Llegar el lunes temprano a discutir en la oficina el capítulo de domingo de Game Of Thrones en la oficina es refrescante, así como hacer teorías de conspiración al respecto. Escribir en un blog dedicado a la televisión como lo es Bad Hair Days, es liberador. Descubrir una película brillante es inigualable ¡Hasta compartir los memes de HBO me llena de alegría! Pero bueno, como verán, me consume mucho tiempo, y aunque me divierte, hay algunas cosas que he podido dejar de lado por ver tanta televisión.
Aunque el formato y narrativa audiovisual es algo que me apasiona verdaderamente y de lo cual puedo hablar hasta el cansancio, quiero dedicar un poco de mi tiempo a realizar otras actividades que he dejado de lado: ilustrar, escribir, leer, tocar guitarra otra vez, hacer más ejercicio y muy importante: dormir. Por estas razones, me privé de la televisión por 7 días. Y esto fue lo que pasó:
Día 1 sin TV.
El primer día fue lunes, por mucho tiempo iba a apagar la computadora y la TV un rato para descansar.
¿Qué hice? Dediqué una parte de mi noche a dibujar, escuchar música, leer (Game Of Thrones) y a las 10:30 pm me acosté a dormir. Creo que nunca me había rendido tanto el tiempo, o nunca lo había sentido así.
Día 2 sin TV.
El martes, después de otro día de trabajo, me fui a nadar. Nadé bastante, posiblemente 2 Km. Por lo general, cada vez que voy a nadar mis noches son cortísimas. ¿Por qué? Además de mi rutina de lavado y secado de cabello y el tiempo que dedico a cocinar, suelo quedarme viendo televisión y durmiendo tarde. Esta vez, terminé las primeras dos tareas a las 11 pm, y decidí que iba a simplificar mucho más mis noches de natación: Me iba a cortar el pelo. Decidido.
Día 3 sin TV.
Probablemente mi día favorito de esta semana. El miércoles después de trabajar hasta las 7 pm, me fui a la casa de mi mamá a ver a mi hermana menor (18 años). Como no podíamos ver películas ni televisión juntas, como usualmente hacemos, decidimos jugar. Primero jugamos UNO en nuestra modalidad “UNO Mortal”, luego con el iPad jugamos IconPopQuiz (un app de adivinar películas, personajes y demás por medio de ilustraciones simples) y finalmente “Rummi Q” que es un juegazo que quiero jugar más a menudo. Es gracioso cómo cuando uno era niño (o niña, en mi caso) se moría por tener “Clue” o “Life, el juego de la vida” (todavía recuerdo el jingle del anuncio), luego los olvida, y acercándose a los 30 vuelve a encontrarles el sentido. En estos días me compro un “Monopoly”, se los prometo.
Día 4 sin TV.
Es jueves y es el final de temporada de Parks and Recreation. Salí de reunión a las 7:00 pm y mi amiga Vanessa, a quien no veo hace tiempo me dijo que saliéramos con otros amigos, así que fui -sin pensarlo mucho- a «Un Lugar», un bar que frecuento desde hace como unos 5 años. Llegué a mi casa como a las 10:30 e inmediatamente me acosté. Hasta ahora no he extrañado (mucho) la TV. Me he mantenido ocupada. Aunque me perdí el final de Parks and Rec.
Día 5 sin TV.
Estoy enferma. No por privarme de la TV, creo. Había quedado en salir con un amigo a escuchar un concierto de la Sinfónica con John Nelson al Teatro Nacional, así que a pesar del malestar fui. Un conciertazo. El programa contenía tres fragmentos de Romeo y Julieta y varias danzas sinfónicas de West Side Story. Recordé uno de los mejores conciertos a los que he ido en la vida, el especial de Navidad de la Orquesta Sinfónica Nacional, que incluía piezas combinadas de villancicos clásicos con música guanacasteca. Majestuoso. Nunca hay que olvidar lo bello que es escuchar música sin interrupciones, sin distracciones: Escuchar música en Primerísimo Primer Plano. Verla, sentirla, y ponerle absoluta atención. Eso es lo que he estado haciendo en mi cuarto cada vez que puedo. Volví a mi casa con la tentación ver televisión. Para un día como hoy, en el que sé que no hay que ir a trabajar al día siguiente, me comen las ganas de ver TV, por ejemplo, Law & Order SVU o Parks and Rec. Pero en su lugar leí y me fui a dormir.
Día 6 sin TV.
Sábado. Son las 8 am y llueve. Es el panorama perfecto para acostarse horas y ver televisión… Quizá un clásico del cine o hasta una chick flick, pero no. Dormí un poco más y luego, en mis tiempos de ocio en la mañana, leí. Estoy empezando a leer “Los orígenes del Orden Político” y algunos otros libros de historia; de repente me entraron unas ganas locas de “estudiar”. En serio. Descargué como 6 libros. Solo quiero leer; inclusive, volver a la Universidad. Escuché música, un poco de King Krule, Neutral Milk Hotel, Unknown Mortal Orchestra, XTC, Modest Mouse, Say Hi To Your Mom, Rilo Kiley y esta canción súper buena de Courtney Barnett, “History Eraser”, de nuevo, como con la Sinfónica: sin interrupciones y en primer plano. Un par de veces ni atendí el teléfono. En la tarde y sin almorzar, me fui con mi hermana al salón. ¡Por fin me iba a cortar el pelo! y de paso me lo aclaré también. Como todavía estoy enferma, me quedaré en la casa y trataré de olvidar que mañana estrenan Game Of Thrones y no podré ver el episodio. El lunes no habrá Internet para mí. No me van a spoilear.
Día 7 sin TV
Domingo. Me fui a buscar apartamento. Vi un apartamento hermoso en La Uruca. Ya es definitivo, me voy a vivir sola o con roommate. Estoy en eso. Los primeros pasos están hechos.
Hoy estrenan Game Of Thrones; Se acabó la temporada de Parks and Rec, Voy atrasada en Revenge y Law and Order SVU. Tengo toda la temporada 02 de Los Simpsons en español. No. ¡Suficiente!
En la tarde fui a visitar a mi amigo Ricardo a San Pedro. Lejos de mi televisión. Es normal ir un día donde Richie y ver Los Simpsons, por ejemplo, pero él conocía mi reto y decidimos tener una tarde a la antigua: café, pan, QUESO CREMA y juegos de mesa, con el acompañamiento de Radiohead sonando en el reproductor de vinilos.
Ricardo nunca había jugado Scrabble, pero creo que después de esta sesión, volverá (o volveremos) a jugar. Es interesante, me he dado cuenta de lo mucho que olvidamos lo simple, sencillo y a veces hasta intelectualmente estimulante de lo básico: los juegos de mesa, la lectura, el sentarse a tomar café. Y a veces preferimos descansar la mente, dejar de pensar con la TV. Después de una tarde de juegos, llegué a jugar Theme Hospital en la computadora. Uno de mis juegos favoritos de estrategia de todos los tiempos.
No vi Game Of Thrones. Aunque ganas y tentación no me faltaron. Pero después de esta semana, creo que le daré más espacio en mi vida a otras actividades y aprendizajes que este reto me dejó.
No me malentiendan, no pienso dejar la televisión. Sin embargo, reduciré notablemente el consumo de la misma. Me comprometo a dormir más, a disfrutar del silencio, a leer sobre todo lo que se me ocurra (principalmente mi interés por la historia, la filosofía y la política), a escuchar música en primer plano, a hacer más playlists (aunque ya tenga miles), a nadar más fuerte (¡hace tres días rompí mi récord y alcancé los 2,6km en una hora!), a disfrutar el tiempo con mi hermanita, a saborear más el queso crema de la vida y prometo que me compraré un Monopoly. De verdad, lo prometo. Pero por ahora, me iré a poner al día con mis series.
Por otro lado, hablé con varios amigos sobre #unasemanasin (www.unasemanasin.tumblr.com) y varios se mostraron interesados. Próximamente subiremos nuevas publicaciones al blog, entre ellas: «#unasemanasintrabajar» y «#unasemanasinfacebook». Los invito a leer, comentar y participar, si quieren apuntarse a un reto que de verdad puede tener cambios significativos para su vida 🙂 Los dejo, que me voy a dormir. Mañana no hay tele, ¡pero hay playa!