A pesar de todo y a veces contra mi voluntad, me he mantenido constate viendo The Walking Dead, una serie que cuenta con un excelente guión base -el cómic- del cual para este momento se han desviado bastante. En algunos casos los resultados han sido sorprendentes, en otros… no tanto. Lo cierto es que el lenguaje televisivo es otro y para poder procesar mejor cada uno, hay que intentar divorciarlos y aceptar que The Walking Dead de televisión está contando una historia distinta con algunas pinceladas de su fuente original.
Por otro lado está el elemento dramático y los creadores de este show han insistido en que se trata de un drama ambientado en el Apocalipsis zombie y eso lo han explotado al máximo principalmente en esta segunda mitad de la cuarta temporada -lo cual nos tiene a los adictos a la adrenalina un poco desesperados. En ese sentido creo que ha tenido muchos éxitos y muchos, muchísimos fracasos. Plantea posibilidades interesantes, como por ejemplo cómo los sobrevivientes a esta terrible situación, son personas que han estado dispuestas a renunciar a parte importante de su humanidad, por lo tanto, las probabilidades de encontrarse con alguien “bueno” en esas circunstancias son bastante bajas.
Hasta ahora el grupo ha estado dividido en partes, todos dirigiéndose hacia una misma meta: “Terminus” -el nombre no podría ser más obvio si me preguntan a mí. El show ha estado explorando las relaciones de estos subgrupos, para resumirlas un poco: Glenn junto a un grupo de personajes nuevos, Daryl y Beth con su flirteo extraño y sus canciones, Rick, Carl y Michonne que bien podrían convertirse en una familia feliz, Maggie, Sasha y Bob (con quien internet se ha obsesionado creando teorías) y finalmente, Carol, Tyreese y las niñas Lizzie, Mika y Judith.
De todos estos subgrupos, el de Carol y Tyreese era una bomba de tiempo, pues cómo olvidar que Carol confesó a Rick haber matado a la pareja de Tyreese para evitar que la enfermedad extraña se expandiera. También estaban los serios rasgos psicopáticos, entre otros problemas mentales, de Lizzie, los cuales vivir en un mundo post apocalíptico solamente acentuó. Por el ritmo que llevaba la serie, no pensé que fueran a hacer nada con esta mezcla hasta dentro de unas tres temporadas, pero después de ver “The Grove”… Vaya que estaba equivocada.
Todo comienza lento y aburrido, o sea, es un día normal en el mundo de The Walking Dead. Como es de esperarse, tenemos más desarrollo de personajes, Carol, finalmente habla un poco sobre su hija Sophia y, para cimentar más el concepto de que los buenos no sobreviven, menciona como la niña no tenía una pizca de maldad en ella.
En fin, el grupo llega a un lugar idílico, hay agua, una cocina con gas, venados, muñecas y… ¿Zombies para jugar? Acá queda claro que Lizzie tiene una fuerte empatía/obsesión hacia los zombies. Luego de una cantidad considerable de pistas entorno al serio trastorno mental de Lizzie -mata conejos con facilidad, le gustan los zombies, no le importa asesinar humanos, etc- Mika trata de tranquilizarla diciéndole que “mire las flores”, una evidencia más fuerte de que tal vez la niña sí tiene una enfermedad, más allá de los traumas propios del mundo en que viven.
En fin, estos indicios no prepararon a nadie, ni a Carol, ni a Tyreese, ni al espectador para lo que iba a pasar -de nuevo, es The Walking Dead, se mueve mas lento que una tortuga- cuando dejaron a Lizzie sola con Mika y Judith, solo para volver y encontrar a Lizzie bañada en sangre diciendo que Mika iba a regresar porque no dañó su cerebro, además preparada para darle el mismo tratamiento a Judith.
Carol y Tyreese discuten sobre Lizzie y llegan a la conclusión de que no puede estar cerca de Judith… ni de otras personas. Yo creo que A Game of Thrones me dejó muerta por dentro, entonces sí veía venir lo que iba a pasar y la impresión se atenuó, pero definitivamente es una imagen impactante la de Carol matando a una pre adolescente de manera preventiva, de hecho por un momento pensé que no iba a suceder, aunque la alternativa, que era dejarla sola, era mucho más cruel.
Carol toma la tarea en sus manos, le dice a Lizzie que mire las flores y después vemos a Tyreese cavando dos pequeñas tumbas más junto a la que estaba desde antes.
Al final del capítulo, vemos un cascarón de Carol -por cierto hay que reconocer el excelente trabajo de Melissa McBride– quien confiesa el asesinato de Karen y David, con la esperanza de obtener un suicidio asistido: “Haz lo que tengas que hacer.” le dice a Tyreese. Tyreese la perdona, no lo va a olvidar, pero sabe que ella tampoco.
Finalmente un capítulo dramático pero impresionante. Ahora a ver qué nos deparan los últimos episodios antes de que termine la temporada. ¿Qué les pareció The Grove? ¿Vale la pena darle una oportunidad más a The Walking Dead?
Qué gran episodio!!!! Aquí os dejo mi opinión por si tenéis curiosidad 😉
http://seriesanatomy.blogspot.com.es/2014/03/just…
Un saludo
Fue un capitulazo, a ver si sigue la cosa así 🙂