Hoy murió H.R. Giger. No conozco muchos detalles de la vida de este hombre más allá de que era un artista -diseñador, arquitecto, pintor, escultor- y que el fue el principal diseñador de la parte «alienígena» de los sets de Alien y creador del temible Xenomorfo. Con eso basta para saber que perdimos a un gran cerebro creativo.
No se puede negar que la saga de Alien hizo una diferencia en la ciencia ficción. Voy a proceder a poner mi foco en la primera entrega, pues fue la que cambió todo. En una época distinta a la nuestra y antes de que todo se elaborara con gráficos por computadora -lo cual requiere muchísimo trabajo, no lo niego- vivíamos en un mundo donde los artistas tenían que ingeniárselas para que esos seres y criaturas que imaginaban pudieran convertirse en algo palpable, que además se viera bien ante la cámara y en muchos casos, infundiera temor, todo con materiales limitados. El equipo de efectos especiales de Alien logró esto y lo logró muy bien, tanto que en su momento fueron reconocidos con muchos premios.
Estamos hablando de una película que se estrenó en 1979 y es ahora tan impresionante de ver como lo fue en ese entonces. Un extraño éxito de ciencia ficción, en el que se combinan un buen guión, excelentes efectos especiales y actuaciones sorprendentes. Después de esta película uno simplemente no puede ver a Sigourney Weaver de la misma manera, una parte de ella siempre será Ellen Ripley, una parte de ella siempre estará intentando exterminar a ese “octavo pasajero”.
Es importante destacar que Ripley, una mujer, es la protagonista, incluso esto fue novedad en su momento. Y no es una damisela en peligro, es tan fuerte e implacable como el Alien mismo, de hecho este personaje y la actuación fuerte de Sigourney Weaver arruinaron para mí muchas heroínas del cine. Por ejemplo, ella es la causa de que no me convenciera Sandra Bullock en Gravity: su ingenuidad, constante murmuración y distracción la habrían hecho carnada del Xenomorfo en cuestión de segundos… Pero eso es tema para otra ocasión.
Con la película Alien, Ridley Scott tomó varias lecciones de buen cine y las puso en práctica. Alien se toma su tiempo en plantear el argumento. Es más suspenso que acción. Y es más insinuación, que cualquier otra cosa. Durante toda la película no sabemos exactamente como es la criatura, vemos partes y sabemos que es de temer, pero es lo que queda para la imaginación lo que nos hace conectarnos con Ripley y la tripulación y realmente sentir el terror de su situación. El diseño del Xenomorfo es muy importante para lograr este efecto, nos mantiene preguntándonos -pues es parte de nuestra naturaleza buscar familiaridad en todo lo que vemos- ¿Será un reptil? ¿Una Araña?¿Una máquina?¿Es humanoide? Es simplemente la creación maravillosa de una mente extraordinaria, que hoy ha dejado este mundo, pero no sin dejar un legado cargado de surrealismo y sueños imposibles.