Con cada nueva temporada de The Walking Dead, hago un esfuerzo consciente por despojarme de mis desilusiones anteriores, sus constantes inconsistencias y laaaargos capítulos de desarrollo de personaje en los que realmente no pasa nada. No todo es malo, definitivamente The Walking Dead ha tenido sus momentos brillantes, no en vano con este estreno rompió todo tipo de récords, con 17.3 millones de espectadores.
Recapitulando un poco, al final de la temporada anterior habíamos dejado a los queridos personajes -con escepción de Tyreese, Carol y Judith… ¡Ah! y Beth- atrapados en Terminus, que de santuario no tenía nada. Al contrario se convirtieron en los nuevos ingredientes del menú, pues todo parecía indicar que se trataba de un lugar plagado de caníbales.
Dado mi condicionamiento clásico con esta serie -no me pueden culpar, la vida me hizo así- yo esperaba que las diferentes tramas por venir: la vida dentro de Terminus, Tyrese y Carol encontrando a los demás y el gran escape, tomarían capítulos y capítulos, drama y más drama y algunas vidas perdidas, de personajes secundarios principalmente. Pues vaya que estaba equivocada.
Después de varias temporadas de seguir la misma receta una y otra y otra vez: el grupo cree llegar a un lugar seguro, no lo es, personas mueren, deciden huir, llegan los zombies a empeorar la situación… “No Sanctuary” nos trae una solución diferente. No sabemos cuánto tiempo ni qué ha pasado desde el último episodio hasta este momento, pero eso no parece importar, pues justo en el momento en el que van a matar a Glenn, Rick, Daryl y Bob, Carol llega a salvar el día de la manera más épica: con el cliché televisivo de la explosión. Definitivamente Carol ha sido el personaje revelación de The Walking Dead.
Durante “No Sanctuary” intentan contar un poco de la historia detrás de las personas de Terminus y, a modo de justificación, dejan claro que inicialmente era gente buena que fue se vio forzada a convertirse en los caníbales sin sentimientos que son ahora. A grandes rasgos la serie continúa con temática de lo difícil que es mantener la humanidad en esas circunstancias. La discusión ética radica en si la amabilidad es debilidad o es lo que hace que el grupo sea fuerte.
«Te conviertes en el carnicero o en el ganado»
Tengo que admitir que, a pesar de que fue un episodio con mucha acción, suspenso y ciertamente coquetearon con elementos del cómic, no sentí que los personajes principales estuvieran en peligro. Por ejemplo, nunca temí por la vida de Glenn, esta escena estaba construida de manera muy predecible. De igual modo con la escena de Tyreese expuesto y desarmado ante los zombies, o sea, es Tyreese, obviamente iba a salir ileso. Sí me extrañó que el episodio termina en una nota muy feliz y ya viéndolos a todos juntos pude notar una sobrepoblación de personajes con los que hasta cierto punto ya la audiencia se ha encariñado y esto es de temer, tomando en cuenta que los creadores afirmaron que esta va a ser una temporada más oscura y más intensa.
Definitivamente quedo a la espera de más episodios dirigidos por Greg Nicotero, quien además de ser un excelente director, es productor ejecutivo de la serie y nada menos que el encargado de los excelentes efectos especiales de maquillaje. Y es que a este hombre renacentista realmente le gustan los zombies (como dato curioso él mismo ha representado algunos de ellos, lo pueden ver como el zombie que muerde a Amy en la primera temporada), por lo tanto un capítulo dirigido por él es una señal de que estos seres repugnantes van a estar presentes en su máxima expresión y eso siempre es bueno.
Me pareció un inicio de temporada refrescante para una serie que parecía estar estancada. Dos cosas me preocupan de este inicio: la primera es que creo que en The Walking Dead suelen administrar la acción de manera muy racionada y un gasto como el de este episodio puede ser cobrado con capítulos de relleno tras capítulos de relleno, llámese desarrollo de personajes poco interesantes, flirteo incómodo y forzado de Daryl con Beth, entre otros. También me preocupa que ahora quieran devolverse para contar lo que no nos contaron en el estreno o que se dediquen a mostrarnos los detalles de Terminus cuando era un lugar feliz. Sigo un poco escéptica porque no sé qué camino planearán tomar a partir de ahora, pero no hay duda de que fue un buen comienzo.
Datos interesantes del capítulo
Para los que siguen la nueva serie de fox, Gotham, pueden guardar un minuto de silencio por el pingüino, quien tuvo una corta vida en el universo de TWD.
Queda claro que en Terminus no tenían problema con comerse a los suyos, pues el muchacho que estaban marinando en la mesa, antes de la grotesca escena de degollamientos, es el hermano de Garreth, quien murió en el episodio anterior, después de convertirse en escudo humano para Rick -esto sólo indica que no pasó mucho tiempo entre el final de temporada y el estreno.
Al final del episodio sale uno de los hombres que torturó y convirtió a las buenas personas del santuario en psicópatas de libro. Muchos pensaron que este personaje podría ser Negan (un personaje antagónico muy importante en el comic), pero si prestan atención, es el prisionero que Glenn libera y que termina siendo alimento de zombie. Robert Kirkman confirmó este dato por medio de Twitter: “Ese NO era Negan al final del episodio. Vean los tatuajes en la cara.”