quiero compartirles algunos detalles que hacen de Jane The Virgin una alternativa a considerar.
Es una telenovela
Debo aclarar que a pesar de estar basada en la novela venezolana Juana La Virgen, Jane The Virgin es lo suficientemente agringada como para olvidar ese detalle. Es un caso similar a Ugly Betty, basada en la recontra famosa telenovela colombiana Yo soy Betty, La Fea; donde por asuntos de producción la estética es ligeramente distinta y, por supuesto, el español no es el idioma principal. A pesar de ello, en Jane podemos contar con guiños interesantes a la cultura latinoamericana y un esfuerzo interesante por mantener ese sentimiento de pertenencia en algunos de sus personajes. Yo estoy segura que los latinos que tienen mucho tiempo de vivir en Estados Unidos encuentran en Jane The Virgin un espacio que les permite recordar a sus familias y algunas circunstancias que solo podrían revivir en sus países de origen y eso me parece lindo.
Haciendo honor a su condición novelesca, los protagonistas están inmersos en una maraña de situaciones complejas y, en muchos casos, absurdas. Todos están conectados, aun cuando ellos mismos no tengan idea de que así es. Tenemos villanos y mártires y cada episodio contiene tanta comedia como drama, simplemente suceden demasiadas cosas que lejos de llevarnos a una resolución terminan enredando más el asunto. Esto puede resultar contraproducente si uno tiene problemas de retentiva, pero el show también se encarga de hacernos pequeños recordatorios de lo que ha estado pasando, con comentarios y notas explicativas donde es necesario.
Deteniéndonos un poco en la continuidad, en Jane The Virgin un narrador nos comparte detalles curiosos sobre los personajes y al estar la historia dividida en capítulos, es posible devolvernos en el tiempo y ver qué sucedió años atrás y así entender el porqué de ciertas conductas. Además, representa un buen respiro cuando hace observaciones graciosas a momentos que son estereotipados a propósito.
Las mujeres son el centro
Las mujeres en Jane The Virgin están agrupadas en una manada donde se cuidan unas a otras con toda la fuerza que el género y su latinidad les permiten. Sin exagerar en el humor con que se tratan algunas dificultades, para mí es hasta cierto punto imposible no reconocer algunos rasgos habituales que la madre y la abuela de Jane muestran: la abuela refiriéndose a la virginidad como “una flor”, o la madre persignándose y evocando a la Santísima Inmaculada Concepción. También es interesante el tratamiento del dilema que enfrenta Jane en su condición de virgen embarazada, pues se le concede la opción de decidir su futuro mientras impone sus propios términos. Y no es que la serie ponga a la mujer en un pedestal o, mucho menos, desestime a los personajes masculinos, por el contrario se les ve como el complemento de sus historias y la otra parte de una ecuación necesaria para el funcionamiento de la trama.
A diferencia de la percepción de otras latinas en shows gringos, las mujeres en Jane The Virgin no son estereotipadas y hablan un inglés perfecto sin necesidad de recurrir a exageraciones de acento, tampoco son discriminadas por su origen y considero que esto es ganancia para el programa, considerando las diversas molestias que este tipo de representaciones han provocado en la comunidad latina durante muchos años.
Personajes singulares
Gina Rodríguez interpreta a Jane Gloriana Villanueva, una joven religiosa que vive con su extrovertida y moderna mamá Xiomara Gloriana Villanueva y su conservadora abuelita Alba Gloriana Villanueva quien solo habla en español, no importa en qué idioma se dirijan a ella. Xiomara es madre soltera y a diferencia de Alba, nunca ha intentado convencer a Jane sobre nada, sin embargo siempre le guarda respeto a las decisiones de su hija. Podría decirse que en la relación, Jane se comporta más como la madre, pues Xiomara es como un saco de situaciones incómodas, y mientras en algunos momentos ella y los demás personajes son disparatados, a Jane perfectamente la puedo describir como el elemento más creíble del programa.
Otros individuos entran en la vida de Jane para hacerla un poquito más complicada y para aportar el elemento dramático digno de las telenovelas tal como las conocemos: Petra Natalia Solano, Rafael Solano, Michael Cordero Jr. y Rogelio de La Vega, actor principal de la telenovela favorita de Jane, su madre y su abuela.
Rogelio de La Vega, interpretado por el mexicano Jaime Camil (si ustedes han visto novelas, fijo lo recuerdan) es mi personaje favorito hasta el momento pues a pesar de tratarse de la caracterización de un actor sumamente exagerado, es quien aporta la mayor dosis de comedia a la historia con intervenciones que van desde lo melodramático a lo absurdo y tierno. Honestamente jamás imaginé que Jaime Camil pudiera llegar a ser tan chistoso en un escenario un tanto diferente al que le conocemos en las telenovelas mexicanas, realmente lo hace muy bien. Y bueno, Rogelio de La Vega me favoriteó un tweet, eso es suficiente para que me caiga bien, jaja.
Para terminar, quiero decir que Jane The Virgin no será la mejor serie emergente, quizá no resulte ser memorable, pero se trata de una propuesta bien pensada. La serie se detiene en pequeños detalles que la ubican dentro de una lista de shows que están ayudando a romper paradigmas poco a poco y abrir camino para tantas otras ingeniosas ofertas televisivas que podríamos ver en un futuro cercano.
Una serie muy especial desde el piloto. Aquí os dejo mi opinión por si tenéis curiosidad 😉
http://seriesanatomy.blogspot.com.es/2015/06/jane…
Un saludo!