La primera vez que realmente vi una película de terror fue a los 5 años. Lo sé, una práctica muy poco común para una niña de esa edad. Lo sé, mis papás tiene que estar dementes. En fin, 22 años después todo salió bien (o al menos, así lo veo yo).
Mi primera película de «miedo» fue “IT”, sí, la joya de libro del maestro Stephen King llevada a la pantalla grande. Inmortalizada por Tim Curry como el payaso más temido de la historia: Pennywise.
Nunca voy a olvidar la primera escena de la película. Vemos un tendedero lleno de sábanas blancas en algún suburbio estadounidense. Un posible día de verano. Entre este paisaje podemos ver a una pequeña niña de unos 5 años conduciendo su triciclo y cantando “Itsy Bitsy Spider” mientras que disfruta del camino. La inocencia máxima de los 5 años captada en poco segundos del filme. Un tiempo después, la niña logra divisar entre las sábanas del tendedero un payaso. Definitivamente esa niña nunca había visto alguna película de payasos asesinos jamás, porque al ver al dulce y colorido bufón, empieza a jugar con él, lo que al poco tiempo se convierte en una de las escenas más memorables del cine de terror. Pennywise no era un gracioso mimo, era un payaso diabólico que estaba a punto de devorar a la inocente niña.
Y entonces, así empieza la película… Y así empiezo a odiar a los payasos por el resto de mi vida.
Años después, por ahí de mis 18 años la volví a ver, y me decepcioné mucho de la película: Algunas situaciones eran demasiado cheesy (incluyendo chistes y diálogos) y ni qué decir de los efectos… ¡terrible! Pero esta película, como muchas otras películas de los 70s , 80s y 90s se basaban más en el poder de la historia que contaban que en los efectos y clichés típicos de la mayoría de las películas modernas, desde el sobreuso del sexo, la rubia tonta corriendo para morir de primera, el fantasma de la niña metido en el clóset, etc.
Hace poco, viendo Los Soprano me llamó poderosamente la atención la concepción banal que Christopher Moltisanti y sus secuaces tenían sobre el cine de terror, cuando iban a empezar el rodaje de “Cleaver”, una película que mezclaba elementos de Saw y hasta de Cazafantasmas en un solo filme de zombies y mafia; y que ellos daban como un éxito de taquilla.
Y es que quizá en eso se ha convertido una gran parte de la industria del cine del terror: en un mix de otras fórmulas ganadoras del pasado.
Por eso hoy, tratando de olvidar que alguna vez vi Scream, The Eye 2 (The Eye 1 es buenísima), House Of Wax y todas las películas de SAW, quiero recordar alguna de las películas de terror que realmente marcaron mi niñez y que posiblemente muchos niños de ayer y adultos de hoy recuerden con… ¿cariño?. Cine de terror de verdad. (Sin contar el japonés, que es OTRA historia).
It (1990):
(Perdón por revivir traumas de su infancia con esta foto)
Como les mencioné, verla en estos tiempos es difícil. Los efectos son terribles, pero la morbosidad de un payaso come niños que los engañaba con su “dulce” fachada para luego asesinarlos constituye un juego mental macabro. Si la quieren ver, véanla con tolerancia.
Por otro lado, la película juega con varios elementos psicológicos que solo acompañan la narración para hacernos sentir más incómodos, aunque ni siquiera tengan sentido. Eso puede ser un buen legado de nuestro señor Stephen King. En el caso de “It” sería: Los globos o hasta el botecito que se mueve hacia la alcantarilla. Pero especialmente, los globos. Momentos de incomodidad, suspenso y tensión que toda una generación jamás olvidará.
Pobre Georgie
La Profecía (1976)
En 1976 apareció esta joya del cine del terror: “The Omen”, en inglés.
Una película sobre el nacimiento del anticristo, enmascarado en el cuerpo de un niño privilegiado y muy lindo, que fue cambiado en el hospital. Su nombre Damián, su marca: el número 666 en su cabeza.
La historia fluye en 5 episodios, el último fue en 1985. Durante las primeras películas la historia se enfoca en la investigación y descubrimiento de Damián, sus primeros años de vida, sus primeras maldades mortales y acompañantes diabólicos, como la niñera y el perro Rottweiler que siempre tendrá un lugar especial en mis pesadillas. Y conforme pasan los años, Damián crece, más gente muere y la historia es cada vez más clara y satánica.
También vi esta película a los 5 años, quería agregar. Hace poco sacaron una versión nueva: Me quedaría con las viejitas.
3. Carrie (1976)
Una mezcla interesante entre terror y bullying a lo old-school.
Carrie es una muchacha marginada en su colegio. Terriblemente marginada. Casi no habla, las chicas se burlan de ella porque le vino su primera menstruación en el baño de gimansia y ella no sabía lo que pasaba (una horrible escena de humillación pública).
Lo único que hace es ir al colegio y devolverse a su casa, donde encuentra a su mamá que la trata prácticamente peor que sus compañeros. Su madre es una fanática religiosa y no quiere que Carrie salga nunca de su casa, mucho menos que sea feliz, ya que para ella todo es pecado.
Unos compañeros del cole, entre ellos John Travolta, deciden hacerle una broma de muy mal gusto al hacer que el muchacho más “cool” y atractivo de la generación la invite al baile de graduación. Ella acepta y van juntos. No solo va con el chico más guapo, si no que gana el premio de Reina y recibe una desagradable sorpresa. Lo que sus bullies no sabían es que la delicada rubia tenía un poder de telequinesis mortal, y unido a toda la ira que sentía por dentro desde hace muchos años, Carrie explotaría y causaría una masacre épica. Y como si eso fuera poco, Carrie regresa bañada en sangre a su casa, a vengarse ahora de su madre.
Véanla, pero de nuevo, la vieja, no la reciente. Sale Sissy Spacek como Carrie, ¡maldición!
No solo es una historia de terror, es triste, y hasta cierto punto uno siente empatía por los actos cometidos por Carrie, la víctima más representativa del Bullying en la historia.
“They are all gonna laugh at you, Carrie”
4. Masacre en Texas (1974)
Hay muchas versiones de esta película, y realmente hay dos buenas: La primera y la última (con Jessica Biel). Sin embargo, me puedo quedar con la primera por la simple razón de la falta de efectos y musicalización que construye, para mí, una atmósfera más real, más tensa. Planos abiertos y largas escenas hacen que se acumule el estrés. Y ni hablar de cuando la protagonista logra escapar. Para mí es posiblemente la escena de desesperación/alivio más fidedigna de la historia.
Aquí les dejo el final de la primera película, a ver qué opinan
5. The Shining
Una vez más una obra original de Stephen King, maestro literario del terror, con sus mismos elementos incómodos pero a la máxima potencia en esta obra.
Por si alguien sobre la faz de la Tierra no ha visto la película, en pocas palabras se trata de un escritor que se va a un hotel en la montaña durante el invierno con su familia, a cuidarlo y ganar dinero de ello; sin embargo, el hotel no es un lugar común, al menos para Jack Torrance que conforme pasa el tiempo se da cuenta de que el hotel todavía tiene huéspedes, solo que simplemente no son de esa época y duda serlo él también.
Todo esto lo lleva a tratar de asesinar a su familia: su esposa (la magnífica Shelley Duval) y a su hijo, que además es psíquico.
Los elementos extraños y disruptivos típicos de King se multiplican en la película: Las gemelas, el triciclo, RedRum, las botargas de animales teniendo sexo oral con los huéspedes, el bartender, etc.
Posiblemente una de las mejores películas de terror en la historia. Por favor, nunca vean la versión de 1997. NO LO HAGAN.
De ella se han hecho miles de parodias, entre ellas, una excelente de Treehouse Of Horror V de Los Simpsons.
6. Village Of The Damned (1995)
De esta película hay dos versiones, la de los 60s y la de 1995. Yo solo vi la de 1995, por ahí cerca de mis 9 años. Y me marcó. Está este pueblo, donde la gente de un momento a otro cae inconsciente y de repente resulta que muchas de las mujeres del pueblo están embarazadas. Algunos lo ven como un milagro, pero no tenían la más mínima idea de lo que estaban por enfrentar. Los niños crecen y se convierten en este grupo de chicos malvados y albinos que controlan mentes convirtiendo a los otros en los responsables de sus satánicos actos. Miedo.
Además aparece Christopher Reeves, Kirstie Alley y fetos de criaturas malévolas en tubos.
7. Twilight Zone (La Película) (1983)
Si hay algo que nunca olvidaré cada vez que me subo a un avión, será el segmento de la película donde John Lithgow se encuentra sentado al lado de la ventanilla donde tiene vista hacia el ala, y ve a una criatura horrenda destruyendo el aeroplano.
La película está compuesta de 4 segmentos diferentes dirigidos por directores distintos, basados en los episodios favoritos de la serie (excepto por “Time Out” que es original e la película).
8. Poltergeist (1982)
No solo era una película de miedo, si no que también alrededor del rodaje de esta película surgieron muchos misterios que le han agregado con los años un aire más espeluznante.
Pero primero, lo primero. La película se trata de una familia cuya casa está poseída por fantasmas malévolos que toman, secuestran y poseen a la hija menor, Carol, que tiene una susceptibilidad especial para notar a los fantasmas.
Durante la filmación de la trilogía, muchos de los actores y actrices murieron, por lo cual se dice que la producción estaba maldita. Heather O’Rourke, la niña protagonista que apareció en las tres películas, murió justo después de que la tercera película saliera. Luego, le siguió Julian Beck (el viejito que daba mucho miedo cuando los visitaba en la segunda), seguido por el actor nativo americano Will Sampson y Dominique Dunne, la hermana mayor en la primera película.
9. El Exorcista
No hay mucho que decir, más que es un ícono de la nuestra generación a nivel de películas de terror. Y todo el mundo debería haberla visto. Las posesiones demoníacas jamás pasarán de moda.
Recuerdo que años atrás relanzaron la película con tomas nunca antes vistas. Fueron como dos, y no le agregaban mucho terror a la producción. Pero valió la pena recordar.
Bonus Track:
“Las Pesadillas de Freddy”
Aunque no era una película, recuerdo fielmente una innumerable cantidad de noches en las que mi hermana y yo nos encerrábamos a ver “Las Pesadillas de Freddy”. Mis papás, como podrán haberse dado cuenta, nunca fueron estrictos sobre lo que podíamos o no podíamos ver en televisión, sin embargo, nunca nos dejaron ver esta miniserie. Así que Cristina y yo nos esperábamos a que mis papás se durmieran, poníamos una silla contra la puerta y encendíamos la televisión para ver las siniestras actividades de uno de los más temidos villanos del terror: Freddy Krueger. ¿Un villano que ataca en los sueños? ¿Cómo poder dormir después de cada episodio? …Y esos fueron los posibles orígenes de mi insomnio.
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